Parecía que las palabras del profesor Bishop estaban haciendo efecto en nuestra casera. Por fin parecía que se había dado cuenta de que eransus huéspedes los que estaban ante ella y eso dio paso a una relajación por su parte. Demasiada relajación ya que, el arma que llevaba en la mano resbaló disparándose cuando tocó el suelo.
Pensé que me daba un infarto al oír el disparo. Me llevé la mano al pecho debido al susto mientras la otra intentaba ahogar en vano un pequeño grito. Cuando por fin me di cuenta que ninguno de nosotros estábamos heridos, con el corazón desbocado y un pitido en los oídos, me acerqué a la señora Woliski y mis palabras fueron dirigidas tanto hacia ella como hacia los hombres.
—Estábamos tan tranquilas... Yo me retiré a mi cuarto y me quedé dormida. Si ha sucedido algo ha tenido que ser en ese espacio de tiempo, pero ¿qué? ¿Qué le ha pasado?
Insistí al igual que lo había hecho el profesor para saber qué había sucedido desde que la había visto por última vez. Si no recordaba mal, eso había sido antes de que yo le subiera el té al profesor Szymczack.
El viaje de retorno hacia la casa de huéspedes transcurrio sin sobresaltos, me sorprendió de sobremanera la explicación que me hizo el Señor Lusting a forma de disculpa por su comportamiento .... - de alguna forma no quedo convencido de que fuera una actuación al 100%- pienso mientras considero la naturalidad en sus acciones.
Llegamos a la casona y me alegra ver al profesor Bishop, abro la puerta para que mis compañeros puedan entrar pero los gritos me alteran.
La sorpresa no me deja actuar y sólo reacciono hasta que suena el disparo.
-¿están todos bien?-, les ayudo a levantarse (a la casera y al profesor) y me acerco disimuladamente a la señora Woliski y reviso su reacción ocular al tiempo que olfateo su aliento para cerciorarme que no esté bajo el influjo de alguna medicina, droga o simplemente ver si estaba alucinando por sus comentarios.
Motivo: medicina
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 21 (Exito)
La mujer necesita descanzar, esta teniendo una crisis nerviosa. Realmente no eres psiquiatra, pero sabes que tantos eventos de molesta hace que una persona sea algo paranoica. No hay signos de drogas, o algo asociado que pueda dar una claridad sobre un problema quimico o médico que de respuesta a lo ocurrido.
Bishop de manera muy diligente la toma a la mujer y como un heroe evita que la mujer se golpee.
Pétula estaba pálida y se tocaba el rostro
Tuve un sueño horrible. Dice la mujer mientras de reojo ve el arma que esta humeante en el suelo, era una cosa horrible que entraba por la puerta, era ese hombre... el que vino amenazarnos... Dice de manera confusa.. Seguro va a venir atacarnos... si...
Se sienta de momento mientras tiembla
Tenia muchas patas... muchas patas...
Los que deseen lancen percibir
Pero, ¿Qué cosas decía esta buena señora?.
¿Muchas patas?, ¿Qué el joven que nos había visitado antes era un monstruo?.
Me acerque, con recelo, hacia donde estaba Petula, olisqueando el aire, sin mucho disimulo.
¿Estaría borracha?, ¿loca tal vez?
Pero…Señora, atine a decir, ¿Cómo un sueño puede haberle llevado hasta el límite de empuñar un arma?, ¿acaso hay algo que usted no nos haya comentado?.
Debía haberlo, esperaba que lo hubiese, esta horrible situación no dejaba de complicarse más a cada minuto que pasaba.
Solo quería, largarme de una buena vez de este maldito lugar.
Había llegado el momento de buscar mi escopeta.
La presencia de una arma en la casa, ¡un arma de la que nada sabía!, me dejaba con la sospecha de que otros de los que me rodeaban pudieran llevarlas también.
¿y si le daba a alguno de mis compañeros por empuñar un arma en un ataque de locura?.
Me sentía vulnerable, odiaba sentirme así.
Tenía e iba, a subir a mi cuarto, por mi escopeta y mañana, iba a largarme de esta maldita casa.
