Partida Rol por web

Saludó a Iwao alzando su taza ya vacía, mientras escuchaba tanta formalidad.

Muunokhoi se puso serio al oir sobre la muerte de Hojo cerca de las tierras de su clan. No es que siguiera su carrera con especial interés, pero alguien con su fama algo bueno debía haber hecho bien. Le entristecía que su vida hubiera acabado cerca de las tierras de su clan, y en parte no podía dejar que algo muy malo podría estar pasando allí y él se encontraba en la otra punta de Rokugan.

Muunkhoi -En cuanto antes tengamos ese mapa, antes podremos trazar una ruta. -Ya no podía verse la despreocupación que mostraba al entrar en aquella sala, ahora tenía algo que hacer.

Toshiro bufó levemente para sí mismo ¿Problemas y bandidos? Estaba claro que iba a haberlos. Eran un grupo grande y, posiblemente, serían aún más dentro de poco. Y Tokumichi no mandaría semejante comitiva para un paseo inocente hasta tierras Dragón. Casi lo que más le preocupaba era que el magistrado esmeralda hubiese caido. Era un gran guerrero, de noble espíritu, no alguien que pudiera caer en cualquier emboscada mal preparada. Quizá hubiese algo más en toda aquella misión que no calculaban, debería estar atento. Que se requisiese a la Dragón, después del viaje hasta tan lejanas tierras, tampoco dejaba de ser notable, pero quedaba en segundo plano para una reflexión posterior, ya que la llamada de atención del Shinjo sobre los mapas le sacó de sus elucubraciones. Centrarse en el ahora, y, una vez en la soledad del camino, reflexionar.

- Veamos esos mapas.- asintió, de acuerdo con su compañero

Me rebullo inquieto pero no figo nada, viendo el grupo qeu se ha formado lo normal es esperar problemas y muy gordos y no solo los naturales. De hecho la terrible noticia de la caida de un poderoso defenor del imperio no hace si no atraer negras nubes sobre nuestra "acomodada" misión.

 Me acerco a los que estan examinando los mapas y permanezco en un segundo plano escuchando las opiniones antes de decir nada.

Una pena que kitsuki rin deba alejarse de nosotros, parecía qeu ambos estabamos  agradecidos de contar con la presencia del otro. Pienso para mi.

Las palabras pronunciadas por la mensajera Miya pronto atraen mi atención, haciéndome olvidar la insulsa presentación realizada por el recién llegado Kakita. El escuchar que se requiere a la dragón para otros asuntos hace que un ligero cosquilleo recorra mi cuerpo, reflejo de mi deseo por conocer cuáles son dichos asuntos, y que una maliciosa sonrisa se dibuje en mis labios, debajo de mi máscara. Sin duda, el Isawa echará de menos a la mujer. Por otro lado, el hecho de que un reputado magistrado esmeralda y su séquito hubiesen perecido cerca de las tierras de los unicornio hace que en mi cabeza afloren varias cuestiones, las cuales, de momento, prefiero no exponer: ¿una traición por parte de algunos miembros de un clan?; ¿unos simples bandidos que habían disfrutado de un golpe de suerte?...

-  Mitsuko - san - digo, haciendo que mi voz suene lo más neutral y despreocupada posible, y llamando la atención sobre mi persona más de lo que suelo hacer habitualmente - sé que habéis dicho que no conocéis los detalles relacionados con la desgraciada muerte de Tsume Hojo, pero ¿sabéis, al menos, en que zona concreta se produjo tan fatídico acontecimiento? - cerca de tierras unicornio me parece una información demasiado escasa, sobre todo si tenemos en cuenta que nuestro viaje nos obligará a pasar "cerca de tierras unicornio".

Miya Mitsuko tenía un semblante triste para hablar del viejo Kensai, pero era algo normal, como todo miembro de los magistrados esmeralda había entablado algo de relación con el samurai. Fuese en el dojo de Otosan Uchi o fuese durante alguna misión de entrenamiento, muchos magistrados nuevos como ella habían pasado por la vida de Tsume Hojo:

- Los detalles son escasos y confusos, la zona sin embargo fue la frontera noroeste del territorio Unicornio. No sabemos a qué se enfrentaban, pero dudo de que fuesen criminales convencionales.

Satisfecho con el despliegue de medios anunciado por la Miya, y con alegría renovada al saberse en compañía del Clan, Taiki juntas sus manos a modo de disculpa.

-Lamento haberos aburrido con temas espirituales, cierto es que hay asuntos que deben ser abordados con atención y urgencia, pero hasta hace un instante, coincidiréis conmigo en que no había medios para hacerlo- hace una reverencia a la heraldo -De momento sabedme a vuestra disposición.