Tras embarcar a la mañana siguiente en un barco comercial, se inicia vuestro placebtero viaje hasta las desérticas tierras de Qadira. El viaje transcurres sin problemas y con un paisaje marino salteado con algún punto de tierra en el horizonte al cuál no os acercais hasta llegar a Sedeq, la capital esclavista y de las especias de Qadira, con un bullicioso mercado donde se vende de todo. Finalmente vuestro barco lanza sus amarras y se situa en el puerto, una pasarela es desplegada por los hombres de la tripulación y se despiden de vosotros animandoos para que todo vaya bien, os comentan que os esperaran durante 4 días antes de partir, si no venis en esos días debereis buscaros un pasaje en algún barco mercante hasta Absalom.
Steelgart mira con desconfianza el puerto y busca posibles amenazas.
Otra sucia y malholiente ciudad, ¿cuando comprenderan la libertad de las llanuras?. Me giro hacia los marineros.
-Gracias por una travesía corta y una llegada sin complicaciones. Si no volvemos a vernos que los vientos hinchen vuestras velas y las tormentas os pillen en puerto.
Empiezo a bajar por la pasarela hacia el bullicio de la gente, destrabo el arma de los posibles impedimentos que pudiesen impedir desenvainarla y sujeto la bolsita de oro. Miro hacia mis compañeros.
- Vamos chicos aún queda mucho por ver.
Vigilando todo lo que le rodea Pitruss baja justo por detrás de Steelgart y Ungrag.
Desciendo del barco hasta situarme junto al grupo, antes de salir he procurado cubrirme con la capucha, un lugar como este no es bueno para un niño tiflin, y mas uno albino, es un blanco facil para las burlas y para meterse, la gente suele meterse con los debiles e indefensos para sentirse mejor.
Observo con atención la ciudad por si veo alguna cosa extraña o que me llame la atención.
El druida y su animal de compañía, un leopardo, bajan por la rampa admirando los colores y el bullicio que le sorprende ya que no está acostumbrado a las multitudes y la última semana ya ha estado en dos grandes urbes.
Pnjotizado
El tiflin me hace gracia, cubriendose con su capucha, no se porque se esconde. Me acerco por detras y se la quito.
Motivo: percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 20(-1)=19
Notas como alguien detrás de ti intenta quitarte la capucha.
Paseo atentamente mi mirada por el puerto, para ver si hay alguna pista de nuestra guía.
Al sentir que tratan de quitarmela me giro rapidamente para ver quien es el que se ha atrevido ha hacer tal cosa.
Ves como el druida intenta quitarte la capucha hacia atrás para dejar tu rostro a la luz del sol
Me ajusto la capucha de nuevo si se me ha deslizado demasiado.
---Ocurre algo?- le pregunto al druida tranquilamente aunque con un cierto tono de fastidio en mi voz.
Pateo el suelo con insistencia, por la falta de puntualidad de nuestro guía.
- Pues ya podía haber llegado....aquí estamos en una ciudad nueva y yo sin ir a una taberna, que desastre.
Me fijo un poco mas en mis compañeros para poder ir tomandoles la medida a cada uno de ellos. - Y si ese tipo o tipa no aparece, ¿cual es el plan a seguir?.
- ¿Que haces cubriendote? ¿Tienes miedo?
Me rio mientras le pregunto esto.
---No,solamente es que el Sol me hace daño en la piel y me estorba la vista ¿contento?- digo un poco de mala gana.
Veis que se acerca una figura vestida de rojo y negro con cimitarra al costado derecho y turbante de rayas rojo y negro que se dirije hacia vosotros. Cuando llega más cerca podeis ver sus ojos de color miel y su largo cabello hasta los hombros y su barba bien cuidada y de aspecto fiero.
Mira fijamente y sin pestañear ni sonreir a Steelgart que va primero en el descenso del barco y hace un saludo tocándose el pecho, la boca y la frente:- Ssalaam As Malicum,¿ los Pathfinders de la Gran Logia ?, ssíganme, ssoy Ramih Hala Abdullah, ssu guía por el dessierto.
Parece que el niño llora, debería dejarlo...DEBERÍA...
Saludo al hombre con pintas de pirata.
- Encantado, buen hombre. ¿Asi que nos va a guiar? Pues marchemos sin demora, el tiempo apremia.