El grupo partió tras la merienda en casa de Trompi hacia El Pantano del Mall Rollito, conocido por el mal sentimiento que deja a todo aquel que pasa por allí.
No tardasteis demasiado en llegar al pantano, y al entrar en él siguiendo el camino del mapa, pudisteis notar como a lo lejos se escuchaban murmullos y gemidos - No hay salida... Jamás saldré de aquí...- incesantes y deprimentes.
El pantano, de colores oscuros y apagados poco a poco se fue haciendo más y más monótono, hasta el punto de no saber por donde seguir exactamente y mucho menos como volver.
Rolead un poco que es lo diver de esto xDD
"¡El Pantano del buen rollito! ¡Qué ganas tengo de llegar! Seguro que hay ranas cantando, serpientes serpenteando y olerá a cieno. ¿Qué es el cieno?" estos son los pensamientos que vienen a la cabeza de Don Moniato sin darse cuenta que no es del buen rollito sino todo lo contrario pero el es taaaan positivo.
El Héroe camina tan feliz y tan campante moviendo sus bracitos al son de alguna música que suena en su cabeza, como siempre hace.
Por el camino solo sabe repetir una y otra vez.
-Po yo comido má hubiera. ¿Vozotro? Yo si. Rica tarta de mansana.
Lo que no sabía Don Moniato es que iban a llegar tan pronto al pantano, pero mejor así se cansa menos y con el empacho que lleva se agradece. Poco a poco según se adentran en el lugar se da cuenta de que lo que tenía en mente no es tal cual. El lugar es oscuro, aburrido y encima hay voces capaces de desmoralizar.
-¡Ozú! Que esto ma feo. ¿Onde están cantando ranas? Ecuho voses peo no son ranas. Yo ranas quieo. Me da igua sali, quieo ranas ve.- a priori parece no importarle demasiado las voces y así se lo hace saber a sus compañeros mientras busca bajo las piedras, tras los juncos o en el cielo a las dichosas ranas.
No lo se, pero este lugar da mal rollo de verdad- responde Musculitos. Había estado en sitios realmente feos y repugnantes, pero este lugar entraba en el top 10 de los sitios de mal rollito. Claro que eso no iba a hacerle retroceder ni a él ni a sus compañeros. Había un tesoro que encontrar y unas tartas que zampar a la vuelta- tened cuidado donde pisáis eso si, no vaya a ser que os metáis en alguna ciénaga y no podamos sacaros de allí- avisa Musculitos.
A Lobombre no le gustaba ese sitio. Poco a poco sus compañeros se percataron de cómo se le iba erizando todo el pelo del cuerpo. No estaba asustado, pero como el propio nombre del sitio indicaba, le daba mal rollito.
- ¿Así que no hay salida eh? Pondremos a prueba esa afirmación – dijo Lobombre mientras empezaba a trastear con su ordenador de muñeca -. Detecto muchos picos de mal rollito por esta zona, algo de magia… Necesito unos minutos para calcular nuestras probabilidades de éxito.
Mientras jugueteaba con su ordenador, poco a poco iba perdiendo la paciencia. Le dio primero unos toquecitos suaves, y después algún que otro golpetazo más fuerte.
- Creo que está roto, da unas mediciones demasiado inusuales hasta para un pantano – dijo Lobombre con cierto tono de sorpresa-. Siempre hay una salida, siempre – se repetía una y otra vez para sí mismo -.
Lobombre saca algo muy chulo y empieza a toquetearlo, a Don Moniato le llama mucho la atención y se antoja también de tocarlo sin pensarlo dos veces.
-A VEEEEEEEE. Me guta. ¿Hace qué?- pregunta mientras intenta meter la manaza. -¿Salida buca? ¡Qué diver! ¿Y comida? ¿Comida buca?
Tan solo de pensar que pueda buscar comida a Don Moniato se le hace la boca pasta de moniato.
Una niebla verde os cubre y a penas os véis unos a otros de tan densa que es. Los susurros cada vez los escucháis más cerca:
- Ya no habrá más tarta, las manzanas se acabarán pronto y no se podrá comer algo tan rico nunca más... - dice una voz totalmente deprimida.
A lo que otra responde:
- O peor aún... Tardaremos tanto en salir de aquí, que cuando lleguemos a comernos la última, la veremos podrida y con gusanos... - Dice ese susurro antes de echarse a llorar desconsoladamente.
Cada segundo que pasáis en el pantano os empezáis a sentir más desanimados, apremia el salir de aquí cuanto antes.