Tirada oculta
Motivo: Percibir
Tirada: 1d100
Resultado: 76
-Un momento. Será mejor dejar que se tranquilice antes-Dice Jonathan levantando una mano en dirección a Saitsef como pidiéndole que esperase-De momento un vaso de agua bastará.
Jonathan le ofrece el vaso de agua a la mujer y le sigue hablando en el mismo tono relajado, intentando inspirarle confianza y sosiego.
-Vamos, beba un poco. Eso que cuenta no es posible. Seguro que se ha quedado dormida y ha tenido una de esas pesadillas que parecen tan reales que uno no sabe cuando ha dejado de soñar. Mi tía Ursula se despertaba a veces de su siesta gritando y hablando de cosas terribles. Además, cuando he ido a la comisaría, he visto con mis propios ojos como se llevaban detenido a ese hombre, Roberto Plazas...y por supuesto, tenía dos brazos y dos piernas. Ahora el doctor Saitsef le va a hacer un reconocimiento, ¿de acuerdo?
Confiando en que sus palabras sean suficientes para calmar a la mujer, se separa dejando sitio al doctor.
Motivo: Percibir
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 33 (Exito)
Mientras hago un leve reconocimiento de pulso y respiración a la Sra Woliski no puedo evitar alegrarme por lo que acabo de oír de los labios del profesor Bishop -Pero por supuesto que es el principal sospechoso, disculpen mi alegría pero me reconforta saber que han apresado a tan violento sujeto.-
Termino la leve exploración a la Sra y concluyo: -La señora necesita descansar, esta teniendo principios de una crisis nerviosa. Tengo en mi habitación una solución de lavanda que podrá calmarla-
Subiendo a mi habitación no puedo dejar de pensar en "las patas" y las marcas que encontré con la cinta adhesiva del bicho.
Mientras sucede todo eso subes al segundo piso a buscar tu arma, sacas las llaves de tu habitación y la abres, cuando abres la puerta de tu cuarto notas que algo anormal ocurre, algunas cosas que estaban en tu cuarto estan desorganizadas, caidas (es más, la caja que contiene la "maquina milagrosa! estavolteada). Lo curioso es que la puerta estaba con llave y no todo parece fuera de lugar, solo algunas cosas.
!Esto es el colmo!- debes darlo a conocer a los demás, así que debes comunicar esto al resto.
Yo... yo estaré bien. Dice la mujer mientras todos la miran. Debo ir a mi cuarto...Si..... entonces ¿lo atraparon?... ¿estoy- estamos a salvo?
Mientras ella habla Victor sube un poco molesto por las escaleras mientras se escucha un rasguñeo y maullido del gato de la dueña en el segundo piso, detrás de él va el doctor quien busca la esencia de Lavanda
Mientras todo esto y a pesar de todo, antes de que Victor subiera, creiste sentir un sonido como cuando se cae una caja en el segundo piso, luego el sonido del rasguñar del gato.
La sorpresa de ver sus cosas todas revueltas fue como sentir el golpe de un martillo sobre sus huevos.
Desagradable y doloroso.
Víctor perdió todo control de sus actos al ver aquel caos que ahora se presentaba ante sus ojos.
A diario, el criminal que Víctor REALMENTE era, actuaba para el mundo el papel de hombre civilizado, cordial y amistoso; Y aunque con los años había perfeccionado tanto su personaje que hasta incluso Víctor se pensaba a sí mismo como ese hombre, la realidad era muy distinta a decir verdad.
Víctor, era un truhán, uno sin escrúpulos o bondad para con sus prójimos.
¡Claro!, nadie podría percatarse de la verdadera esencia del hombre cuando este se encontraba en sus cabales. Pero ahora, Víctor Lusting estaba molesto.
Mucho.
Aquellas viejas escaleras tuvieron que soportar los aporreos de los pies calzados de Víctor mientras bajaba del piso superior con el rostro torvo y una expresión poco halagüeña en el rostro.
Y no había que ser un Sherlock Holmes para percatarse de que el vendedor estaba intensamente cabreado, tanto, que la ira le perlaba de sudor la frente coloreándole, a su vez, el rostro en tonos rojizos como si el hombre hubiese estado ejercitando.
