Las votaciones se habían dividido mostrando un incierto debate entre los supervivientes, pero sólo uno de los niños pudo tratar de hacer la diferencia, y es que ambos hubieran sido linchados al mismo tiempo pero ya había hablado la mayoría. Estaba decidido.
Claramente la diferencia vino por parte de Richard al votar a último minuto por Joseph, quien observaba con la boca abierta de par en par mientras se rascaba arduamente en los brazos, cada vez más y más fuerte...
- Pero... Doctor tú confías en mí... Vamos, jajaja, amigos ustedes... Por favor, esto no... Esto... - Las ronchas comenzaron a brotar sangre por la intensidad de la comezón y desesperación de Joseph.
- Ja... Ja... Ja ja ja ja ja ja ja JA JA JA JA JA JA JA JAJAJAJA - Luego de unos instantes comenzó a producir un extraño pelaje en su piel y su cuerpo comenzó a crecer en gran proporción, no tanto como un oso, ni un cerdo... Sino más bien como un hombre oso-cerdo.
*CHAN CHAN CHAN*
(Musiquita de sorpresa)El desastre invadió la cabaña al momento de enfrentarse todos contra Joseph, que gritaba desgarradoramente sonidos de oso... Y de cerdo. - ¡¡¡WRRRHHHUUUOOOOAAAAAAA!!! - Su grito provocó que todos llevaran sus manos a los oídos, momento que aprovechó para tomar a Julian atravesándole sus garras en el pecho y levantándolo con facilidad mientras la sangre se derramaba sobre la fría madera; Joseph lanzó el cuerpo de Julián a una de las esquinas de la sala de estar.
Richard no se lo pensó dos veces para hacer funcionar la vieja arponera, sin embargo, esta representaba algunos problemas técnicos por la antiguedad, no obstante el Dr. Mantenía un as bajo la manga: su bastón... Y qué más conveniente que un bastón con un hacha oculta incluida. A Joseph casi no le dio tiempo para reaccionar cuando el hacha/bastón impactó con su cabeza y al parecer la vieja arponera se vio motivada por la hazaña, pues gracias a un buen "zape" de Richard esta se activó impactando en el pecho de Joseph. Esta acción fue gracias a que Dingo P. y Franco se aferraban con fuerza a las piernas del HOC para inmovilizarle. Finalmente Julian se levantaba con sus últimas fuerzas y, con un grito de guerra, acabaría impactando en las bolas del HOCeph.
Todo había acabado en cuestión de segundos, el cuerpo de HOCseph cayó inerte provocando un estruendo y agrietando un poco el suelo de madera. Había terminado finalmente la espera en aquella prisión de madera y nieve.
Poco después comenzaron a sonar algunas sirenas, las autoridades estaban cerca...
Pueden narrar sus finales como gusten.
-Falle...-Dijo para sí mismo con molestar mientras se percataba que desde la última vez que hubo disparado el arpón este estaba ligeramente torcido a la derecha, por lo que en vez de dar al Dr. House disparó al HOC, por lo que, ahora desarmado, este pensó una excusa- Y así es como se caza a un comunista. -Comentó Richard Rich con aires de superioridad completamente fingidos pero a su vez, reales, a fin de cuentas, los aires de superioridad era su estado habitual- Espero que hayáis aprendido, Julian Hernández era tan inocente como un cervatillo... suerte que me teníais de vuelta. Si no a estas alturas, Julian habría muerto, y probablemente Dingo P. habría sido asesinado por el HOC antes de que el Dr. House se quedara con la duda de a quién votar, si a Franco o a Joseph.
¡¡Muere HIJOOO DE PUTAA!! Mientras golpeaba las bolas del HOC, tras tal acción Julian se sentaría en el suelo sangrando del pecho por el zarpazo del HOC ya fallecido y se arrastraría a una esquina donde descansaría y al escuchar las sirenas policiales diría casi en susurros por la falta de sangre. Este caso ya ha acabado ahora encárguense ustedes chicos. Y de su teléfono reproduciría el opening de CIS Miami. Necesito descansar un poco. Acto seguido julian cerraría los ojos…
GOTY GOTY!