Tirada cada uno de Descifrar (dificultad 2).
-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, O GUZANO NOOOOOOOOOOOOOOOO- empieza Don Moniato a gritar y es que si no hay algo que le apene más que no llegar a la última tarta es que algún animal pueda resultar herido y todos sabemos lo que le pasa a un gusano en una tarta cuando alguien está hambriento, va pa' dentro.
Empieza a llorar desconsoladamente, es irremediable, está muy triste. Busca con los brazos a sus compañeros para abrazarles, para achucharles, en sustitución encuentra una roca a la cual abraza mientras sus lágrimas la humedecen.
-GUZANITOOOOOOO- a todo esto Pionut sale revoloteando de sus pliegues y se apoya en la cara de Don Moniato para picotear de sus lágrimas que son como beber agua con un buen porrón de azucar.
Motivo: Descifrar
Tirada: 2d6
Resultado: 1, 1 (Suma: 2)
OMG, doble pifia xDDDD
Lobombre trató de animar a Don Moniato enseñándole tartas holográficas con su ordenador mientras decía:
- No os preocupéis, volveremos a probar estas tartas deliciosas. Tiene que haber alguna manera de salir de aquí – dijo mientras buscaba desesperadamente con sus cinco sentidos algún modo de salir de allí -. ¡Ante todo no os separéis!
Motivo: Descrifrar
Tirada: 5d6
Dificultad: 4+
Resultado: 3, 5, 2, 3, 6 (Suma: 19)
Exitos: 2
Motivo: Descrifrar
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 2 (Fracaso)
Cambio el éxito chachi por una tirada más. Ya es mala suerte T_T
Haz caso a Lobombre- dijo Musculitos también a su compañero- lo que dicen esas voces no es posible que ocurra. Siempre habrá ricas tartas y manzanas para la ocasión. Las voces solo intentan confundirte
Motivo: descifrar
Tirada: 3d6
Resultado: 4, 5, 1 (Suma: 10)
Gracias a la determinación de Lobohombre y Musculitos consiguen dar con la salida del pantano, a pesar de los lamentos pesimistas del pobre Don Moniato.
Siguiendo el mapa llegáis hasta una vieja fábrica abandonada que parece ser la cueva del tesoro. El edificio es un pequeño bloque gris sin ventanas y de un solo piso. Justo a la entrada hay un destartalado cartel con un logotipo naranja que parece una calabaza. Junto al cartel se encuentra un humanoide viejo, pequeño, arrugado y calvete pero con greñas blancas y lacias. Va vestido con una túnica naranja que le llega hasta los pies.
Una vez fuera del Pantano del Mal Rollito, Don Moniato deja de lamentarse pero no se le vuelve a dibujar una sonrisa en la cara como es costumbre en el, sigue de bajona hasta que algo le haga cambiar. Ese sitio no le gustaba y si podía evitarlo en un futuro lo haría. No había animales bonitos, ni cosas deliciosas para comer, no había razón para volver.
Tras salir de allí, los aventureros llegan a una antigua fábrica donde espera espera sentado junto a un cartel un anciano de ropajes naranjas.
-Hola...- saluda Don Moniato algo tristongo aún aunque le haría muy feliz saludarle con un gran abrazo. -Llamo yo Don Moniato. ¿Señor tú? Su ropa gustame, la cabalaza para mi familia son. ¡Don Moniato llamome!
En efecto Don Moniato es, o al menos parece, un boniato, y los boniatos guardan ciertas similitudes con las calabazas, por lo que nuestro héroe les guarda cierto aprecio.
Perdón por la equivocación ^^ NUEVO SISTEMA PARA QUE NO SE OLVIDE:
Musculitos encarnó una ceja ante la presencia de aquel personaje en aquella pintoresca fábrica. Desde luego, no entendía muy bien como podría haber llegado él solo hasta allí...
Yo soy Musculitos- se presentó como su compañero- ¿como ha llegado hasta aqui señor...?
Lobombre trató de alentar a Don Moniato durante todo el trayecto con su ordenador de pulsera y bonitas imágenes de sus comidas favoritas, tratando de hacerle ver que pronto volverían a probar esas delicias, pero no tuvo mucho éxito.
Al llegar a la fábrica, rápidamente se puso a escanear la zona para ver si su ordenador poseía algo de información tanto de la fábrica como del hombre que habían encontrado. Dirigiéndose a él, le preguntó tímidamente:
- Hola buen señor, ¿no tendrá algo de comida para nuestro pequeño amigo? Hemos hecho un largo viaje y necesitamos un respiro.