Partida Rol por web

 Entras a una oficina muy... Simplista. Hay un escritorio con una silla detrás que se ve muy cómoda y otra silla en frente que parece más barata que un sandwich. En una pared hay un tablón con distintos papeles y extractos de periódicos y en la esquina hay un simple archivero.

 El inspector está sentado detrás de su escritorio y te señala para que te sientes frente a él -Muy bien, señor. Empecemos con un poco de información básica para el papeleo... ¿Puede decirme su nombre, profesión y razón para haber estado en la escena del crimen?-

Me apresuro hacia la silla para sentarme, y me inclino hacia adelante. Con la mano en la boca, como si le fuera a susurrar, le digo -¿Vio quién está ahí?-. Dejo una pequeña pausa, y me agarro la cabeza a lo *no lo puedo creer* -¡Es Eva Ullman!-, pataleando como buen fanboy.

Miro extrañado al inspector, hasta que caigo en que me preguntó algunas cosas. -Eh...- me aclaro la garganta -... Mi nombre, es Eduardo, Foscu. Soy actor. O... bueno, más o menos... escenarista en realidad... pero me gusta que me digan actor- Le guiño un ojo ;). -Y... estaba en la casa, junto a los otros chicos, porque el señor... el señor... Roquefort... no, Rockeford, nos encargó inspeccionar la casa. Él es el dueño.-

-¿El dueño, dice?- El inspector anota un par de cosas en un papel e ignora completamente el arranque de fanatismo de Eduardo -Muy bien... ¿Y por qué fue que este señor Rockeford lo llamó precisamente a usted, un actor, para investigar la casa?-

-Bueno, yo...- ¿Por qué me llamó? -El señor... Rockeford... me llamó porque... porque...- hago algunos ademanes como diciendo "es obvio", y tratando de darle una mirada convincente... pero es obvio que el inspector espera una respuesta de verdad. -La verdad no sé.- ¯\_(ツ)_/¯ -Lo vi una vez, en el teatro, hablamos unos... dos minutos, y más o menos, una semana después, me envió una carta, para invitarme a su casa. Y ahí nos propuso este... este... trabajo. Porque decía que los obreros decían que la casa estaba embrujada, y que no sé qué, y bueno. Eso.-

 El inspector levanta una ceja -... Muy bien... Cambiando de tema...- Vuelve a anotar en un papelito -¿Puede contarme con detalle los eventos que ocurrieron en la casa?-

-Ehh... sí, claro. Veamos... Era una soleada y brillante tarde en la ciudad mientras nos dirigíamos a la casa Corbitt, pero a medida que nos acercábamos, el sol parecía esconderse entre las nubes dando un aspecto de...- le voy contando al inspector, al estilo juglar, hasta que lo veo. Claramente no me está pidiendo taaaaaaaaaanto detalle. -Eh, bueno, bueno. Llegamos a la casa, estaba el señor, vendedor de periódicos, durmiendo en la entrada, y le preguntamos sobre el lugar. Luego...- Me detengo. Aquí es cuando el calvo rompe la puerta. No lo puedo dejar mal, obviamente. -En cuanto terminamos, de hablar, se oye un ¡PUMM!- abro los brazos a modo de explosión -y la puerta estaba abierta.- De nada, calvito. -Y bueno, entramos. Entramos, a las habitaciones, pero no había mucho que ver. Entonces escuchamos pasos, en el piso de arriba.- Abro los ojos bien grande, para más tensión. -Subimos a ver, y Bell se apresuró, a una habitación. El resto, ya se lo he dicho. La cama... empujó a Gilliam... y salía sangre... y...- Me encojo un poco en la silla, mientras me agarro la cabeza, que empieza a dolerme.

 Gumshoes levantó su ceja aún más -¿La cama empujó a Gilliam? ¿Salió sangre?... Señor, me temo que no entiendo, ¿Podría explicarlo con más detalle?- Tienes la sensación de que este tipo está MUY interesado en lo que dices, pero el escepticismo de un policía está muy adentrado en su mente como para creerte sin pruebas.

-A ver, a ver.- Pienso en qué decirle al sujeto. ¿Cómo no va a entender? Está clarísimo lo que le dije. -Gilliam entra, a la habitación, ¿no?- simulo con mis manos un muñeco que camina -Camina, hacia la ventana- el muñequito se mueve -Y ahí empieza, a salir algo rojo, de las paredes, y el techo.- con mi otra mano, hago como si tirara polvos mágicos sobre la mano del muñeco. -Y luego la cama, ¡sale disparada!- de nuevo con mi mano libre, ahora echa un puño, golpeo a mi otra mano y la dejo caer por la mesa. -Y... eso es. Yo creí que me estaban, tendiendo una broma, pero la cama no tenía hilos, ni nada, y el líquido rojo, había desaparecido.- levanto las manos y golpeo mis piernas, como para cerrar la idea, en modo de frustración. -Era como... mágico...- dejo salir, ya en voz más baja y como pensativo.

-Ajá... Ya veo- Decía el inspector Gumshoes  mientras tachaba algo en el papel -... Bueno, creo que eso ya será suficiente por el momento, que tenga un buen día- Y señaló a la puerta de su despacho.

Cuando alza la mano, obviamente para saludarme y no para señalarme la puerta, le estrecho con fuerza su mano. -Adiós, señor don inspector-. Lo suelto, me levanto con un giro de 540°, y salgo con las típicas zancadas.