Partida Rol por web

  - No puedo Gaelan, no puedo dejar de preocuparme por ellas, nos han protegido poniéndose en peligro, si quieres no saldremos de los límites de la aldea, pero no pienso irme despreocupadamente a curarme mientras ellas pueden continuar en peligro. - La voz del bardo suena totalmente decidida y es casi imposible que alguien pueda cambiar su opinión al respecto. - Si fuese sido en otra situación, no me importaría, seguramente no me preocuparía por nadie, pero nos han salvado y merecen que les devolvamos el favor.

El tiempo que llevo esperando me ha servido para recuperar el aliento. Justo cuando estoy enrollándome un trozo de tela alrededor de la herida del brazo, el martilleo para y Borgos se gira preguntándome por mi presencia allí. Me pongo de pie de un salto y señalo a la salida del pueblo.

- Hola Borgos, hemos sido atacados por enormes lobos en el bosque, Jae, Galean, Ado y yo, la druida May y la cara de halcón Beatrix, se han quedado luchando, puede que necesiten ayuda, estabamos en el lago cuando vimos el cadaber del Kolbol- o algo así- y con el talismán ese raro, y maldito, y al volver nos atacaron- hablo un poco atropelladamente pues es todo muy dificil de explicar- lo vi yo, cuando escalé el risco de la cascada- pequeña sonrisa y levantamiento doble de cejas- y estaba ahí flotando, vengo a avisarte y ahora voy a casa de Agramont donde me espera Jaelle.

Termino de apretarme el paño, un poco sucio la verdad, dejo el escudo apoyado contra la pared junto con la lanza, pues no las necesito más en el pueblo.

Borgos parece no entender nada cuando sueltas toda la informacion de golpe, sin pausas.

-Como? Que? Lobos? May? Espera, espera. Vamos a casa de Harold y que me lo explique el mejor.

Ante mi pregunta el señor Agramont sonríe y me suelta un discurso muy bonito y pintoresco. Yo lo que vi fué a Beatrix con dos bolas de fuego en las manos, pienso ante su optimismo y estoy por decirlo en voz alta cuando su siguiente frase hace que cierre la boca de golpe, ¿qué habrá querido decir con "heredado los genes apropiados"? Son los de mi padre o los de... ¿Sabrá algo de la identidad de mi madre?

Esimismada en mis preguntas mentales no me entero del principio de su frase, sólo alcanzo a oír el final cuando sacudo la cabeza y me centro en las palabras que salen de los labios que veo que se están moviendo.

- Adolamin y Gaelan han ido a ver que Sara y las chicas estén bien - contesto de forma automática, al oirme en voz alta y ver su cara me doy cuenta que no sabe que estuvieron en el lago y lo aclaro - estuvieron en el lago y vinieron hacia aquí poco antes que nosotros. Y Brynn... - dudo en decir que ha ido a buscar a más gente puesto que él no le ha dado importancia pero lo hecho, hecho está - le he comentado que avisase al señor Borgos y ha ido a decirle lo que pasaba.

Mi vista ha ido bajando y he acabado mirándome los pies, espero no haberme pasado pero May ha dicho que avisásemos a la gente del pueblo y eso es algo más que una sola persona, justifico mis actos en mi mente. Antes de que cualquier otra cuestión me distraiga, y puesto que ya debo de estar como un pimiento de colorada, hago la pregunta que me quema los labios.

- ¿De quién he heredado los genes?

Asiento con sumisión. Bebo un trago de agua que llevo seco hace un rato. Me limpio con la manga.

-Si, eso será lo mejor- mientras me lanzo a la carrera presa de las emociones de lo acontecido, y sabiendo que la casa no está muy lejos, subiendo el camino a la derecha.

Agramont elige ese preciso momento para dar un sorbo a su té.

-De tu padre, por supuesto. -contesta mientras clava sus ojos en ti.

-¿Dices que Borgos viene para aquí? Ana no va a mostrarse complacida. Ven, acompañame abajo, mejor que le abramos la puerta nosotros cuando llegue.

Brynn y Borgos llegaron al portal de la gran casa de los Agramont. Una suave llovizna había empezado a caer mientras recorrian el camino desde la herreria del enano y ambos iban ya algo mojados cuando llegaron a la entrada de la casa y llamaron a la puerta. A los pocos segundos la puerta se abrio directamente, sin preguntas, y al otro lado se encontraban Harold Agramont y Jaelle la semielfa.

Harold los hizo pasar rapidamente y les ofrecio una toalla.

-Pasad, pasad. Menuda noche! Intentad no hacer mucho ruido para no molestar a mi mujer.

Despues el anfitrion os llevo a todos al piso de arriba, a su despacho, donde habia te caliente y una buena lámpara de aceite.

Para cuando llegais de nuevo a los lindes de la aldea, mas alla del puente, una fina pero constante llovizna empieza a caer. Adolamin ha dejado de sangrar pero la lluvia no promete nada bueno para su salud si se queda expuesto en el exterior. En el bosque no veis ni ois nada, ni luces, ni ruidos de lobos ni nada.

Aparentemente, el bosque se ha tragado a las dos mujeres.

Me seco los brazos y la cara. Después con ambas manos me echo el pelo hacia detrás para contener los mechones mojados y despeinados que amenazan con molestarme pegándose a mi cara. Me recorre un escalofrío al pensar que, con todo lo que ha pasado, no es suficiente grave para despertar a Ava. Así que, inconscientemente, pego los brazos al cuerpo mientras nos movemos por la casa para no golpear nada.

