-Yo voto por tratar de emboscar a Estornino, o al que venga, esta noche. Entonces, aprovecharía el bote con el que ha llegado a puerto para usarlo e infiltrarnos en el barco.
Aghelas, no te preocupes, sería un trayecto sencillo, a escasa distancia del puerto, sin peligro de caer el mar.
Sé que no está en nuestro contrato, pero me gustaría intentar ayudar a la familia de Ulmoapop. Además, Clausis, seguro que esos bellacos tienen un buen botín a bordo...
Si vemos que la cosa se complica, nos damos en retirada y avisamos a la guardia. Pero seguro que es pan comido para unos aguerridos aventureros como nosotros-dijo el kenku guiñando un ojo.
La verdad es que él mismo no estaba muy convencido de esas últimas palabras, pero trató de motivar a sus compañeros. Sentía una cierta empatía por Ulmoapop y su familia, y quería ayudarles. Y al mismo tiempo, tenía curiosidad por esta especie, y la razón que llevaba a unos tipejos a traficar con ellos. Quizás tenían propiedades mágicas, y eso interesaba a Jinrozo.
Sentado en la cama, Aghelas saco su masa, con la cabeza apoyada en el suelo y el mango sujetado por sus dos manos mientras apoyaba la barbilla sobre las manos. Era una postura extraña como si estuviese meditando -Jinrozo... Confió en ti- Las palabras retumbaron en la habitación, serio, con mirada perdida, dejó de mirar el suelo hasta cruzar su mirada con la de Jinrozo -Si me caigo al agua, si tengo que escurrir mi barba...- El enano como casi siempre, era de poca ayuda. Los planes no le gustaban, sus amenazas no eran nada e incluso provocaban algo risa en sus compañeros, quizás porque recordaban como el enano ya se había caídos en varias ocasiones en ríos, para cruzadlos, ayudarles o por simple despiste. Las posibilidades de que se volviese a repetir eran altas ya que el miedo que tenía al agua le hacía ponerse nervioso y cometer tonterías
¿Qué diría Georghe Roman en una situación así?
Escucha, Rayo Blanco... Como paladín errante deberás aprender a valértelas por ti mismo en el camino: vas a tener que empezar a cocinar. Hoy te voy a enseñar a desollar un conejo. Primero pones a calentar agua caliente en una olla al fuego. Tienes que hacer unos cortes en las patas y alrededor del ano. Rehogas el conejo en el agua caliente cinco veces. Cuidado con no quemarte. Lo sacas del agua y metes los dedos en el corte en torno al ano, por debajo de la piel. Así... Mueves los dedos para ir hundiéndolos entre la piel y la carne de los cuartos traseros. La piel va cediendo, y tiras... tiras...
Uhmmm... bueno, ssssi luego vamossss también a por lossss del barco, entoncessss me parece bien, ssssupongo.
Rayo Blanco salió del Cangrejo de Arena para hacer pis desde el muelle al mar, y cuando había vaciado su vejiga para aguantar una larga espera volvió a la habitación y se tumbó en el suelo como una lagartija a cuatro patas. Reculando y reptando retrocedió hasta meterse bajo la cama.
¿Ssssseguro que essssto funcionará?
Os despedís de Ulmoapop, quien sale del Cangrejo de Arena debajo del vestido de Jinrozo. El flumph os insiste una vez más, en tono lastimero, que encontréis a su familia. Él les estará esperando escondido entre las rocas de la costa, en la zona más meridional de Calmatormenta.
Después, dejáis pasar las horas. Se hace de noche y tratáis de no quedaros dormidos en vuestro escondite, dentro de la habitación del Estornino. Estáis empezando a amodorraros seriamente cuando se empieza a ver claridad del otro lado de las cortinas. Os asalta la certeza de que Estornino no pretende volver a su habitación para llevarse la última caja de flumphs.
La marea pronto subirá, y con ella, zarpará El Angelina. Teníais poco tiempo para llegar al barco y echar el guante sobre el infame criminal... y para rescatar a los pobres, pobres, flumphs de contrabando.
-¡Maldita sea! Puede que al final la joven que estaba en la habitación haya advertido a Estornino y han decidido prescindir de Ulmoapop. No nos queda más remedio que ir al barco.
Jinrozo tomó sus cosas y se preparó para marchar hasta el puerto, en busca de un bote que pudiese llevarles hasta el Angelina.
Entiendo que en mis pesquisas anteriores en el puerto, me han descrito cómo es el barco, o más o menos donde está. Si no es así, vuelvo a intentar informarme, para saber qué barco en concreto es al que nos tenemos que dirigir.
Sí, sabes perfectamente qué barco es.
- Cagón to, me sobao. dijo nervioso al despertarse escuchando las palabras de Jironzo. - La zorra delstornino nos ha chafao rol plan, cagón tó. dijo mientras se desperezaba enfadado por no haber aparecido el mangante. Empezó a recoger sus cosas y a moverse de un lado a otro. No les quedaba más remedio que partir al maldito barco y no le hacía nada de gracia. Ya iban tarde.
- La chalupa delstornino taqui bajo. Vano rápido que se pira lAngelina. dijo apresurado y de mal humor. Se ajustó firme el arco y se puso en movimiento con sus compañeros.
¿Ha llegado ya? ¿Ha llegado ya? ¿Ha llegado ya? ¿No? ¿Y ahora? ¿Ha llegado ya?
Pues no. No había llegado. Por algún motivo kármico, a los paladines nunca les salen bien las tácticas de emboscada. Era como si todo el universo le estuviese diciendo a Rayo Blanco que tenía que ir de cara, que si duelos honorables uno contra uno y esas cosas.
Tocaba empezar a moverse. Rayo Blanco reptó para salir de debajo de la cama y una vez en la ventana empezó la escalada de descenso para llegar al bote. Por algún motivo kármico, a los kóbolds nunca les sale bien lo de intentar bajar por una cuerda vistiendo una cota metálica de quince libras. Era como si todo el universo le estuviese diciendo a Rayo Blanco que no era una lagartija para caminar en superficies verticales, que si el sentido común y esas cosas.
¡Aaaaaaah...!
Motivo: Trepar
Tirada: 1d20
Resultado: 7(-3)=4
Sabia que iba a salir mal- Aghelas paseo por la habitación mirando hacia el suelo -Y encima ahora nos va a tocar ir al barco. No me gusta sé que terminaré en el fondo del mar- Se detuvo, aferro su maza y observó a sus compañeros - No perdamos más tiempo, vamos a por ese desgraciado. Antes del almuerzo estará entre rejas- Se colocó el escudo a la espalda y trató de no quedarse muy retrasado siguiendo los pasos de sus compañeros