Partida Rol por web

Tiempo, necesitaba tiempo, un momento para pensar qué demonios iba a hacer ahora, con un feo agujero de bala y dos armas apuntándome. Por no hablar del resto que esperan ansiosos detrás de la puerta.

No había ninguna ruta de escape a la vista, aunque a saber, después de ver como la puta, estando completamente desnuda, ha conseguido un arma, ya me espero cualquier cosa de este maldito sitio.

Se me empezaba a nublar la mente, probablemente a costa de la pérdida de sangre, y sólo se me ocurría una cosa. Si funcionaba o no, de eso dependía mi vida en este momento. Agarro a la mujer y la lanzo contra la cama del gordo, puede que eso me de unos valiosos segundos para poder encontrar una vía de escape.

Sales casi a rastras de la habitación y te encuentras con varios enemigos. El primero de ellos te patea en el estómago, el segundo intenta tirar de tu máscara, pero no logra quitarla.- ¡Vaya vaya! ¡Otro animalito! ¡Acabamos de matar a una rata más grande de lo normal! ¡Y ahora tenemos aquí a una foca!.- Empiezan a dar vueltas alrededor tuya. Te quedas en el lugar boca abajo, no tienes más fuerzas. Un disparo resuena en tu oreja... todo se vuelve oscuro.

Con la fuerza que me queda, salgo a rastras de la habitación, con la mirada fija en la puerta de salida. No habré completado el trabajo, con lo que eso significaba, pero mi vida valía más que unos míseros billetes.

Lamentablemente, ya todo estaba torcido y me esperaba el comité de bienvenida en el pasillo.

-No es una foca, idiota, es una morsa -aquellas palabras se pierden en mi cabeza y nunca se llegan a pronunciar. El eco de un disparo y la oscuridad total-.