Como experto en seguridad miras el recinto, no observas cámaras evidentes pero reconoces cierta colocación de la iluminación de manera especial. Sabes que en términos de seguridad se pueden ocultar cámaras casi en cualquier lugar y estas casi seguro de que en las bombillas y ventilas hay cámaras.
Hago una mueca parecida a una sonriza de satisfacción y me apreusuro a la puerta. Espero a que mis compañeros entren, antes de recoger las cadenas y cerrar la puerta a mis espaldas -Méndez a la vanguardia, Beatriz en el centro, yo voy en la retaguardia.
Desenfundo mi revolver y saco una linterna, tal cual agente de la KGB, siempre preparado para lo peor.
- Espero no tener que utilizarlo.
Normalmente este tipo de sitios tienen camaras visibles para que los delincuentes se abstengan de intentar nada malo pero parece que en este lugar la seguridad está oculta para parecer menos seguro de lo que en realidad es...
Andémonos con ojo, hay cámaras ocultas.
Digo mirando al techo y los alrededores, luego al ver el especial interés de mis compañeros en las figuras las miro con desgana. - Bonitos monigotes. Tal vez deberíamos mirar arriba.
Esperad, huele a... sangre. He dejado de oir ruidos, deberíamos ir con cuidado. - advierto algo nervioso. - Como desee, señor Gradsky. En cualquier caso, no piense que soy un guerrero experto...
Sigo atento a cualquier sensación. Antes de avanzar observo la nueva sala.
Por cierto, no cabe la posibilidad de riesgo de alarmas?
Sigo con Auspex...
Quizá si las circunstancias fueran otras me hubiera alegrado con gusto por haber podido abrir el candado, pero el olor y el ambiente de pesadez me dejan un tanto ensimismada. A pesar de no atreverme a agarrar ninguna de mis armas todavía, abró mi cartera con un movimiento silencioso y mantengo una mano cerca de ella para poder acceder al armamento rápidamente.
¿Dice que huele a sangre?... ¿Y que ya no siente ruido?... - a pesar de que me mantengo con un rostro calmado, mi voz denota mi nerviosismo.
¡Cálmate, Beatriz! No es la primera vez que te debes ver frente a una situación peligrosa... pero, ¡caramba! ¡nunca te has enfrentado a un lobo!...
Volteó mi rostro hacia Iván, como buscando apoyo.
Miro a mis compañeros, tratando de apoyarlos a seguir adelante. No me esparaba mas de ellos, despues de todo, el único con entrenamiento formal era yo.
No se preocupe, Méndez, solo le pido que valla adelante, para poder sacarle el maximo probecho a sus capacidades sensoriales. Si algo aparece usted podra verlo mejor y yo podere dispararle con mayor certeza, aquí desde mi actual posición. De todas formas no vendria mal que desenfundara su pistola...
Y con un poco de suerte no tendremos por que utilizarlas.
Pongo mi mano libre en el hombro de la Gitana. - Usted tambien deberia desenfundar la suya... -Me acerco un poco y le hablo en voz baja: Recuerde, lo que le dije ayer, voy a protegerla.
Espero a que "El Demonio" reanude la marcha, y lo sigo. Apuntando mi linterna a lugares estrategicos, basandome en mi experiencia previa, para evitar posibles emboscadas.
Master: ¿No se si con mi resultado en la tirada de percepción + alerta puedes decirme si veo alguna alarma oculta? ¿Quieres que haga alguna tirada de seguridad, para ver si logro dar con alguna alarma?
Desde luego, la región esconde mucho más de lo que parecía de antemano.
Estoy con Samuel, subamos al piso de arriba. Debemos centrarnos en localizar puertas de acceso para empleados o algún tipo de sarcófago.
Asientó con la cabeza algo más fuerte de lo necesario, haciendo que mi cabello se agite. Sacó la daga de plata y mi cuchillo favorito y colocó ambos tras mi cinturón, para que éste lo sujete. Tras esto, sacó la pistola que nos dieron en el Elíseo de Bogotá.
