- Esto no me gusta nada. -La mano que sujetaba la culata de su pistola sudaba de nervios y miedo.- Creen que el tal Jimmy está en el coche. ¿Qué hacemos? No sabemos de qué va todo esto... -Sus ojos se abrieron asustados mientras veía a los dos hombres encañonar a Mike.
Sin saber muy bien por qué, Benny sale del coche, despacio y con las manos en alto.
- Eh, amigo, aquí cada uno se busca su suerte. Baja eso, aquí no hay ningún Jimmy...
Sabía que había hecho mal, pero que coño, una apuesta conlleva riesgo y de momento todas las cartas estaban ocultas.
Mike destilaba tranquilidad en sus gestos. Levantó levemente las manos y miró hacia atrás cuando Benny aclaró el asunto del tal Jimmy.
Durante mucho tiempo se quedó ahí parado, con las manos tímidamente levantadas y apoyado sobre el capó del vehículo en el que habían venido; esperando a ver qué tenía que decir el tipo que les estaba amenazando.
Oculto como estaba por el salpicadero del coche, Scott tenía la pistola en la mano. Si aquello se ponía hostil, al menos se llevaría a algún cabrón por delante.
A vuestra espalda resuena algo, casi como si se hubiesen caído un montón de cajas desde lo alto... Vuestros oídos pitan y algunos de vosotros os tapáis los oídos debido al ruido tan ensordecedor.
Escucháis el sonido típico de las ruedas de automóvil al estallare y un ruido metálico golpeando la parte de atrás del coche... Después el olor a polvora quemada... Casi no tenéis que daros la vuelta para saber que ha pasado... pero... aún así os la dais...
El coche que hace poco tiempo os estaba dando las luces se encuentra ahora justo detrás de vosotros. Asomado a la ventanilla está un tipo con una thomson humeante en sus manos...
Lentamente el conductor y otro tipo más, que estaba en la parte de detrás del coche, salen del automóvil armados con sendas pistolas
Bueno muchachos... No queremos convertiros en un colador así que haced el favor de tirar vuestras armas hacia nosotros y acercaros, con mucho cuidado, a mis elegantes compañeros del camión...
Dama, Caballeros, si hacen el favor de tirar sus armas hacia aquí...
Ahora sí que no tenían escapatoria. A Isabella se le pasó por la cabeza que el tal Jimmy los había enviado directamente a una encerrona, pero ¿por qué? Se bajó temblando del coche sujetando con fuerza el bolso en una mano y el revólver en la otra, e hizo lo que les habían ordenado... lanzó el arma en dirección a aquel tipo.
- Creo que aquí está habiendo algún tipo de confusión... -Su voz temblaba ligeramente.
No llevaba armas, y si las tuviera tampoco se las iba a tender a aquellos tipos. Si las querían, que se las quitaran ellos mismos, en la distancia corta tener una pistola no te da tantísima ventaja.
- Verá, es que mi madre me dijo que no debía irme con desconocidos, y también me dijo que las armas de fuego eran para los cobardes y los delincuentes... ¿por qué no nos dejan irnos de una vez? Esta claro que no tenemos nada que ver con ustedes. - pronunció algo titubeante - a no ser que necesiten un contable, por mi parte puede quedar en que nosotros no les hemos visto a ustedes y ustedes nos pierden de vista a nosotros.
Mike palpó su chaqueta como haciendo ver que no tenía nada oculto bajo ella. Durante unos instantes pensó en tratar de mantener oculta la pistola en la parte posterior del pantalón pero definitivamente decidió no hacerlo. No quería consecuencias si luego la encontraban. Inmediatamente se giró, con las manos en alto, levantó el abrigo dejando ver la pistola cogida al cinturón y la dejó en el suelo. Con el pie la empujó hacia donde había indicado el de la Thomson.
—Lo que tu digas amigo pero, ¿podemos saber a qué viene todo esto?
Scott saca la mano por la ventanilla y deja caer también su arma. Eran demasiados y encima también les habían cogido por la retaguardia. No había más remedio que obedecer...
Así me gusta, buenos chicos... y buena... chica... muy buena....
Varios de los hombres que os encañonan se acercan a vosotros y mientras revisan que no tenéis ningún arma escondida podéis observar como sus miradas lascivas se dirigen hacia Isabella...
Sin embargo no hacen nada y se limitan a recoger vuestras armas y a hacer que os mováis hacia uno de los tinglados a golpe de pistola.
Vuestros pies y unas "cariñosas" armas de fuego os dirigen al Tinglado número seis
FIN DE LA ESCENA
Perdón por la tardanza en el posteo