Partida Rol por web

la chica aunque asustada, salió de su escondite y le tiró una pequeña barra de metal a su amiga. A pesar del miedo, quiso ayudarte. Quería recuperar a su amiga. El golpe le hizo girar la cabeza y enfocarse hacia ella. En esos segundos tu te liberas de la telaraña y le disparas acertando le en el pecho.

Por favor, salva a mi amiga!!!. Te gritaba medio escondida. Desde tu posición ni la veías pero si escuchas te su voz ni ella tampoco sabía quien eras. Tampoco te había visto aún al quedar detrás de los escondites, pero si alguien luchaba contra su amiga, seguro que era para salvarla.

Kaito pudo escuchar desde dentro del traje cómo la otra chica suplicaba que salvase a su amiga. Realmente, tras ver a aquellos capullos de antes, no quería hacerle daño. Pero la chica-araña le había atacado y él intentaba defenderse, aunque sin saber bien cómo controlar la armadura, pero se estaba manejando mejor de lo que esperaba. Tal vez ponerse en práctica fuese el mejor entrenamiento, después de todo.

Pensando en intentar aturdir a la criatura, Kaito activó una especie de arma sónica en el casco de la armadura, a continuación, aprovechando la velocidad que le proporcionaba el traje, corrió hacia un lado, tratando de pode atacar desde un ángulo inesperado. Desde su nueva posición, decidió tratar de derribarla al suelo. Extendió sus manos por instinto, y una ráfaga de energía morada surgió de las palmas del traje, formando una esfera que salió disparada hacia la araña.

Con una estrategia planeada, la combinación de ataque resulta bien efectiva. La chica araña que tenía intención de atacar a su amiga, recibe el ataque sónico desestabilizandola y cayendo al suelo. Sin tiempo para recuperarse, tr mueves y lanzas una bola de gravedad la cual le golpea con fuerza. Apenas se puede cubrir y se golpea contra un columna de metal. Queda inconsciente y bastante herida con el abdomen sangrando cómo los brazos bien doloridos. Poco la transformación desaparecía para dejar paso a la chica rubia y desnuda tendida en el suelo. Su amiga que vio cómo la noqueaste tenía miedo de yi al verte por primera vez y ver algo tenebroso. Desde su contenedor volvió otra vez a dentro. Tu también la viste cómo sy cara reflejaba el miedo. Habías obtenido tu primera victoria pero no era una victoria placentera. Aún quedaba algo por resolver.

Jadeando por el combate, Kaito observó cómo la criatura quedaba fuera de combate y poco a poco recuperaba una forma humana. Tras un momento para recuperar el aliento, giró la cabeza a ambos lados, buscando en primer lugar si había por allí algo con lo que tapar el cuerpo desnudo de la chica inconsciente. Fue entonces cuando reparó en que la otra chica se volvía a esconder, aterrada, en el contenedor. Su cara expresaba perfectamente el miedo que sentía al ver la armadura de Kaito. No podía culparla, a él mismo le daba miedo, pero además para ella era algo totalmente nuevo e inesperado, ver transformarse así a su amiga y luego ver a Kaito con ese traje derrotarla. No esperaba un agradecimiento por parte de ella, pero la situación ensombrecía su triunfo en el combate.

Buscando encuentras los dos cuerpos inertes de piel y huesos de los dos moteros que mató la araña junto a la moto donde estaba atada la chica y se transformó. Cada uno estaba con su ropa puesta. En la zona del cuello se podían ver las marcas de la mordedura. El cuarto motero todavía no había sacado la cabeza de su contenedor con el desconocimiento de si había acabado la tragedia.

Al mirar a su alrededor Kaito vio los cuerpos sin vida que la araña había... ¿absorvido? no sin cierto sentimiento de repugnancia, tomó una chupa de cuero de uno de ellos y, acercándose a la chica inconsciente, cubrió su hermoso cuerpo con la prenda. Después se volvió hacia donde se escondía la otra. Pasó por su menta tratar de calmarla, pero eso seguramente sólo haría que se asustara más, así que, con el corazón encogido, se encaminó hacia el último de los moteros, escondido también. La adrenalina del combata aún hervía por las venas del joven, y pensó que encararse al único que quedaba de los responsables tal vez le ayudara a calmarse.

Tampoco parecía que la armadura fuese a desaparecer mientras Kaito pensase que aún tenía algo que hacer.