Las sorpresas, sustos y emoción desbocadas se suceden, casi no me lo creo cuando sujeto al HOC por una de sus piernas mientras los demás lo masacran
Cuando la bestia cae me levanto tembloroso
-pe..pero...¡Hijo de puta!¿Que clase de predicción hiciste?- grito al cadaver decapitado de Matthew, ¿desde cuando un trabajo de funcionario es ser un monstruo?
-¿se ha acabado?- digo casi sin fuerzas mientras a lo lejos se escuchan acercarse sirenas
-voy a darme una ducha y a vomitar- y desfallecido me voy al baño
Ronchas que no hacen nada más. La salvación. Ronchas que no avanzan... - Mi protegido no evoluciona. - Y eso solo podía significar una cosa. Diagnóstico errado. Él no era el salvador, era la bestia. Pero me di cuenta de mi error, las votaciones se habían cerrado... y vi aquel empate y miré a capullo del niño rico lleno de sangre. Lo había hecho otra vez, cambiar el voto al final, solo que esta vez acertó él... me ganó un puto niño.
- Confiaba en ti. - Le dije a mi protegido mientras que mi bastón se convertía en un hacha. De refilón vi un arpón pasar muy cerca nuestra, pero quien no iba a fallar era yo. La rabia por aquella confianza rota, la ira que sentía... como me equivoqué con él. Alcé el hacha y golpeé su cabeza con él al tiempo que un nuevo arpón daba en su sitio esta vez.
Miré a Julian, al que había votado injustamente, el cual había caído presa de nuestras votaciones y de las garras de en quien confiaba. Se moría y no podía hacer nada por él. Me acerqué al chico. - Lo siento. - Fue lo único que pude decirle para verle morir después.
Abrí el frasco de vicodina y me metí otra pastilla mientras sentía ya como alucinaba auditivamente, puesto que empezaba a oír sirenas acercarse...
Para cuando llegaron a rescatarnos, yo estaba tirado en el suelo, con un colocón de los buenos tras tanta vicodina y whisky. Tenía hasta las babas cayéndome por un lado y no volví en mí hasta a saber cuando, en una habitación de hospital.
Dos días después había regresado a Nueva Jersey y fui directo al despacho de Cuddy para discutir con ella aquel viaje con la conferencia. - ¡No vuelvas a mandarme a más viajes de conferencias sin darme mínimo dos días para saber si existen! ¡Es la última vez que me metes en un avión sin más! ¿¡Sabes por lo que he pasado?! Encerrado con niños en una jodida cabaña en medio de la nada! ¡Encima con unos monstruos de leyenda! ¡Votándonos entre nosotros para saobrevivir tratando de encontrar a los asesinos! ¡Y lo peor! ¡Era un puto dibujo animado!
- ¡House! ¿Has venido colocado a trabajar? No me puedo creer que te hayas pasado tanto con la vicodina esta vez. - Me respondió Cuddy ajustándose el pecho, provocándome como siempre. La directora del hospital descolgó el teléfono. - Wilson, sí, está aquí... viene puesto... trae a su equipo y llevadle a su despacho a que duerma un poco... nada de casos hasta que se le pase el colocón... - Cuddy colgó el teléfono y me sonrió. - Tranquilo House, todo está bien... ahora viene tu equipo a buscarte y en cuanto descanses un poco en tu despacho verás todo mejor... ya lo verás.
Pocos instantes después aparecieron todos: Wilson, Cameron, Chase y el maldito negro que me copiaba hasta el calzado.
- Vamos House. - Me dijo Wilson con tono amigable pasándome el brazo por encima del hombro. - Solo es un colocón más... pronto verás las cosas como son... animadas, como siempre... mira que pensar que eres de verdad... menudo pedo llevas, House. - Rió divertido mientras me acompañaban al ascensor para dejarme en mi despacho...
Después de mucho franco se levanta del sillón y lo mira con tristeza al despedirse de el.
-Bueno, Creo que si richard no hubiera matado al Dr de primeras hubiéramos votado todos pos Joseph y esto hubiera sido mucho mas rápido.
Se dirige a la salida para despedirse de todos con un saludo vulcano.
-Larga vida y prosperidad.
Acto seguido un conjunto de luces brillantes rodean a franco para hacerlo desaparecer.
Estos humanos están loco, no vuelvo a este planeta.