Era el segundo día desde que las notas de los exámenes habían llegado, donde en esos instantes podrían seguir siendo cazadores o debían abandonar el lugar. Ustedes dos no tuvieron problema ninguno pero si una persona allegada a ustedes Oriel, se había esforzado tanto para alcanzar el otro año pero en el último momento tomo una mala decisión por eso ahora están solos.
Se encuentran en su habitación mirando la tercera cama vacía, tan solo un silencio es lo que se escucha debido a que ninguno tomo la iniciativa a decir algo.
Sentada en el borde de su cama, pies en el suelo y piernas abiertas cómodamente para apoyar los codos y dejar sus brazos caer, mira la cama de Oriel pensativa. Ella se veía mejor que ella. Más inteligente, más carismática, más fuerte. Más todo. Y había fallado. ¿Por qué? ¿Por un mal día? Eso era ridículo. Confiaría en ella mil y un veces para cuidarle la espalda, sin importar que hubiese fallado esa última calificación.
- ¿Crees que siga buscando al demonio que mató a su familia? - pregunta a Dimitri, rompiendo el silencio pero sin levantar la mirada.
Estaba tirado en mi cama sabiendo que uno de nosotros se fue era un golpe duro y malo despues de lo que habiamos vivido entre los 3 pero ahora estaban ellos dos y notaba como Aless la extrañaba. Nunca se hubiera dado por vencida incluso si se fue por la prueba. Aunque no sabia que podia estar haciendo.
Se levanta para no quedarse dormido y se sienta la lado de ella. ¿La extrañas como yo verda?.
Lo mira, y vuelve a mirar el espacio vacío que dejaba Oriel, aprobando implícitamente la decisión del chico de sentarse a su lado. Suponía que tenía razón. Pero eso solo la hacía desear con mayor intensidad que se hubiera quedado. No quería que la próxima vez que la vieran fuera como víctima. No quería siquiera imaginarse que pasaría si la atrevida chica enojaba al monstruo equivocado.
- ¿Crees que vaya a estar bien? ¿No deberíamos ir con ella? - preguntó, respondiendo así a las dudas de Dimitri.
Asiento y luego tomo una mano de ella, para luego sonreir. Estara muy bien, era muy fuerte e inteligente podra con todo lo que se enfrente en el camino. Me quedo pensando un poco pero niego luego. No hubiera querido que por ella nos fueramos sino porque quisieramos o algo diferente.
Mire la cama de nuevo recordando ese dia. Sabes ella seguira aqui con nosotros mientras recordemos como era y su sonrisa, se que algun dia la volveremos a ver. Tomo su mano apretando con la mia suave. Prometo cuidarte Alessandra como no pude hacerlo con Ori.
Acaricia la mano de Dimitri, un poco aliviada de al menos sentirlo a él ahí. Esperaba que nunca se fuera, nunca había sido una fanática de las despedidas o de la gente abandonando su vida. De hecho, tampoco había tenido tanta facilidad para hacerse amigos de verdad, o considerar a alguien importante, y era por eso que la partida de Oriel le dolía tanto.
Supongo que sí… - respondió a su consuelo, esperando que al menos la chica les avisara si necesitaba su ayuda. Al llegar la promesa, sin embargo, no pudo sino regalarle una sonrisa enternecida - ¿Lo dices en serio?
Asiente de forma segura. Tu sabes que no falto a mi palabra. Siento su mano acariciando la mia y hago lo mismo.
Tu veras como siempre estare... Espera. Te entrega un bracelete plateado. Puede parecer tonto pero cada vez que te encuentres un problema el cual puede ser muy malo, solo di mi nombre y estare ahi. No me iba a creer que funcionaba pero iba a intentar llegar.
Mira el brazalete con curiosidad, pensando si solo sería una joya bonita o de verdad sería tan mágico como él decía. Sus apuestas irían por joya bonita. Curiosamente, a pesar de lo que había visto, de lo que ella misma podía hacer, de todo lo que sabía que existía, seguía siendo escéptica. Recibió el brazalete y se lo puso en la mano que aún sostenía la de Dimitri.
Entonces eso haré - dice sonriendo, con tal de hacerlo sentir mejor.
Sonrio aunque algunas veces era mejor que pasara antes de poder decir algo. Tendremos mas años por delante Alessandra, seguiremos estando en el mismo cuarto verdad? porque no te dejare por nada en el mundo. Mira el techo intentando saber que le deparaba el futuro.
Vamos a cuidarnos las espaldas en el futuro porque los casos seran mas dificiles y con ello criaturas que nunca pensamos combatir vendran. La miro seriamente.
Ya, basta, no te me pongas tan sentimental. Claro que seguiremos juntos, y por supuesto que te cuidaré. Suficientes preguntas hipotéticas - reclama un tanto molesta, demasiado momento cursi por un día. - Ahora ya, tranquilo, pongamos un poco de música y a seguir con nuestras vidas, ¿hecho?
Asiente ante todo y luego sonrie. La que tu quieras, quieres bailar?. Mientras coloca una canción para ello, la mira y luego comienza a moverse de a poco. Ven si no te unes quedaras en la cama jajaj.
¿Tienes algo pensado para esta escena o la dejamos ahí? Cómo se suponía que era para hacer de unión entre que Oriel se fuera y eso...
Se acerca a él con una sonrisa sutil, y poniendo ambas manos tras el cuello de Dimitri, su cuerpo empieza a moverse a un ritmo lento y seductor siguiendo la música. En el abrazo del hombre busca el consuelo por la amiga perdida y, reposando la cabeza sobre su pecho, encuentra mucho más que eso. Encuentra alivio, un respiro, un confidente. Alguien en quién confiar. No solo una extensión de Oriel, sino que alguien distinto, una versión de Dimitri que no conocía.
Definitivamente, una cálida versión a la que podría acostumbrarse.