Llegó al escondite del malnacido, y lo abrió sin miramientos, para a continuación arrastrar fuera a su ocupante.

La información que Hikaru encontró sobre la empresa AKAI resultó estar bastante desfasada pero, por el contrario, la búsqueda sobre todo lo concerniente a la autora de la nota que encontró en la cartera de asaltante del callejón fue mucho más fructífera.

Reika Minami era una actriz actualmente en horas bajas por diversos motivos. Era complicado tratar de buscar una relación entre esta mujer, la extraña mutación de Jin y la empresa... "Probaré con otra cosa..." Pensó Hikaru mientras escribía 'últimas noticias AKAI' en el buscador. El último dato que había encontrado sobre la empresa databa de 1980 y en casi cincuenta años las cosa podían cambiar mucho. Así que el joven insistió en la búsqueda de información tratando de introducir diferentes criterios de búsqueda o intentando relacionar tanto el nombre de la empresa como el de la actriz.

Pasas primero por el contenedor donde estaba la chica escondida, pero no haces caso y te vas hasta el proximo desde donde se escuchaba alguien en su interior. Te acercas a las puertas y las abres sin forzar nada. El motero estaba totalmente aterrado y encongido en el fondo agazapado, temblando, incluso lágrimas teñian su cara. Al escuchar el ruido levantó lentamente su cabeza, pero vio un extraño ser (tú) en las puertas. No sabía si peor que la araña, pero empezó a hablar entrecortado. Sus palabras apenas se entendían. Ayudandose de las piernas se arrastraba por el suelo hacia atrás, pero la pared del contenedor evitaba su escapatoria. Sus brazos los extendia para adelante en atención para que no te acercaras: Nooo, por favor!!! No me mates!!! Te daré dinero si es lo que buscas!!!!

Llevas ya un par de horas en el ordenador, pasando de las 3 de la tarde. No has comido todavía, pero te intriga lo relacionado con la actriz y la empresa, con lo que insistes todavía más en buscar. Te manejas por google, y empiezas a leer foros donde se lee a fans opinar sobre la actriz, pero todos son criticas, rumores, pero nada que te sirva. Pruebas otros enlaces de noticias antiguas, algunas de hace 5 años, pero te da error al entrar en ellas. Pero logras entrar en una a traves de la caché de google. Resulta ser una web llamada www.intaishitajoyu.com (actrices retiradas). No parecía ser una página conocida, y parte su formato usaba el color negro. Su estructura era bastante inusual, pero no se apreciaba por los errores de carga de la caché. Algunas imágenes de otras actrices retiradas se podían ver, pero el logotipo no se cargó.
La pagina no contiene toda la información de la noticia, pero si lo más importante:

"Osaka, 10 de Marzo de 2020

... Rika Minami compra acciones de Orgatronic TV. Esta empresa hace 7 años absorbio la bien reputada empresa de electrodomesticos AKAI con la que ha obtenido fuerza en la distribución de sus chips para TV. La famosa actriz ha comentado que cambia el cine por la TV y empezará a rodar una serie de agentes espaciales de aquí un par de meses, llamada "Dirty Pair". Ell actuará en el papel de Yui...."

Luego encuentras otra noticia de más interes tambíen troceada en la caché de google.

" Osaka, 12 de Abril de 2023

... Redada policial en los almacenes de Orgatronic TV... Droga sintética Forte escondida entre cajas de chips... 100 kilos en total obtenidos...Rika, actriz, sospechosa... 2 dirigentes detenidos..."

Las palabras de aquel hombre no hacían sino aumentar la ira de Kaito. ¿Dinero? Ese miserable...
Agarrándole del brazo, arrastró al desgraciado fuera de su escondrijo sin muchos miramientos, y a continuación le señaló el lugar donde sus compañeros yacían en aquel macabro estado momificado.

- Mira allí -le ordenó, pero el hombre gimoteaba y no conseguía aparatar la vista de la armadura, que le hablaba con esa voz metalizada- ¡He dicho que mires allí! ¡Eso de ahí es culpa tuya!

Kaito le soltó, y cuando quiso darse cuenta, se encontraba a punto de asestarle un golpe fatal. Una de las cuchillas había emergido del brazo derecho del traje, y se mantenía en posición. Fue el grito de horror del hombre lo que hizo que Kaito reaccionara y se pensase por un momento lo que estaba haciendo.

