Seguía sonriendo... Esa chica sabía lo que hacía y me caía cada vez mejor.
-Son demasiadas molestias por un solo pendrive-. Le dije a la chica-. Qué tal si nosotros te damos algo que quieres y tú algo que nosotros queremos?
Miré al camarero, pedí un filete con papas y una botella de champagne. No había reglas sobre no beber en la agencia, no?... O si?
No dejaba de sorprenderme la sorpresa con la que Janice miraba a "Cat", al fin y al cabo la ciudad estaba llena de personas que hacían lo imposible por conseguir un buen dinero.
La chica sonríe ante las palabras de los dos investigadores y añade mientras comía sin demasiados modales:
Con la boca llena de comida y recostada añade:
La chica hablaba con un tono bastante casual y quitándole importancia a las cosas, como si lo que estaba diciendo era una obviedad y una tontería.
Observé con cierta incredulidad a mi compañero una vez terminó de hacer su pedido. ¿Champán? Aquel gasto excesivo me parecía un poco fuera de lugar, aunque tenía que reconocer que podía hacer con su dinero lo que le diera la gana. Sólo esperaba que no se fuera a emborrachar.
—Antes de continuar y ya que estamos hablando de lápices de memoria. ¿Me podrías devolver el que me robaste, por favor? —Extendí la mano en dirección a Cat, en un claro gesto de que quería de vuelta mi pendrive—. Me imagino que ya habrás sacado la información y que, a estas horas, ya la habrás vendido al mejor postor. Así que, me gustaría volver a tenerlo en mi poder.
Mientras esperaba a que me lo entregara, pensé durante unos instantes en su oferta, dudando de hasta qué punto la Agencia consideraría ético hacer ese tipo de tratos. Aunque, viendo la gente a la que contrataba, porque por lo que estaba comprobando no eran sólo expolicías o anteriores investigadores sino que debía haber de todas las raleas, me imaginaba que haría la vista gorda ante un trato así. Sin embargo no podía estar segura de ese punto.
—Una casa... Sinceramente, no estoy segura de querer tu ayuda si el pago puede resultar demasiado elevado. Como comprenderás no es lo mismo la casa de tu vecino friki que la del Secretario de Estado...
Volví a dedicarle una sonrisa sarcástica empezando a cansarme del comportamiento de aquella niñata.
La chica se rebusca los bolsillos y saca el pendrive de Janice mientras dice:
Cat seguía comiendo con una sonrisa en la cara, se notaba que le gustaba la comida que estaba comiendo, cuando escucha lo que le dice Janice, se termina el trozo de comida que estaba comiendo y dice:
Decía mientas volvía a dar buena cuenta de su plato.
—Las cosas aparentemente fáciles acaban resultando las más difíciles o peligrosas. —Murmuré más para mis adentros que para ser escuchado por los otros dos.
Cogí el lápiz asintiendo con la cabeza y me lo guardé en el bolso del pantalón pensando que, en cierta forma, había roto la confianza de Nefera al permitir que la información sobre su inventario cayera en otras manos. Pero ya era tarde para vanas lamentaciones.
Me giré hacia Dean para saber qué opinaba él de aquel asunto, aunque empezaba a darme cuenta que el trabajo de mi compañero, por lo menos hasta el momento, no era demasiado legal y me imaginaba que su respuesta sería que, con tal de conseguir algo de información, los medios para lograrlo era lo de menos.
—¿Tú qué opinas Dean? ¿Debería hacerlo o sería mejor consultarlo con la Agencia?
Al fin y al cabo yo ahora trabajaba para la Agencia y no tenía muy claro aún si admitirían ese tipo de "chantaje".
No quería dejar pasar la posibilidad... Si ella era del tipo de persona que yo creía (y hasta ahora había demostrado serlo) no perdería la oportunidad de ver a un colega en acción... Nunca se sabe cuando se necesitará una ayuda... Y es mejor haber visto a la gente trabajar...
-Te diré lo que haremos... Nosotros te ayudaremos a robar la caja, todo el trayecto... Y luego tú nos ayudarás con los egipcios... Vamos -añadí con una sonrisa-. El viejo y querido trueque...
En ese momento suena el teléfono de Janice, se trata de Sandara, la chica ya había recuperado su voz habitual:
Decía la chica, de fondo podía escucharse como estaba en la oficina, no había demasiado escándalo, pero algunas conversaciones se escuchaban. Mientras hablaba por telefono Cat ordenaba un postre, una tarta
Estaba terminando de comer cuando sentí vibrar el móvil. Miré la pantalla y no pude evitar un gesto de extrañeza al comprobar quién la hacía. Sólo esperaba que no hubiera ocurrido algo malo.