Subiendo por las escaleras le pregunto en un susurro a Jaelle.

-Jae, ¿hay noticias de May o Beatrix?- me pongo la mano de escudo para que me oiga ella nada más.

Una vez en el despacho me quedo observando todo con interés hay cosas muy chulas...

Veo como Harold toma un poco de té antes de responder, está mintiendo, seguro... o no, no sé que pensar pero no me deja tiempo para ello. Se levanta y yo le sigo hasta el piso de abajo, hay tantos secretos en esta Aldea, pienso recordando a May y su respuesta cuando le hemos preguntado, justo cuando llegamos unos golpes suenan en la puerta.

Me quedo retrasada mientras el señor Agramont abre la puerta, ante nosotros aparecen en el umbral las figuras de Brynn y Borgos algo mojadas, volvemos a subir al piso de arriba mientras los dos se secan, ¿por qué me ha hecho bajar? ¿será que no quiere que me quede en su despacho sola por lo que pueda ver?, me pregunto mientras comenzamos el camino de vuelta. De improviso una gota de agua en mi hombro y un susurro en mi oído, estoy a punto de gritar cuando me doy cuenta que es Brynn.

- No de momento y el señor Agramont no parece muy preocupado al respecto - le susurro en contestación con un deje de disgusto en la voz.

Borgos se dejó caer pesadamente en una de las butacas de Agramont y se dirigió al anfitrión.

-Bueno, Harold, por que no me explicas qué está pasando? El chico ha venido a verme temblando como una hoja y hablando de peligros, lobos, kobolds y no se qué mas!

-De momento, nada grave, amigo. Al parecer, ellos y sus amigos se toparon con el cuerpo de un kobold flotando en el lago y encontraron un simbolo tribal. Vinieron a vernos a mi y a Beatrix para contarnoslo y ella y la druida se los llevaron para investigar. Lo del peligro lo dicen porque a la vuelta parece que les ataco un grupo de lobos muertos de hambre y May y Beatrix los enviaron al pueblo mientras que se encargaban de ellos.

El enano se meso las barbas y respondio.

-Ya veo -dijo totalmente en calma. ¿Y las chicas donde encajan en todo esto?

-Cuando estaba trayendo carbón para la fragua vi llegar a tres chicas. La hija de Ben Kingsley, a Eva Roberts y a esa chica pelirroja tan alborotadora... venían corriendo como alma que lleva el demonio y parecían asustadas. No les hice mucho caso hasta que llegó Brynn hablando sobre lobos y kobolds...

Cuando el enano dice esto ultimo Harold se queda mirando a Brynn de manera inquisitiva.

Si. Jaelle me dijo que os las habiais encontrado. ¿Que paso con ellas?

Sacudo la mano para quitarle importancia.

-Nos encontramos con ellas al final de la tarde, en el lago, no cerca del risco, cuya pared trepé..- no hay exclamaciones de asombro... -creo que dieron un baño. No saben nada sobre el cuerpo flotando- respondo serio y orgulloso- volvieron corriendo porque se hacía de noche- miro a Jaelle buscando apoyo.

Intento mantenerme tranquilo pero sigo preocupado por la manada que nos atacó fuera del pueblo. ¿Cómo de grande es? ¿porque están tan hambrientos? ¿que demonios es un Kolkol? ¿tres chicas? ¿no eran dos?

Al entrar de nuevo en el despacho de Harold me vuelvo a quedar de pie y dejo mi mirada vagar por la estancia curioseando lo que queda en mi alcance visual, antes no he podido hacerlo ya que las preguntas iban dirigidas a mí, pero ahora Borgos y él se han puesto a hablar y eso me deja los ojos libres, que no las orejas, éstas están muy atentas a lo que dicen los dos hombres, bueno el hombre y el enano.

Por eso me doy cuenta enseguida cuando Bryn responde, oigo lo que dice y me parece que es un poco caótico, le miro de reojo y veo como unas gotas resbalan por su cuello, no sé si es agua u otro líquido. No está tartamudeando por poco, pienso elevando los ojos y casi dando un suspiro, vamos a tener que solucionar ese problema de comunicación, a ver si puedo apañar esto...

- En realidad no lo sabemos. - Me apresuro a intervenir ante la cara de desconcierto de los dos mayores - Cuando llegamos con la druida May y Beatrix al lago, ellas estaban con Adolamin y Gaelan - sus bocas se abren y continúo a toda prisa -, tenían las ropas mojadas pero no sé qué pasó, no nos dió tiempo de averiguarlo, la druida May las envió a casa corriendo, lo que sí dijeron Ado y Gaelan cuando se ellas se fueron es que ellas no sabían nada del muerto que lo habían escondido a tiempo.

Mi mirada va de un rostro al otro, siento como mi corazón golpea fuerte y rápido dentro de mi pecho, y supongo que mi rostro vuelve a parecer una antorcha, ¿porqué siempre me pasa lo mismo?

-Volvieron antes de la aparicion de los lobos, espero. Habria que asegurarse de que volvieron bien. Si algo le pasara a Sara Ben Kingsley no nos lo perdonaria nunca.

En cualquier caso mañana por la mañana, cuando haya pasado la tormenta, habra que organizar un pequeño grupo de busqueda. Te encargaras tu Borgos? Estamos en plena cosecha y no creo que encuentres mucha gente dispuesta a dejar sus campos. Menos por lo que tomaran por una historia de muchachos. 

​Supongo que tendras que apañarte con los voluntarios que encuentres -dijo mirando claramente a Jaelle.