¿Qué demonios le estaba pasando? Él no era un asesino. No quería ser un asesino. Y sin embargo, una parte de su mente, fría y calculadora, le susurraba: mátalo, mátalo. Es demasiado peligroso dejar testigos. Mátalos a todos.

Dentro del casco, Kaito sudaba, era una decisión difícil, además de tratar de contener el impulso que ya sentía de bajar la hoja y separar la cabeza de ese miserable de su cuerpo. ¿Acaso era el traje el que le volvía tan violento? No lo sabía.

¿Y si era peligroso dejar testigos, qué haría con las chicas? No, no podía hacerlo, no después de haber conseguido salvarlas. Además, trató de consolarse mientras se daba cuenta de que se había decidido, ninguno de los presentes le había visto transformarse, ni le habían visto la cara.

Muy lentamente abandonó la posición de combate, mientras la cuchilla se volvía a retraer. El matón estaba paralizado de miedo, así que tuvo que instarle a moverse.

- Vete... ¡Vamos, largo de aquí!
 

El tipo salió corriendo lo más rápido que le permitían sus piernas, y Kaito decidió que era hora de que él también saliese de allí. Le hubiese gustado ayudar más a las chicas, pero al menos la que estaba consciente no haría otra cosa que asustarse. Además, no sabía cuánto tardaría en tranquilizarse lo suficiente como para que desapareciese la armadura, y no deseaba ser visto en plena transformación.

Salió de los almacenes y se perdió por callejuelas, dando un rodeo para volver a "casa". Aún no había llegado cuando lo notó. La sensación le obligó a detenerse, y tuvo que ponerse de rodillas, mientras las partes del traje se desprendía, se iban comprimiendo y se deslizaban hasta desaparecer en su espalda con un sonido inquietante. En pocos segundos, Kaito estaba libre, arrodillado en la calle, con la sudadera y la camiseta hechas jirones, pues al emerger las piezas del traje las habían destrozado desde atrás. Se puso en pie, temblando. Aún le escocían las marcas de la espalda. Se dirigió a su ruinosa guarida para descansar, si podía.

Finalmente, tras un buen rato rebuscando por internet, Hikaru logró encontrar varios fragmentos de información que relacionaban directamente a Rika con AKAI. Y no solo eso, si no que al parecer incautaron una droga experimental en unos almacenes del grupo empresarial. "¿Tendrá algo que ver con la transformación de aquel ejecutivo?" Pensó al recordar el intenso combate en el callejón.

Hikaru ya tenía suficiente información como para sospechar firmemente de la actriz. Pero ahora solo le faltaba pensar en una manera de abordar el tema y cómo constatar todas sus suposiciones... Sabía que mañana tendría una cita con la mujer. Pero, ¿de qué le serviría? Hikaru dudaba de que Jin acudiese a la cita, pero tampoco podría descartar que el hombre se recuperase a tiempo para la cita. Quizás podría tratar de seguir a Rika tras la cena o, en caso de que Jin no aparezca, podría hacerse pasar por un fan. "No... eso no me serviría para averiguar gran cosa." Las ideas pasaban fugazmente por la mente de Hikaru. Algunas eran plausibles y otras las descartaba directamente. Hasta que una de ellas le pareció bastante sólida aunque también arriesgada. Podría hacerse pasar por un becario o por un asistente en prácticas. Hikaru era joven, pero dada su altura bien podía aparentar unos cuantos años más. "Pero, ¿qué más podría hacer...?" Se preguntó llevándose la mano instintivamente al pecho.

Sin mas ganas de buscar más información decides comer y luego tumbarte un rato para descansar. Por hoy ya tuviste suficientes sobresaltos. A media tarde te vas al club de kendo para practicar un poco y destensar los musculos. Para el día siguiente quedaría como enfocar la reunión con Mika.

El motorista se alejó corriendo lleno de miedo. Aunque no a gusto del todo con lo sucedido, almenos habías salvado una vida, o quizás dos según se mire. Las chavalas estaban a salvo y ya se ocuparían ellas mismas de salir de allí. Para no alertarlas sales corriendo de la nave y con varios saltos largos, te escondes entre callejones para quitarte la máscara. Luego de ello vuelves a tu casa y te coges la tarde libre para tus quehaceres.