Partida Rol por web

Prefiero esperar a la respuesta de los jinetes presentes. Aun no tengo claro cuál es la hostilidad real de la situación, y no creo que una elfa extranjera, proveniente de un país considerado como liderado por una bruja, ayude a rebajar las suspicacias y tensiones.

A pesar de que los jinetes parecen relajarse, eso no significa que no sigan algo molestos por vuestra interrupción y por eso Maerstan os responde secamente aunque con un mínimo de respeto debido a que habéis manifestado ser emisarios del Rey.

-El vado es lo suficientemente amplio como para poder pasar sin haber tenido que interrumpirnos -le responde el jinete del Folde Este a Aldor para luego girarse hacia Dengal- Y si queréis ver a Cenric, tendréis que buscarlo vosotros mismos. El Mariscal no se encuentra aquí sino al noreste, en el centro de Estemnet.

Durante la intervención de Galadan, todos hacen silencio y una vez que este termina ambos jinetes lanzan una ligera carcajada, incluso podéis oír algunas risas y aplausos de los espectadores de ambas orillas. Inmediatamente, es Ashgar quien interviene aunque claramente un poco más calmo y con un ceño menos fruncido que su compañero de flitan.

-Bastante bien para un extranjero, veo que has aprendido mucho de nuestras costumbres, gondoriano -le dice con una sutil sonrisa el jinete del Folde Oeste a Galadan para después también dedicarle una mirada a Barald- Así que vosotros sois quienes habéis acabado con el troll de las montañas, me habían dicho que los cazadores eran un grupo variopinto pero no me imaginaba que tanto. Aún así, sabed que contáis con el agradecimiento de muchos de los míos, tanto por haber evitado que ese monstruo siga atacando sus granjas como por haber vengado la muerte de sus familiares.

Al parecer la situación presente se había relajado o, al menos, interrumpido lo suficiente como para evitar la escalada de agresividad. Pero era evidente que, si no mejoraba la relación entre ambos Mariscales, el fuego que hiciera arder el bosque siempre estaría a punto de prenderse. 

Aunque el tal Ashgar muestra su agradecimiento de parte de las tierras del Oeste, está claro que Maerstan del Folde Este está deseando deshacerse de la compañía y continuar con sus bravuconadas. Pienso que, si los dejamos tal cual, seguramente volverán a iniciar su lucha verbal, y eso debemos impedirlo.

- Valiente Maerstan, agradezco tu indicación, pero no es suficiente. -hubo una tensión palpable entre los jinetes ante mi intervención, seguro que tanto por mi presencia extraña como por mi mensaje de confrontación. Sabía que me la estaba jugando, pero en todo caso había llamado su atención. Además, seguro que durante unos días tendrían algo de que hablar que los distraería de sus enfrentamientos.

- No hemos venido desde Edoras, por orden de vuestro propio Rey, para ser despachados como simples chiquillos mensajeros. Iremos por nuestra cuenta en busca de Cenric, entiendo que vuestra guardia en el vado es importante como para perder hombres innecesariamente -espero que la intención subyacente al comentario quede claro-.

- Pero ahora requerimos que nos deis descanso y comida antes de partir. No falta más de una hora para que se ponga el sol, y no sería digno de un pueblo honorable enviar a sus aliados a cabalgar errantes sin ofrecerles la más mínima hospitalidad. Y también necesitaremos que nos indiquéis con más detalle dónde se puede hallar el Mariscal, además de sus quehaceres hasta donde nos sea posible saber.

Que una extranjera exigiera a un Jinete de la Marca, en su propia tierra, era una temeridad. Pero necesitaban cortar de raíz el flitan, y asegurarse la colaboración y atención de los luchadores en su propia misión.

Un silencio pesado cae y apaga las risas de los jinetes tras mis peticiones. Parecen estar valorando si expulsarnos de allí por altaneros, o si realmente deben obedecer a unos autoproclamados enviados del Rey. Lo que Galadan ha conseguido con arte y humor, podría venirse abajo por mi confrontación directa.

Así que en ese silencio, rompo a cantar. No se la lengua de la Marca, y mis conocimientos del Oestron no me permiten hilar una tonada. Pero recuerdo las canciones que junto a mis compañeros canturreábamos en las largas guardias junto al Gran Río, tal y como estos hombres están haciendo en este vado.

Al finalizar, hago una reverencia y me presento con más delicadeza y diplomacia:

- Mi nombre es Narieth Linduin, y he pasado largos años vigilando los ríos que protegen a mis propios hermanos de los ataques de la Sombra en el Bosque Dorado. Yo también he estado aburrida durante largos días e interminables noches, con las armas en la mano tensa, y el espíritu inquieto ante las amenazas temidas. - Parecía que ese comentario empático relajaba a los guerreros-. Pero nosotros no somos enemigos- añado levantando las manos vacías-, y las historias que os podemos contar antes de reposar por la noche son mucho más entretenidas que lidiar con los pies mojados en el vado. Si nos invitáis a compartir campamento, claro.