—Dime Sandara... No, no... Tranquila, puedo hablar. —Escuché lo que me tenía que decir y en ese momento sí que empecé a preocuparme. Sobre todo porque me daba la sensación que habíamos hecho algo mal en ese caso y que ahora tendríamos que arrastrar las consecuencias—. Vale, terminamos de comer y vamos para allá. No creo que tardemos mucho más. Nos vemos en la oficina. Chao.
Colgué el teléfono con gesto serio, sin prestar atención al trozo de tarta que habían puesto ante Cat, por mi parte ya daba por terminada la comida. Me giré a Dean para comentarle el aviso que acababa de darme Sandara.
—Nos vamos a tener que ir. El jefe quiere vernos en la oficina cuanto antes. Invitabas tú ¿verdad? —Había cierta malicia en mi voz, al fin y al cabo la idea de invitar a Cat a comer había sido de él y yo, como su compañera, me daba por invitada también.
No me hacía gracia irme sin acordar con Cat... Pero asentí y miré a la chica esperando una respuesta.
Cat mira a Dean y se queda unos segundos pensando para añadir:
Tras dejar a Cat la pareja se marchó a la oficina, allí encontraron a Sandara que estaba tecleando a toda velocidad, lo cierto es que la chica cuando trabajaba lo hacía realmente bien y estaba haciendo varias cosas a la vez como si nada, al verles sonríe y dice:
Al entrar en el despacho pueden ver a Aarón observando el ordenador detenidamente, cuando llegan les mira y les indica que se sienten:
Mira a los dos por unos segundos y suspira, en la mesa había dos carpetas, saca un de ellas y se la muestra a Janice:
El hombre saca una fotografía de una chica asiática, menuda y algo desaliñada y comienza a hablar:
El hombre mira a Janice y tras rascarse el mentón, como para reflexionar un poco añade:
Después mira a Dean y se queda pensando unos segundos:
Chica asesinada
Stefany
Sentía cierto desánimo cuando llegué junto a Dean a la oficina y el hecho de saber, por boca de Sandara, que el jefe parecía preocupado no ayudó precisamente a levantar mi ánimo. Tenía la sensación de que todo se debía a mi ineptitud en el caso que estábamos llevando, sobre todo a raíz del robo que había sufrido.
Y esa sensación no me abandonó cuando, después de entrar en el despacho y saludar a Aaron, escuché sus primeras palabras. La sorpresa se reflejó en mi cara al saber que, supuestamente, todo estaba solucionado, pero la intranquilidad seguía presente en mi interior. Pero poco podía hacer ya al respecto, si la clienta no quería que siguiéramos en el caso no quedaba más remedio que apartarse a un lado.
Cogí la carpeta que me tendió el jefe, echando un rápido vistazo a su contenido, esperando poder ofrecer en ese caso un poco más de ayuda de la que había dado con el caso del robo.
—Espero hacerlo mejor esta vez. —Murmuré molesta conmigo misma. Pero había otras cuestiones que requerían mi atención y no eran precisamente mi orgullo herido—. No recuerdo quiénes son los compañeros que llevan este caso... ¿Sabes dónde los puedo encontrar ahora?
El hombre observa a la chica y asiente mientras se pone de pie y dice:
Decía mientras indicaba a la joven que podía marcharse y observaba a Dean y su posible reacción
Janice pasas a la escena
Hice un gesto de sorpresa al enterarme que mis futuros compañeros se encontraban en la oficina. Quizás el hecho de que había entrado preocupada y sin fijarme en nadie, aparte de Sandara, había conseguido que pensara que no había nadie más en las mesas.
De todas formas asentí con la cabeza y, cogiendo la carpeta con la información, me despedí tanto del jefe como de Dean.
—Hasta luego.
Cerré la puerta a mis espaldas para enfrentarme a un nuevo reto.
Asiento. Aunque espero a que salga Janice para hablar con el jefe.
-Jefe. Creo que hay algo más en este caso. Continuaré trabajando con los chicos, pero me gustaría poder trabajar fuera de horas con los datos que tenemos. La chica, "Cat", tiene información que podría ayudarnos. Y temo que si no logramos averiguar algo más sobre esto, terminará explotándonos en el rostro tarde o temprano.
Esperé su reacción espectante.
El hombre se queda mirando a Dean y dice:
Se queda unos momentos en silencio y a continuación dice: