Partida Rol por web

Mientras sus hombres habían recibido instrucciones para ir hasta el barracón donde se alojaba la tropa de su compañía, el coronel Spartan les indicó que se requería su presencia en su despacho. Aguardaron su turno, pues eran varios los oficiales noveles que requerían de una entrevista con el coronel. Al cabo de unos cuarenta minutos y tras haber comprobado que el café de la máquina era una mierda como un rondel, fueron llamados por el ordenanza del coronel.

Este aguardó a que se cuadraran y a que Creed le presentara su hoja de servicios, como era obligado en aquellas circunstancias. El despacho del coronel era la típica oficina estándar, muy anodina, sin embargo decorada con una pelota de pirámide firmada por una antigua leyenda de los bucaneros de Cáprica, la bandera del regimiento y una pequeña biblioteca con una foto de familia del coronel. Una mujer y dos niñas, parecía de lejos.

Presente en la sala había un hombre alto y serio de aspecto tauron con un uniforme de servicio y el rango de capitán. Se los quedó mirando un momento. Creed no tenía ni puta idea de quien era, hasta que el coronel le sacó de la duda. Y no tardó en hacerlo cuando colgó el teléfono y al fin les prestó atención.

-Caballeros. Ruego que me disculpen, pero con las operaciones en curso voy de culo supervisándolo todo. Teniente Creed, bienvenido a bordo. Le presento al capitán Cain, al mando de la compañía Dog, su compañía. Espero que se lleven bien y sepan trabajar juntos.

Parpadeó, mirándoles con cierto detenimiento.

-Sin embargo no estamos aquí para presentaciones y mariconadas. He pedido buenos marines al mando, para la operación de envergadura que les he comentado antes, y por eso están ustedes aquí. Lo primero que debo darles es una advertencia. Existe la costumbre entre la tropa, de matar a traición a los mandos con los que se encuentran descontentos. El "fragging". Tengan cuidado, porque he visto tenientes palmarla aquí simplemente por pedirles a sus hombres que atacaran un búnker cuando estos consideraban que no estaban armados para ello. La mayoría de la infantería veterana desarrolla un complejo que llamamos "el síndrome de Medra". Para ellos, sobrevivir a su periodo de servicio y salir de este infierno son sus únicas metas. Por eso necesitamos sangre nueva, aunque sea peligroso para los que no están fogueados en este ambiente salir a efectuar misiones fuera de lo que llamamos las "zonas azules". Los sectores donde tenemos presencia militar.

Miró a Cain y luego al teniente.

-Y me temo que debo mandarles fuera de una zona azul. Hay una pequeña misión para ustedes, al menos para un pelotón de la compañía Dog. Su pelotón. Se trata de una misión de rescate, o más bien de localización de supervivientes. Un raptor se estrelló a diez clicks de una zona azul debido al fuego antiaéreo del enemigo. Hemos recibido una señal de emergencia en código morse hace doce horas desde la radio del raptor, que parece dañada. La baliza sigue intacta, y de hecho se ha movido. Creemos que el piloto ha podido llevársela, aunque es posible que lo hayan hecho los cylon y se trate de una emboscada... para variar. Pero el terreno es muy espeso y el reconocimiento aéreo no confirma una mierda. Me temo que van a tener que ir allí, averiguar si hay supervivientes, encontrarlos si los hubiera, y regresar con ellos a ésta base. Tendrán cobertura aérea moderada, uno o dos helicópteros, que también servirán para la extracción si consiguen llegar hasta una zona de aterrizaje segura... o crearla con unos cuantos explosivos.

Le mostró los mapas del lugar a donde se tenían que dirigir.

-Hay una carretera que usamos, a diez clicks del accidente, en la zona azul. Procederán hasta allí en vehículos de transporte, y luego seguirán a pie. Sus objetivos: llegar hasta el lugar del siniestro y verificar el estado de la nave, encontrar supervivientes y, en última instancia y si lo consideran apropiado, seguir la señal de la baliza. Estaría bien que salieran lo antes posible, aunque todavía nos quedan unas nueve horas de luz. En estos casos la celeridad es importante.

Parpadeó, como si pudiera leerle la mente.

-Si se pregunta por qué mandar a un recién llegado a una misión así, es simple. Tengo entretenidos a mis hombres en objetivos prioritarios, y las tropas de defensa perimetral, aunque tienen veteranía en este planeta, no son de infantería ligera. No sabrían ni por donde empezar. Considérelo como una prueba. Tiene a McAllister y tiene a cuatro soldados más en su pelotón, todos veteranos. Use de su sabiduría y su intuición, y vuelva de una pieza. ¿Preguntas?

Nuestros oficiales inmediatos, desaparecen en una reunión de planificación mientras se nos da amablemente la orden de quitarnos de en medio.
Y asi, mis compañeros y yo, avanzamos hacia nuestro barracón asignado.
Y nada mas entrar aspiro cierto olor al mismo tiempo que escucho cierto acento. Miro a los mios y suelto.
Joder. Mi casa me persigue. Entre la mina al llegar y ahora esto...
Y hago un ademán con la zurda abarcando el panorama.
Me da la sensación de seguir estando en el Culo.
Las frases han sido toda una demostración de interés por parte de ese par de listillos. Y por tanto, deposito el petate en el suelo y mirando de arriba a abajo al fulano negro de acento perfectamente reconocible, contesto usando exactamente la misma entonación.
Mas que tu seguro listillo. Y por cierto. Te traigo recuerdos de tu madre. Me dejo muuuy satisfecho a modo de despedida
Y habiendo deducido de donde es, me encojo de hombros ante los mios pues hay un alto índice de posibilidades de acabar como siempre vamos.
Si. Nada como el ambiente hogareño.

El silencio se apoderó de mi mientras el coronel Spartan señalaba la misión. Sabía que me habían seleccionado a una misión importante, pero no pensé que el asunto sería tan rápido, ciertamente las condiciones de los recien llegados no son las mismas. Adentro de mi, me pregunte el porqué el silencio del capitan Cain,. y porque sangre nueva. La explicación parecía ser

Cuando hablan de el homicidio a los lideres de tropa hago un gesto de desagrado. Cobardía, que posteriormente no es castigada como debería ser, maldita sea, no se puede confiar ni en su propia sombra. La paranoia se activa, y cuando nombra "otros veteranos", me preocupo...ojala no sean basura. Muchos son mediocres, no dan todo por la causa, son  cobardes.

Mientras habla el general miro bien el mapa ⁽¹⁾. Comienzo analizar el terreno y recordar las dificultades del mismo.

Un raptor en una nave que puede llevar varios pasajeros.

Mi interés es trabajar en equipo, aunque me asaltan muchas preguntas, como cuantos estaban en el raptor (me parece raro que busquen rescate, quiere decir que posible quien ha caido es importante), quienes seran los veteranos de apoyo y sobre todo, que hacer si se encuentran o localizan.

Pero dado que no deseo pasar por encima de Greed,  quiero dejar que él sea el primero en hacer preguntas, luego yo seguire.

Scott subió los peldaños metálicos al barracón y sonrió al ver la bandera de los marines. En el barracón no dudó en lanzar su equipaje sobre una litera superior - ¡Me pido arriba! - Se subió en la litera y dió algunos botecitos "marcando su  territorio frente a la mirada del resto" ...   - huele un poco raro... - pensaba, Scott estaba familiarizado con las drogas, pero ésta no la había olido nunca en su planeta natal.... modas planetarias quizá. En Aerelon los jóvenes cultivaban su propia droga en solares perdidos en medio de las ciudades.

Ante la corta interacción social de uno de los fumadores y uno de los hombres de mi pelotón Scott se quedó algo pensativo, y ante la seriedad del momento, desde lo alto de la litera y con un par de segundos de retraso rió por lo bajo - Jijijiji su maadre ha dicho, ha dicho su madre - Señalando a Martin buscando la reacción del resto del equipo, aunque todos parecían tensos, y aunque a Scott le había hecho mucha gracia parece que el resto no estaba para fiestas, así que tuvo que carraspear y aparentar normalidad

Pffff su madre

Se hizo el silencio entre los veteranos emporrados por aquel comentario. Rodearon a Martin, y el que parecía su jefe se adelantó con una sonrisa.

-Parece que tenemos un listillo -dijo uno de sus compañeros.

Por su parte, Martin pudo adivinar sus intenciones. Se iba a liar a hostias, sin mucha sutileza, por lo que se puso a la defensiva y reaccionó casi al mismo tiempo que el tauron, que intentó pegarle un puñetazo en la cara.

Aquí viene el gallito del grupo. Es que casi se podía oler en el ambiente lo que iba a ocurrir.
Y sonrío. Pues era ya lo que faltaba para hacerme sentir como en casa.
Ya solo me falta saber donde esta el burdel
Este pensamiento, cruza mi cerebro a la velocidad de un proyectil de tungsteno mientras los compañeros del gallito, me rodean.
Inclino el cuerpo hacia mi izquierda justo en el momento en que pasa silbando ante mi cara la diestra de gallito convertida en un puño.
Y al dejarme todo su torso sin protección delante de mis narices, aprovecho para golpear en la base del esternón con la sana intención de cortarle las respiración.
Y a todo esto, hasta me permito añadir.
Y por cierto, ¿los calabozos de por aquí son muy incómodos?. Bueno es ir adaptándose.

Celebraciones dejadas a parte, cuando los demas aun estan vociferando, gritando y celebrando una victoria que aun no ha llegado, yo vuelvo a estar sentado, calmado, tomando notas en mi pequeño cuaderno. Veo la reaccion de los demas, fijandome sobretodo con aquellos que deberé compartir trinchera. Se aprendia mucho observando a los iguales cuando se comportaban de forma natural.

Cuando el Coronel se nos acerca, le estrecho la mano, asintiendo con la cabeza tanto por su discurso, a modo de felicitación, como a que se verian dentro de un rato para la entrevista personal con él. No dije palabra en esos 45 minutos, bien tomando notas, bien permaneciendo de pie junto a una pared, en silencio, mientras otros hablaban, bromeaban, o simplemente, pensaban en los que habian dejado atras, en casa, y deseaban volver a ver.

Cuando la puerta se abrió, y escuche primero mi graduación, y luego mi apellido, gire la cabeza, quitandome las gafas que llevaba en la cabeza, y guardadnolas en uno de lso bolsillos traseros del pantalon. Dentro de la oficina, observo al hombre que estaba en pie. No lo reconozco, pero si reconozco la rista de medallas que lleva. Me cuadro, sacando pecho y juntando ambos talones, estirado como si de un palo de fregona se tratara, alzando el menton. Teniente Irvine Creed, y Sargento de Artillería Carl McCallister presentes, Señor. Digo, con la mano en la frente. Tras esto, bajo la mano, y estiro la mano contraria con la que saludo, con la documentacion pertinente. No solo mi hoja de servicios, sino tambien la de mi unidad. Me mantiene firme, hasta que le den la orden.

Gracias por la bienvenida, Señor. Respondo, y cuando me presenta a mi superior inmediato, me giro hacia el.  Un placer, Capitan Cain. En cuanto escucho en que consiste esa bonita "broma" llamada fragging. Estaba bien jodido si ademas de tener cuidado con las putas tostadoras, encima tenia que tener cuidado de tener contento a los soldados. Normalmente, aunque seco y severo, habia intentado cuidar de los chicos de la unidad como de los chicos de la banda que habia pertenecido, una buena forma de crear lealtades. Vigilaría de cerca este comportamiento, y esperaba que el Sargento tuviera las mismas inquietudes.

Supongo que antes de solicitar apoyo aereo, deberemos confirmar que el fuego antiaereo enemigo no esta, o ha sido destruido. O destruirlo nosotros. Me inclino, mirando los mapas, pasando los dedos siguiendo las rutas que le parecen mas aceptables a voz de pronto. ¿De cuantos supervivientes estamos hablando? ¿De que equipo disponen y cuanto aire tienen? Por que si les quedaba poco aire, tendrian que ir rapido, lo que les haria mas suceptibles a emboscadas.

¿Que le parece esta ruta, McCallister?  Me ahorro el titulo militar. No era una falta de respeto, todo lo contrario, una muestra de confianza. Señalo uno de los senderos naturales, desconociendo si es la mejor opcion, pero sabia que el si tendría esa respuesta.

A pesar de que la duda que responde el Coronel si se la habia planteado, nunca la habria formulado. Estaba alli para cumplir, no para plantearse las ordenes. Si, señor. Si decido quemar medio bosque para cubrir mi retirada ¿estaran esos gilipoyas de Caprica aqui para darme una pala y unas semillas? Pregunta, esta acostumbrado a las tecnicas poco convencionales, y quiere saber si tiene que poner algun limite, o no. La segunda, Señor. ¿Donde puedo encontrar al resto de mi unidad y la armeria? Y por ultimo, el sargento me comento que los escaneres no siempre detectan a las tostadoras. ¿Y los sensores de metal, o calor? Por ultimo miro al Sargento, por si tiene algo mas que añadir. Confio que pregunte aquello que se me escapa, o simplemente ignore por desconocimiento.

Termina la reunión y nos vamos a paso rápido del CIC. Antes de salir me aseguro de que la máscara está bien conectada y tras ello me dirijo al almacén de suministros para recoger mi equipo y preguntar por mi nueva residencia. Calle Dog, tercera intersección, espero que no sea problemático de encontrar, pienso mientras me ajusto la máscara para salir del almacén de suministros. 

Me dirijo tranquilamente al barracón, cargado con mi petate, mis armas y todo el equipo, tratando de ubicar y memorizar las instalaciones que veo, para adaptarme lo más rápidamente posible a la nueva base. 

Cuando llego a la intersección, me paro un momento y me voy girando para dar una ojeada completa a mi alrededor antes de entrar, buscando posibles rutas de salida en caso de emergencia, así como coberturas y sitios donde poder emboscar, o ser emboscado, si se diera el caso. Después de observar todo lo que hay alrededor, entro en el barracón.

Al entrar veo que hay jaleo. Por la pinta, parece que los veteranos le están dando la bienvenida a los novatos.

Termino de entrar, cierro la puerta y busco el cartel de si la zona es segura, al encontrarlo me quito la máscara y apago el suministro de aire, dejándola colgar sobre el chaleco táctico para tenerla a mano si ocurre algún imprevisto. Después doy una ojeada rápida al entorno y veo la bandera "personalizada" del regimiento, ante la cual dejo escapar una leve sonrisa.

- Busco a "los abrelatas", tercero de la Dog, del 2/4. - Paso mi mirada por las literas buscando una vacía y tras localizar una me acerco a ella para dejar el petate y las armas. - Y parece que los he encontrado.

Después de posar el petate me giro brevemente hacia la pelea, meneo la cabeza y los ignoro mientras me dedico a colocar mis cosas en la taquilla y en el arcón.

Esquivó su puñetazo apartándose un momento. Se había formado un corro alrededor, algunos rostros apoyaban a uno u otro soldado, el resto se mantenían bastante indiferentes.

-Dímelo tu, que eres el que te vas a chupar el arresto.

Intentó pegarle una patada, aunque era bastante evidente.

El capitán intervino a causa de las preguntas de Creed. Se mostró pragmático ante ellas, y procuró ser conciso.

-Se anticipa a las eventualidades, eso me gusta. Si, pueden y obviamente deben intentar localizar los antiaéreos si desean salir de allí por la vía aérea, o tendremos que mandar un equipo de rescate para rescatar a los rescatadores. El raptor iba en misión de reconocimiento con piloto, copiloto y tres técnicos de la base cercana de Valley Fort, que estaban en ruta hacia Álamo 1. Las órdenes del raptor eran reconocer la zona cercana a la carretera sin exponerse demasiado en espacio aéreo cylon, y luego regresar aquí y completar el traslado de los técnicos. Una misión rutinaria de aprovechamiento de los vuelos de nuestros raptor, para gastar menos combustible. Los pilotos llevaban un jumpsuit de la flota con suministro de oxígeno autónomo para 24 horas. Además en la nave hay como es reglamentario dos equipos exopack de emergencia, más los que llevaran encima los técnicos. Creo que si es por oxígeno estarán vivos. Los pilotos llevarían su five seven reglamentaria y quizá una Picon P90 como hemos comenzado a implementar en los helicópteros y raptors de transporte por si caen tras las líneas enemigas. Un botiquín de emergencia, como es reglamentario, y un equipo de supervivencia básico adjunto a éste que contiene unas cuantas raciones MRE, un posicionador GPS y medios para hacer fuego.

Contestó luego a otras preguntas, sin seguir el orden de las mismas.

-Solo los equipos de operaciones especiales llevan detectores de actividad electrónica, ya que son prohibitivamente caros. Los visores térmicos no reflejan muy bien la presencia de los cylon, ya que el metal no se calienta o enfría significativamente sino en circunstancias muy precisas. Normalmente, se mantienen más o menos a la temperatura ambiente, especialmente cuando están quietos y vigilando una ruta concurrida para tender una emboscada. Son muy listos. Si quiere un consejo táctico de veterano, fíjese si hay por allí menos bichos de lo habitual. Por alguna extraña razón, a los insectos de este planeta no le gustan los cylon, y procuran evitarlos. Sobre detectores de metal, llevo tiempo escribiendo al mando para que esas cabezas pensantes en casa inventen algo que nos sea útil. De momento los detectores que usamos para las minas son tan aparatosos que sería ridículo ir marchando con eso por la selva.

Carraspeó.

-Creo que su unidad está en el barracón que les hemos asignado. Les han mandado allí hasta nueva orden. Calle dog, tercera intersección, barracón nº24. Están reunidos allí con el resto de veteranos que formaban un antiguo pelotón cuyo sargento murió en una emboscada hace un mes. Serán su refuerzo. La armería se encuentra en el módulo de intendencia, puede encontrar su ubicación en cualquier mapa del complejo. Le pueden dar uno aquí en el CIC.

El coronel contestó entonces mientras tomaba su taza de café.

-Por lo que a mi respecta puede quemar toda la maldita selva si lo necesita. Hemos lanzado kilos y kilos de napalm sobre los alrededores de las bases cylon, y eso no parece haber afectado mucho a su operatividad. Personalmente creo que los amantes de los árboles deberían pasarse cinco minutos solos en esta selva, hasta que una araña gigante les saque los ojos y se los coma como si fueran caramelos. Creo que descubrirían demasiado tarde que toda su mierda new age no serviría para salvarles la vida en este jodido infierno.

Escucho en silencio, pues prefiero recibir instrucciones para luego hablar.  Escucho al capitán Caín y al general, mientras en silencio analizo la situación.

“¿Qué le parece esta ruta, McCallister?” 

Es un terreno de cuidado señor. Lo miro ante su pregunta. La humedad en esos sectores atrae muchos bichos indeseados, así que se debe tener especial cuidado, los novatos  no entienden que detrás de cualquier vegetación podría existir un traga hombres.

Si iniciamos en esta zona, como puede ver existe un ascenso a una montaña, se necesitará agilidad por parte del equipo pues es un ejercicio de resistencia, y sobre todo, en mi experiencia mantener un ritmo estable, hemos tenido dificultades con los que se rezagan por cansancio, si se alejan de la tropa siempre son presa fácil si no son inteligentes.

El descenso al río puede convertirse en una trampa- miro al Creed, a los superiores- se forma un barro resbaladizo, que a las chatarras esas les encanta usar como escondite y también a los come hombres. Los bichos a veces se localizan por las burbujas que forman. Hay que estar pendiente del terreno, no es tan obvio.

Un equipo de cuerda metalizada sería útil en caso de necesitar  salir algún aprieto por las aguas,  escalar o hacer canopling de ser necesario. ₍₁₎

Luego cambio de tema, y me centro en lo dicho por mis superiores.

Y sobre los Cylón  el capitán Caín esta en lo cierto, los bichos les huyen, por lo menos esas porquerías  saben reconocer la mierda cuando la ven y no se acercan a ella. 

Si se pude decir que tienen algo bueno...- pienso

Sin embargo me preocupa las condiciones de los soldados, tendremos suerte si localizamos el vehículo y podremos establecer un rastro de los sobrevivientes.

Necesitaremos los nombres de los pilotos y una foto para el reconocimiento en caso de encontrarlos, y si alguno de los hombres tiene entrenamiento médico será de utilidad.

 Es una misión riesgosa, y sí le han capturado, tendremos que estar listos para meternos en la boca del lobo.  Hablo como si no me importara meterme adentro de ella.

¿a qué distancia estamos de la base Cylon más cercana?, ¿se conoce alguna base pequeña cerca al área?

A mi  mente llega una preocupación paranoica cuando hablan del nuevo escuadrón que perdió a su líder hace poco. La desconfianza entra en mí.

Señor. Digo con el usual respeto militar. Hablaré con honestidad,  esta misión ciertamente es difícil, y comprendo el porqué desea carne nueva para la misma, pero tengo una preocupación real.

Durante mi tiempo en Medra he conocido a muchos soldados y veteranos,  nunca he dudado de la valentía de los que estamos en estas tierras por semanas y meses, pero ciertamente he conocido de todo, y así como he conocido soldados valiosos en pro de la causa,  también  sé de la escoria traidora, que cómo ha señalado el coronel, buscan salvar sus pantalones a cambio de la cabeza de sus líderes.

 El "fragging" para mí no ha sido severamente castigado en mi concepto. Muchos de esos traidores merecen ser colgados por los testículos. Pienso

 Espero que la compañía de veteranos que se asignen  no sean de aquellos cobardes que tengan el suficientemente peso en las bolas para arriesgar sus vidas .

 No me gusta desconfiar de mi equipo, pero si sé de alguno de ellos que tratará de hacer algo en contra de el oficial Creed, de mi persona o alguno de la tropa, no creo que lleguen a un juicio militar.

No me gusta pensar que trabajo al lado de mi peor enemigo.

Un ejército de cobardes nunca nos llevará a la victoria. Pienso.

Me gustaría conocer quiénes son, y si son confiables.

No confiaba en nadie, pero saber si los conocía me dará tranquilidad o me pondrá más desconfiado.

Veo como mi rival, en medio del jolgorio montado por los que nos rodean, toma impulso para darme una patada. Y nuevamente, me hago a un lado justo cuando extiende su extremidad.
Y claro, es una bonita oportunidad de zanjar este asunto.
Por tanto, descargo con bastante rapidez mi puño derecho en un directo hacia su cuello, aprovechando su desequilibrio.
No es mal plan entonces gallito. Yo en el calabozo, y tu en la enfermería. Por mi parte, me parece un buen trato.
Y si no rio en voz alta, es por que no quiero desperdiciar el aliento.

Asi que si no encontramos a los cerebritos antes de que caiga el sol, esta mision de rescaté se convertira en una mision de recuperación. No hacia falta ser un genio para restarle doce horas a veinticuatro. Ademas, dudaba mucho de que las tostadoras les dieran mas de veinticuatro horas de descanso. Aquello no seria un paseo por el campo. con suerte, pasearian por el valle de la muerte con destino al infierno, y aun no habian sacado los billetes de vuelta.

Miro el reloj de mi muñeca, calculando que teniamos nueve horas para cumplir los objetivos, o no veriamos un nuevo amanecer. Si de dia era un peligro, no le gustaria encontrarse con los terrores nocturnos de Medra. Escucha la explicacion del Capitan, y cae en la cuenta de algo.  ¿Como ha dicho?  Pregunta, recapitulando ¿Los animales de Medra rehuyen a las tostadoras? ¿Seria posible utilizar un sensor termico para determinar la actividad animal en la zona?

Sabia que probablemente, todo lo que se le ocurriera ya se le habria ocurrido a algun veterano... O quizas no. Mi vision pragmatica y poco convencional podria servir para revelar cosas que nornamlente un veterano habria descartado por costumbre.

Capitan ¿Permiso para realizar una pregunta fuera de lugar? ¿De que murio el anterior Sargento? Queria descubrir desde ya que precaución debia tener con aquellos soldados.

Cuando recibe respuesta de labios del Sargento McCallister sobre el terreno, vuelve su vista hacia el papel, mesandose la barbilla, pensando. Una zona con bichos era una zona que con un detector de calor, unas balas AP, y algo de sentido comun, se podia prevenir. Una zona con Cylons podia ser una amenaza mayor, ya que no solo se guian por instintos, y van armados con cañones de verdad.

El equipo de cuerdas es interesante, pero hace canopling sería hacer tiro al plato al soldado vestido de pollo. Cuando nos reunamos con el resto del equipo me gustaria que me detallara cual cree que seria el mejor proceder para bajar por el valle.

Miro el mapa, buscando formas "antinaturales" donde pudiera estar emplazada una bateria antiaerea o un bonker enemigo  ¿De cuando son estas fotos por satelite, señor? Si son antiguas, no me seriviria. Si eran recientes, con el suficiente estudio, me daria posibles localizaciones enemigas.

McCallister parece no tenerle miedo a nada. Eso me gustaba, esperaba que el resto de mis soldados mostrara la misma actitud. Yo no le temia a ese planeta, pero lo respetaba. Habia aceptado desde el momento que aterricé que ya estaba muerto. Y si algún día esa guerra terminaba, y salian de esta mierda de planeta, sería un regalo de los dioses. Y tiene mas razon que un profeta cuando habla de los cobardes. Yo no solo los ha visto aqui, si no en varios planetas.

Una informe sobre la tipulacion del raptor seria una buena idea, señor. Y en cuanto el Sargento McCallister acabe, me gustaría dirigirnos a los barracones y salir cuanto antes. Cuanto antes marchemos, mas probable sera que encontremos supervivientes.

No existía mejor palabra para definir el destino de la joven Lee, infierno. Para un soldado que ha pasado media vida rodeada de tecnología punta, máquinas y dispositivos en algunos casos desconocidos para la mayoría de la población de las doce colonias, aquella imagen de la selva no le auguraba un buen desenlace. Antes de aterrizar contaba con un mal entendimiento entre ella y el ambiente, pero su escasa ilusión mermaba con cada nueva sorpresa. Apenas quiso ser protagonista en su cálida recepción, salvo algún que otro quejido expresando toda su rabia y descontento por estar allí.

Un atisbo de curiosidad asomó ante la visión de los laboratorios que rápidamente se esfumaba de camino a los barracones. Por si aún no había sido suficiente, una nueva cálida y sorprendente bienvenida consiguió que la soldado compartiera una opinión subjetiva, como si estuviera deseando vaciar su cargador. Joder… lo que faltaba, lo mejor de cada colonia, siguió sus pasos hasta apoderarse de una de las literas superiores libres, descargando su equipaje a sus pies. No me extraña que las tostadoras os estén dando por culo, aparte de carecer de infantiles demostraciones de testosterona, saben aprovechar mejor sus energías. Con un hábil salto consiguió recostarse cómodamente en la litera mientras comentaba la pelea, sin llegar a prestarle atención tecleando un extraño dispositivo, con un sarcástico entusiasmo. Oh sí… ¡vamos!, ¡dale duro!, uuuuh... ¡acaba con él! Un pequeño flash emergió del aparato a la voz de ¡sonreid!

Antes de empezar a colocar las cosas, lo primero que hago es guardarme el cestus en un bolsillo de la guerrera y el cuchillo en la funda de la bota. Junto al respirador, son las cosas que llevaré siempre encima. Si está permitido el llevar armas de fuego en la base, también llevaré la Five-seveN conmigo a todas partes.

Después de colocar las cosas de manera rápida y casi sin desempaquetarlas, ya que hay que estar preparado para salir a toda prisa en caso de necesidad. Me apoyo en el lateral de una litera para observar la pelea. Viendo el desarrollo de la misma me río por lo bajo.

- Una cosa está clara. - Digo en voz baja. - Es obvio porqué las tostadoras están ganando en este infierno.