Mi madre me había dicho una vez que el miedo era una sensación que estaba destinada para los débiles, y que sí quería ser lo que era no podía ser débil, y por ende no podía tener miedo. Pero en aquel momento me sentía muy capaz de botar el reglamento y dejar atrás las enseñanzas que alguna vez ella y mi sire me habían dado. Podía sentir que la mano que sujetaba el arma se disponía a temblar. ¡Qué difícil se me hacía controlarla!
Tranquila, Beatriz...
No le tenía particular miedo a la muerte, hasta había aceptado hace unos días que mi destino era ese, morir a manos de los lobos o por los díctamenes de Cornelia Jurgis. Pero entonces, ¿cuál era ese miedo? Podía sentir que la atmósfera era pesada, sí, pero estaba acostumbrada a ellas. Que en ese momento apareciera un lobo en alguna de las esquinas de aquel oscuro recinto me parecía hasta natural. ¿No estabamos allí para combatirlos? Entonces, ¿por qué?...
Una vez más mi mirada se desvía hacia Iván. Las imágenes de la noche pasada pasaban por mi memoria. ¡Me había sentido tan segura a su lado!
"Recuerde lo que le dije ayer, voy a pretegerla"
Gracias, Iván... - susurró con cierta tímidez, volviendo a centrar mi vista hacia adelante.
Doctor Mendez: Con tus sentidos agudizados puedes observar un lugar cuadrado puedes ver estanterias con artesanias de lana... y... ( ver información individual). Hay cajas y desorden en el piso... es extraño..
Ivan: Aunque hay oscuridad si puedes ver un poco la distribución del espacio donde te encuentras aunque no con detalle... no observas alarmas ocultas, por lo menos no parece haber nada iluminado. Ves objetos desordenados, no sabes que son.
Beatriz: Poco vez, el olor a lana sale de algun sitio, pero para ti es como si de repente se hubieran apagado todas las luces...
Asi como se muestra en el mapa
Notas..
Lo rojo es la puerta
Solo Dr Mendez puede ver con claridad que el espacio hay una especie de pasillos
Beatriz: lanzame percepcion + alerta
El olor a sangre se vuelve mas claro, pero no es un olor cercano, es dificil saber de donde sale. El sonido sigue igual.
Suben al piso de arriba. Lo primero que escuchan es la melodia
La exposición de ahi se ve mas resguardada. Hay un titulo "Joyas de la cultura Tairona". Ven dos vigilantes, y al fondo varias estanterias de objetos de oro.
Todos saben que el museo del Oro en Bogota tiene multiples figuras hechas de oro por los indigenas... es de concluir que dado que es un museo anexo al de Bogota También haya dichas figuras.
Ves a tu derecha una puerta que dice " solo personal autorizado"
En ese momento observas a una mujer con el aura de ghoul que esta en una de las esquinas.
Bonita música. - Es el primer pensamiento que invade mi mente un instante antes de llevar mi mirada de las obras de oro a los posibles sistemas de seguridad, recorriendo con la vista paredes, techo y por último vigilantes y su armamento.
Amparo, ¿ve algo?.
Ahí hay una puerta de personal.
Dice Cross en voz baja señalando una puerta de personal (xD).
miro a mis compañeros y les digo en voz baja: Señores, con disimulo, hay una dama con aura de ghoul...en una esquina -señalo con la boca a la esquina-. Que conveniente....decididamente lo mejor fue subir.
Ves un fusil de luz al fondo, si hay luz es posible que puedan ver bien...
Hago como que miro el escaparate. - ¿Qué está haciendo? No me pega ver a un ghoul visitando un museo, será algún tipo de guardia.
Miro a la dama disimuladamente para ver si va vestida como empleada del museo.
¿Amparo, podrías colarte en la sala de personal autorizado? ¿O tal vez creéis mejor que terminemos de mirar todos los museos y hablemos con el resto antes de actuar?