La mayoría de mis compañeros había intervenido y pese a que habían logrado que los jinetes olvidara -al menos de momento- el conflicto en el que estaban, algo dentro de mi me decía que haga algo, no podía quedarme callado por más tiempo. Ese pensamiento fue más que confirmado cuando la elfa habló. Su tono mandón y el hecho de que sea una extranjera la que les daba órdenes no serviría para traer paz a sus corazones, en el mejor de los casos responderían a sus preguntas y peticiones de manera educada. En el peor se ganaría un insulto y volveríamos a lo mismo. Era momento de que alguien como ellos les hablara. 

Adelanté mi caballo para ponerme a la altura del grupo que se había formado, respiré profundamente para ganar confianza y mi alcé la voz para que todos me escucharan. - Mi nombre es Eothred, como ustedes hermanos soy de Rohan y un rohirrim que quiere servir a su gente. Lo que les han dicho mis compañeros sobre el troll es cierto, pero hay algo que no les han dicho. ¿Saben por qué fue tan fácil derrotarlo? No fue porque seamos grandes guerreros, no fue por el azar de la suerte, fue porque trabajamos en equipo, todos como un solo puño, todos como un escudo. Desde que era un niño pequeño mi sueño fue llegar a ser un rohirrim y mientras crecía hubo una lección que me dio mi tío Owan que nunca olvidaré. "La fuerza de Rohan está en la unidad de su gente, la fuerza de cada guerrero no está solamente en su espada, sino también en el jinete que tiene a su lado. Una carga de caballería no sirve con un solo caballo, es el grupo y la unidad donde reside nuestra fuerza". Hermanos, no importa cuales sean las diferencias que tengamos, pues lo que nos une es mucho más. Y dejándome llevar por el momento levanté mi puño y grite. -¡Gloria a Rohan! 

Luego de escuchar las palabras de Narieth, Maerstan vuelve a hablar.

-Así que los rumores son ciertos, hay una elfa del Dwimordene en la corte de Meduseld… -comenta el jinete del Folde Este con un tono de voz que mezcla temor, desconfianza pero también respeto- Si fuerais simples chiquillos mensajeros ya os hubiera despachado sin mediar palabra, Dama Narieth, sin embargo simplemente he respondido con sinceridad a las preguntas de vuestros compañeros. Aun así, como mi gente no es ajena a las normas de la hospitalidad, podéis descansar en nuestro campamento y compartiremos con vosotros nuestra comida.

Luego de prestarle atención a la intervención de Eothred, con la cual no solo están de acuerdo los presentes sino también algunos de los individuos que hay en ambas orillas, es Maerstan quien vuelve a hablar.

-Serás más joven que el más inexperto de mis compañeros, Eothred, pero tus palabras cargan la sabiduría de los jinetes de antaño -comenta reflexivo el guerrero del Folde Este- En estos tiempos donde la Sombra crece, debemos intentar mantenernos juntos a pesar de las diferencias que tengamos… y las pérdidas que hemos sufrido.

-Así que tu eres el sobrino de Owan de la Guardia del Rey -interviene el rohirrim partidario de Éogar- Pues dile a ese maldito desgraciado que Ashgar del Folde Oeste quiere su revancha. Durante la celebración de la coronación del Rey Thengel, Owan me desafió a una competición de bebidas y no solo me ganó sino que siguió bebiendo como si nada, lo cual es imposible a menos que sea un enano de las montañas del norte. Sospecho que no ha jugado limpio y que solo ha bebido agua durante la ceremonia y la cena y por eso dile que la próxima vez que nos encontremos en Meduseld, estaré preparado -le dice Ashgar a Eothred aunque no con desprecio sino con el ímpetu propio de alguien que ha perdido un desafío, acto seguido vuelve a hablar- Ahora, a menos que tengáis algo más que decir, os pido que nos dejéis continuar con el flitan.

Viendo que Maerstan también está de acuerdo y que según la tradición el flitan solo puede ser interrumpido en caso de ataque enemigo o una emergencia, decidís haceros a un lado esperando que vuestras palabras hayan sido suficiente para calmar los ánimos.
Luego de intercambiar un par más de pujas aunque basadas principalmente en el ingenio más que la agresión, los espectadores de la orilla este y algunos de la oeste declaran que las de Maerstan han sido más graciosas y agudas. Inmediatamente, Ashgar acepta la derrota y estrecha la mano de su rival.

-Has ganado y por eso te entregaré un barril lleno de cerveza, siempre y cuando me dejes darle el primer trago -le comenta Ashgar a su rival.

