El hombre del teléfono añadió.- Perfecto, en seguida te llegará una carta con la misión a realizar.- Acto seguido cortó el teléfono. Alguien dio unos mamporrazos en la puerta. Al abrir la puerta no había nadie allí, salvo una carta con un sobre del mismo color que la de tu sueño. Abres la carta y pone la siguiente información:
De SadicWoman666:
Hola, solicito sus servicios para que hagas una matanza en mi casa. Estoy organizando una fiesta de disfraces. Quiero grabar una película Snuff. Yo estaré allí, y me reconocerás por que seré la única persona que estará grabando con una cámara. La señal será que cuando llames a la puerta me entregues esto que adjunto en la carta. Yo te abriré la puerta y tendré una cámara en la mano.
Miras dentro del sobre y encuentras un ticket arrugado y hecho a mano en el que pone: entradas para "la matanza en mi casa".
Realmente hay gente muy enferma en el mundo.
Desde luego y luego me decian a mi sociopata violento, pues el tipo de la carta no es que estuviera muy bien de la azotea, pero era trabajo asi que nada, tome el billete, mi mascara y me dirigi a la direccion de la fiesta macabra "Showtime". En cierta forma me hubiera gustado acabar con el de la camara pero era el que pagaba, asi que nada igual en otra ocasion.
Genial, te preparo escena y comenzamos!
Abres poco a poco los ojos... esto te suena... estás en tu casa. Pero... ¿No te habían matado? ¿Acaso te habían liberado? ¿Eras un hueso duro de roer? ¿Te habían rescatado? ¿Qué había pasado? Numerosas preguntas acosaban tu cabeza. Estabas de nuevo en tu cama como si nada hubiera pasado, ni una magulladura. Como si todo se hubiera reiniciado... entonces, escuchas algo familiar. El teléfono comienza a sonar...
Marca solo para el director.
Empiezo entreabriendo un ojo para acabar con un sobresalto en la cama. La situación había estado muy complicada en la casa antes de perder el conocimiento. Reviso mi cuerpo, incluso me toco en las zonas donde habría jurado recibir un balazo y nada. ¿Qué demonios había pasado? además de otras tantas preguntas rondaban mi cabeza.
El teléfono, una vez más, parece sonar en el momento más oportuno.
-Quiero respuestas y las quiero ya -digo nada más responder al teléfono, sin ni siquiera dejar hablar a la persona que estuviera en otro lado. No podía equivocarme, pocos tenían ese número, muy pocos-. ¿Qué ha pasado?
La voz de antes, la que escuchastes en lo que parecía que eran tus sueños suena al otro lado.- ¡Vaya! ¡Por fin despiertas! ¿Cómo van las heridas? ¡Ah es verdad! ¡Que todo fue un sueño!.- ¿Cómo diantres podía saber hasta tus sueños ese tipo?.- Bueno, seguro que esto te suena pero ¿con qué misión te quedas?.- Ya sabías a qué misiones se refería.
Era imposible, había sido tan real que me costaba asimilar las palabras que sonaban al otro lado del teléfono.
-¿Qué coño estás diciendo? ¿Cómo que un sueño? -aprieto el teléfono como si lo que tuviera en la mano era el cuello del tipo con el que estaba hablando-. ¿¡Y cómo demonios sabes que era un sueño si ni siquiera te he dicho nada!? -que él supiera tanto o más que yo me sacaba de mis casillas-.
Respiro, intentando calmarme un momento. Ponerme así no me iba a servir de nada. Me acerco al frigorífico y allí está otra vez, la última cerveza. La que había abierto en ese sueño.
-La de 5000, vamos a intentarlo otra vez -y me pellizco en el brazo, para saber si esto sería otro sueño, aunque sigo pensando que aquel balazo fue demasiado real-.
¿Te parece si empezamos la partida después de semana santa? así no te interrumpo y tienes que volver a leer todo y demás.
Ferpecto, Jefe. Mejor incluso, porque en semana santa pienso tocarme los huevos hasta que me haga sangre desconectar todo lo que pueda xDDD