Partida Rol por web

 Luego de que cada uno volviera a la agencia para entrenar, comenzar misiones y poder cazar moustros. Pasa todo 1 año desde que entraron por primera vez, a lo primero fue muy dificil porque habia bromas para los chicos nuevos y nadie le gustaba ayudar a los nuevos.

 El año que cursaba era el primero y debían ir a clases para saber como cazar, en algunos casos usar sus poderes para el bien. Luego habían tres pruebas en todo el año que tenian que pasarlas si o si por ahora 2 de 3 ya eran cosa del pasado,

 Para la ultima prueba debian cazar un vampiro que estuviera causando el mal en la ciudad y traerlo con vida, la primera mision real que tendrian y que debían pasarla si querian seguir en la agencia.

 Llegamos aquí en las ultimas semanas antes de la ultima prueba, intentando ver su equipo y trabajo en grupo.

Pasó un año desde los incidentes en el tren, una misión difícil pero que marcó a la agencia por la cantidad de nuevos reclutas. Muchos de ellos resultaron ser buenas personas y que al parecer tenían lo necesario para ser cazadores, pero aún no habían recibido un bautismo de fuego, las bromas habían estado, pero hasta que no superaran una misión real no eran realmente agentes.

Para Jerry esto era diferente, ya que para él la misión podría significar un ascenso, una oportunidad que no iba a dejar pasar, por lo que fue muy confiado a trabajar el día de la prueba, preparó todo y cuando vió a Joseph se quedó tranquilo. Sabía que con él a su lado no tendría problemas, ya que tenía quien le cubriera la espalda.

¿Listo para el gran día?

Luego miró a los nuevos.

¿Crees que podrán con un vampiro? ¿No estarán un poco verdes?

Prueba de fuego para los alumnos nuevos, entre los posibles futuros novatos habían varios interesantes.... en especial Alessandra que por extraño que parezca una parte de mi interior estaba expectante.

Llego al lugar del examen y yo me juego un ascenso, en este año he avanzado mucho y he aprendido a conocerme mucho mas interiormente, he descubierto partes de mi que no creía que existían.

Tienen madera de cazadores... pero la verdadera prueba no es vencer al vampiro, sino vencer su miedo. Los vampiros son unos de los mitos que representan el miedo humano.... esa es la verdadera prueba para ellos. Por cierto, ¿te presente a Alessandra?

Voy a ver Alessandra para abrazarla, espero que pases la prueba, recuerda que tu enemigo es tu miedo y no el oponente, si infravaloras al enemigo eres vulnerable y si lo temes estas vencida antes de empezar.

Iba como un pequeño tornado rosado de un lado a otro, deshaciéndose de la energía producida por los nervios buscando a su particular roca de estabilidad. No le impidió el nerviosismo dar un par de empujoncitos aquí y allá que disculpó con un guiño y sacando ligeramente la lengua antes de volver a la carrera.

Jareth había pasado sin pena ni gloria las pruebas, pues no lo hacía como querían la agencia que lo hiciera, sino como había trabajado él siempre, con un ligero esbozo de plan y dejando mucho espacio a la improvisación, pues los planes siempre se iban al garete.

Una vez preparado y listo, el joven se dirigió hacia el punto que debían de ir, donde encontró a Jade en modo "in rage" por decirlo de algún modo, pues no paraba quieta para nada- Creo que deberías relajarte -comentó con una sonrisa sabiendo que, por la experiencia que había tenido la chica no conseguiría relajarse mucho- ya verás como todo sale bien.

-¿Pero cómo puedes estar tan tranquilo, Jareth? ¿Cómo?- le agarró de la ropa y le zarandeó (sin demasiado éxito, las cosas como son)-¡yo estoy hecha un manojo de nervios! ¿y si pasa algo malo?¿y si se cae el cielo? ¿y si el helado de fresa y nata se pone malo? ¡¡ya no sé lo que digo!!- soltó a Jareth para ponerse las manos en las sienes y cerrar los ojos dando golpecitos en el suelo con uno de los pies.

Suspiró dejando todo el estado de nerviosismo, frotándose un brazo con la cabeza gacha.

-¿Y si me quedo encerrada en un lugar oscuro?- musitó

-Tranquila, esta no es más que otra cacería como en las que me has seguido, nada más. Y poniéndote nerviosa no vas a conseguir nada -no pudo evitar sonreír ante el estado de exaltación de la chica de pelo rosa.

-No te vas a quedar en encerrada en ningún lugar, ¿o es que tienes pensado separarte de mí? ¿eh? -esbozó una sonrisa yque intentaba calmar a Jade- relájate, todo saldrá bien, ya verás.

Alessandra tenía suficientes nervios como para sentir el estómago revuelto desde hacía varios días. Sentía un nudo, y una tensión en la espalda que no le permitía sacarse de encima esa preocupación de que todo fallara, y eso la había hecho aumentar su dosis diaria de nicotina desde que habían pasado la segunda prueba. Obviamente, siendo quién era, pretendía no exteriorizar todo eso más que con el hecho de apagar un cigarro para prender otro. Y si bien en el exterior se veía calma y desinteresada, alguien que la conociera bien, como Joseph, sabría que eso estaba muy lejos de ser cierto.

Recibe el abrazo de su hermano con cariño, apretándolo entre sus brazos. El solo tenerlo cerca ya hacía que cualquier cosa se viera mucho más fácil, mucho más posible. La presencia de él era mejor que cualquier calmante, y saber que él había pasado y sobrevivido una guerra la obligaba a aumentar su valentía. 

Gracias, Joe. Estarás orgulloso de mí.

Jerry sonrió al escuchar las preocupaciones de Jade. Claramente la chica estaba nerviosa, o demasiado emocionada lo que la hacía pensar en exceso lo que iba a pasar.

Parece que si están un poco verdes.

Cuando Alessandra se acercó Jerry le hizo una pequeña reverencia.

Bueno, llegó el gran día. Si nos conocimos antes, pero a partir de hoy va a ser una nueva persona, de todas formas ustedes llevan la caza en la sangre, así que yo no me preocuparía mucho por ella, lo va a hacer bien.

-... no, que si me separo fijo que sí que me quedo sola-sola y a oscuras. Jade tenía el don de atraer desgracias y parecía que las leyes de Murphy las habían desarrollado para ella, incluyendo aquella de "es imposible hacer algo a prueba de tontos. Está comprobado que los tontos son muy ingeniosos".

Dejó de correr pero basculaba su altura de un pie a otro, jugando con el aro que lucía en el labio inferior, cubriéndolo con el superior y liberándolo como si soltase un beso silencioso al aire. Los brazos los mantenía cruzados bajo el pecho, alzándolo ligeramente al forzarse a agarrarse los codos con las manos intentando impedir algún nuevo movimiento nervioso y acabara soltándole un sopapo a alguien de forma involuntaria.

-quenohayabebésnisitiososcurosquenohayabebésnisitiososcuros