-Primero trae ese barril y luego discutiremos quien bebe el primer trato -le responde Maerstan.

Tras intercambiar unas risas, los jinetes abandonan el vado en dirección a sus respectivos campamentos aunque Maerstan os hace una seña para que lo sigáis. Acompañando al jinete del Folde Este, dejáis a vuestras monturas en un improvisado corral y luego le seguís hasta una fogata cercana a la orilla en la que se encuentran dos guerreros que, de acuerdo a vuestro guía, se tratan de sus hermanos. Mientras los hermanos de Maerstan llenan los cuencos que lleváis en vuestro equipo con el estofado de jabalí que acaban de cocinar, veis que tres hombres cruzan el vado y se dirigen hacia vosotros. Luego de que Maerstan saliera a su encuentro e intercambiara un par de palabras con ellos, estos se reúnen con vosotros en la fogata y para vuestra sorpresa se tratan de Ashgar y sus dos primos, los cuales llevan con ellos el barril de cerveza prometido. Además, no tardáis en daros cuenta que la actitud Ashgar no es una excepción a la regla sino que también veis que algunos jinetes del Folde Oeste cruzan el vado y comparten fogata con los seguidores de Cenric y viceversa, claramente vuestras acciones han ayudado en la unión del pueblo de Rohan o por lo menos para aliviar tensiones entre los campamentos del Vado del Entaguas.

Después de escuchar el debate sobre quien debe tomar el primer trago, el cual curiosamente termina ganando Ashgar, los rivales del flitan se dedican a llenar vuestras jarras con la deliciosa cerveza del Folde Oeste.

-Así que vais en busca de Cenric -os dice Maerstan- Como os dije antes, no se encuentra en el vado sino que está en Estemnet, puede que a medio día o a un día de aquí. Aún así, no creo que os cueste demasiado encontrarle, su rebaño es el más grande de la región y ocupa casi una milla así que si vais en dirección noreste no tardaréis en encontrarle.

Mientras nos acercamos en silencio hacia el corral y la fogata a fin de compartir una cena, le comento en voz baja a Dengal:

- Bien lo hemos hecho. La violencia no ha subido en intensidad. Una pequeña victoria para los emisarios.

Me siento junto a mis compañeros, y dejo que la conversación fluya sin interrumpir. Solo observo, levemente ceñudo.

Me mantengo en silencio mientras mis compañeros hacen su intervención y explican a su manera lo mismo que he explicado. 

Pero todo parece cambiar ante la contestación de los dos rohirrim: la ubicación del Mariscal Cenric era errónea, éste se encuentra en el centro del Estenmet. Me quedo sorprendido ante el agradecimiento del Folde Oeste por nuestra actuación en la muerte del trol de las montañas. 

El problema ahora era que según los contendientes del flitan no teníamos ningún motivo para no seguir con nuestro camino, cosa que no era cierta, si podíamos hacer entrar en razón a aquellos dos y que peleas entre compatriotas en esos tiempos podía acabar en tragedia:-Gratitud por las indicaciones:-dije en respuesta.

Para mi asombro Narieth decidió intervenir y usar la baza de la emisaria del rey, y gracias a la intervención del joven Eothred, no sólo evitamos que se puedan matar entre ellos si no que también nos darán de beber y comer:-Qué podéis contarnos sobre el Mariscal? Conocemos algunas cosas pero me gustaría saber la opinión que tienen sus hombres.-dije después de hacer un gesto de agradecimiento con la cabeza al coger el cuenco con el estofado. 

El grupo se dirige a la fogata de los dos bandos rohirrim, y aunque temprano estaban al bardo de una gresca, ahora parece que hay más un espíritu festivo y de amistad, una sangrienta pelea pudo estallar por tan solo un intercambio de palabras y al mismo tiempo se pudo evitar también mediante palabras. Me deja reflexionando sobre el valor de la palabra y que muchas veces, más de las que creemos, pueden causar más muertes que el acero.

Cita:

El comentario de Galadan me vuelve a la realidad y le respondo con una sonrisa. Mientras los rivales del flitan se ponen de acuerdo en quien será el primero que beba, tomo mi mandolina y me paro alrededor de todos para llamar su atención a medida que mi dedos comienzan a tocar una melodía festiva.

Nace de lupulo y cebada,
y vive en una botella encerrada,
puede ser morena o dorada,
puede ser de trigo o cereza,
para ser sincero sin rodeo digo,
buena amiga es la cerveza.

Siempre fresca y helada,
bajo el sol te acompaña,
siempre suave y espumosa
y siempre tan amorosa,
es que siempre hace bien a la cabeza,
en los dias de verano,
abrir una buena cerveza.

A medida que canto voy danzando al compás de la música, invitando a todos a participar.

Nada te hace mas libre,
nada te acerca mas tu gente
que en las tardes de pereza,
tomarse una buena cerveza.

La disfruta el rey en su castillo
la disfruta el cura y el monaguillo,
la disfruta el porbe y el rico,
la disfruta la niña travieza,
que siempre abre escondida en su pieza
una fria botella de cerveza.

Es que en simplre conclusion
todos disfrutamos de su sabor,
ya sea en pena o en amor,
ya sea en la mesa o junto al fogon,
ya sea en la riqueza o la pobreza,
todos disfrutan de una buena cerveza.

Luego de la canción tomo un trago de cerveza que me acerca Maerstan entre risas y halagos, a lo que le devuelvo la risa y le consulto: -Mi buen Maerstan, ¿Esmund y Gálmód son tan buenos hacedores de celebraciones como usted o la seriedad que deben tener junto al Señor Cenric se los impide?

Parece que la intervención de mis compañeros ha surtido efecto y la tensión entre ambos grupos parece relajarse, la opción del acero es cosa del pasado.

Se preparan para que corra el alcohol mientras que me refugio en mis pensamientos, no creo que esta misión encomendada por el Rey vaya a ser facil de cumplir, para una persona solitaria como yo no es el tipo de cometidos que me gustaría llevar a cabo pero he empeñado mi palabra e intentaré aportar mi granito de arena para que todo se resuelva favorablemente para los intereses de Rohan.

Mientras estoy ensimismasdo con mis pensamientos, empiezo a escuchar al bueno de Dengal tocar su mandolina y luego comienza a cantar y bailar, por un momento olvido todas mis preocupaciones y comienzo a dar palmas al ritmo de la música sin poder dejar de sonreir, este muchacho tiene la capacidad de alegrar los corazones de las personas.

Mientras disfrutáis de la cena, Maerstan comienza a responder a vuestras preguntas.

-Cenric es un buen señor, valiente en la batalla, hábil con las armas, firme con sus súbditos y severo con la ley, es astuto e inteligente pero puede ser directo cuando la situación lo requiere -os comenta el jinete aunque mientras este habla os dais cuenta que Ashgar hace una sutil mueca, como si no compartiera la opinión de su “amigo”- Puede que no sea el mejor líder del Folde Este pero sabe gobernar y gracias a él nuestro pueblo ha prosperado mucho debido al cada vez mayor comercio con Gondor -tras darle un trago a su jarra de cerveza, Maerstan centra su mirada en Dengal- Gálmód no es el hombre más festivo de la Marca pero sabe como manejarse con tacto y cortesía, sobre todo en las comidas con otros señores. Además, es más astuto que un zorro y he visto como solo con un par de palabras ha humillado y dejado sin habla a más de uno que osó criticar a Cenric, si le interesara sin lugar a dudas sería el mejor en el flitan. En otras palabras, Gálmód es de aquellos que no te dejan indiferente, o le respetas o le odias. En cuanto a Esmund, es de los que prefiere compartir una jarra con sus hombres que con los nobles pero aún así no es un gran conversador y ni siquiera el alcohol más fuerte es capaz de quitarle la seriedad del rostro y la pena de la mirada, algo totalmente comprensible luego de haber perdido a su esposa tan trágicamente…

-Lo de Esmund fue una verdadera pena, si no fuera por su pérdida y porque Cenric se quedó con el puesto de su padre, podría haber sido un excelente Mariscal -interviene Ashgar- Puede que mi gente haya tenido y tenga problemas con la de Cenric, pero la mayoría de los jinetes que patrullamos el margen occidental del Entaguas conocemos a Esmund y le respetamos como guerrero y capitán.

- ¿Os importaría relatarnos, señor, esas trágicas circunstancias en que murió la esposa de Esmund? ¿Cuándo sucedió esa desgracia?

Parece que Narieth ha leido mis propios pensamientos, su pregunta ha tenido poco tacto pero ha sido muy concreta, espero que el soldado de Rohan no escatime detalles y podamos sacar alguna informción que nos pueda servir en esta empresa.

-No hay mucho que contar -dice Maerstan- Hace tres años Esmund y su esposa estaban esperando a su primogénito pero el destino quiso que no solo su esposa falleciera durante el parto sino que Esmund estuviera lejos y de patrulla, impidiéndole así poder despedirse de ella. Su hijo, Éomund, sobrevivió y es un niño fuerte pero el capitán nunca se recuperó de su pérdida.

Luego de un buen tiempo compartiendo la fogata y habiendo terminado ya la cena y el barril de cerveza, finalmente decidís retiraros a descansar y por eso Maerstan os escolta hacia un par de tiendas libres. Tras repartiros entre las carpas, os acostáis y de inmediato caéis rendidos a causa del cansancio del viaje y la tranquilidad que os proporciona saber que hay unos buenos guerreros custodiando el campamento.