Sin muchos preámbulos ni las artificiosas palabras que a menudo usaba, Víctor se encaró directamente hacia aquella mujer a la cual consideraba el origen de su molestia y a viva voz, mientras la señalaba poco caballerosamente con el dedo, le grito con estas palabras:
¿QUIEN COJONES LE HA DADO EL PERMISO DE ENTRAR EN MI CUARTO?, ¡MALDITA SEA!, ¿QUE BUSCABA ALLÍ, QUIEN LE HA DICHO QUE REVISE MIS COSAS?, ¡HABLE MALDICIÓN, HABLE AHORA MISMO QUE NO RESPONDO DE MI!
Me sentí más tranquila cuando los hombres tomaron las riendas de la situación. Poco a poco, la señora Woliski parecía calmarse, sobre todo después de enterarse de que habían arrestado al joven cuya irrupción en la casa nos había dejado a todos conmocionados. Seguro que a la pobre mujer un poco de descanso le vendría muy bien.
Pero todo volvió a alterarse debido a la reacción tan violenta del señor Lusting. Cada vez estaba más convencida que aquel hombre era un desagradable.
—Cálmese señor Lusting... por favor, y díganos ¿qué ha sucedido? ¿Por qué cree que alguien ha entrado en su cuarto?
Jonathan ayuda a levantarse a la señora Woliski y le ofrece su brazo para acompañarla a la habitación.
-Si, vamos señora Woliski, yo la acompaño. Yo...he escuchado un ruido en el piso de arriba. Me pareció que era el gato, pero no sé...¿Todo bien, señor Lusting?
Regresaba de mi cuarto con la solución de lavanda diluida en un frasco, esquivo al gato y mientras bajaba la escalera escucho la voz furiosa del Sr. Lusting - ¿Que le pasa Victor?, ¿A que vienen esas violentas palabras?- Respondo tocándole el hombro tratando de calmarlo.
!Yo no he entrado a su cuarto!- dice la mujer asustada yo no entiendo de que habla, - dice la mujer temblando aterrada- ¿de que habla?... nadie puede entrar en las habitaciones de los demás, yo no lo hice.
Los gritos de Victor eran muy fuertes, y todos parecian confundidos para sus palabras, esperando explicación. El raspado que algunos escucharon sesó por un momento, sea lo que sea ahora no parecia importante, lo cierto era que Victor estaba muy molesto, su cara denotaba estar furioso.
Nos encontramos en las últimas interacciones antes de cambiar de dia, así que no teman postear más de lo necesario, conversando o actuando al respecto. Así que no se limiten, lancen los dados si desean, como siempre solo para el director.
La andanada inicial de violencia verbalizada le calmo tan solo un poco debido a que las llamas de su nueva ira aun ardían con fuerza en su interior.
No obstante, la templanza de actos y el aplomo – al parecer -, tan típico en Emil le dieron a Víctor un breve respiro y momentáneamente, al menos, pudo calmarse un poco.
Se giró entonces hacia el doctor mientras pensaba en lo mucho que envidiaba a los hombres como aquel. Hombres que debían de tener la sangre tan fría como los reptiles, que rara vez se alteraban aunque estuvieran rodeados de locura.
A menudo Víctor intentaba ser calmo, amable e incluso bromista más lo cierto es que su real “el”, distaba mucho de serlo.
El verdadero Víctor, tenía mucho más en común con el iracundo hombre de hace tan solo unos momentos.
Ojala nunca le conociesen como realmente era.
Dis…diculpe usted, le dijo a Emil con un leve tartamudeo, disculpen todos, indico mirando al resto salvo a Petula, alguien ha entrado a mi cuarto, en mi ausencia, miró a la dueña de la pensión, ese alguien ha revisado todas mis cosas, incluso dejando todo tirado…como si mi regreso le hubiera impedido seguir fisgoneando.
Que casual, prosiguió con los ojos relampagueando furiosos, que sea justo al volver cuando hemos encontrado a la señora en tan “atípico” estado.