Sabía que ir allí no era una buena idea. Y no lo había sido. La sensación que se le había quedado era desagradable, un estremecimiento de profunda humanidad, un excremento a moralina y estupidez, del que era difícil desprenderse, como el hedor que queda en la ropa tras caer en una charca de gasolina.
Fuera como fuese, al menos, no había dado datos sobre su identidad. Y eso era bueno. Para James hubiera sido mejor, claramente mejor, no acudir. Para colmo aquella chiquilla cotilla, ese pedazo de carne con ojos, solo bueno, quizás, para ser sacrificada, parecía haber sido perdonada graciosamente por todos.
¿Cómo podían ser tan tremendamente estúpidos? Esa pregunta, esa idea, persistía machaconamente, en su cabeza, que le avisaba del peligro de una periodista metomentodo, obviamente sin escrúpulo alguno en mentir o invadir su intimidad.
En cuanto al resto... eran mediocres. Eso era lo que parecían. Quizás los más interesantes eran la tal Eloise, Frohike, Rip_er y Fry_Two_Fingers. Con ellos no le importaría volver a hablar. Incluso podrían merecer seguir vivos. El resto...
Suspiró pesadamente, y volvió a relajarse en el agua caliente de su bañera. Había regresado de su trabajo vendiendo seguros y podía olvidarse de todo. Unos momentos al menos.
Tu vida regresa a la normalidad tras la fiesta ¿o a la monotonía?. Por supuesto puedes volver a entrar en el foro y escribir sobre los temas habituales, aunque la gente también habla del tema que abrió Kain durante un breve periodo de tiempo. El hecho de que Kain no aparezca solo consigue que la gente empiece a ponerse nerviosa y paranoica, nadie pudo leer el mensaje completo.
Tres días después de la reunión comienzas a sentirte incómodo por la calle, vuelves la vista atrás y te parece que un par de tipos te observan pero al momento comienzan a hablar entre ellos y continúan. El problema es cuando al día siguiente tienes una experiencia similar y al otro vuelves a ver a los del primer día...está claro, te siguen.
Ah, no. Otra vez no.
Por un instante James sintió la tentación de abordar directamente a ambos hombres y tratar de ganarse su confianza y saber lo que estaba ocurriendo... pero tenía demasiados pocos datos. Además, después de todo, era difícil que fueran a confesarle lo que quiera que estaban haciendo. Y había demasiadas posibilidades. Se quedó pensativo, unos instantes, ¿tendría que ver con la mujer que sacrificó? ¿o con la desaparición de Kain? ¿o con esa maldita periodista metomentodo?
Eran demasiadas variables, y cada opción conllevaba una respuesta distinta. Sin vacilar, al notar la presencia de ambos, se acerca a una tienda de revistas, y se toma su tiempo. Luego pasea por la ciudad, siguiendo su rutina... pero preparado para, cuando llegue el momento, tratar de seguir a uno de los perseguidores cuando el otro abandone su vigilancia.
De paseo por la ciudad los hombres se despistan y de pronto pasan por delante de James en un semáforo. Cuando cruzan se giran para buscarle y se lo encuentran casi cara a a cara. Hay un momento incómodo para ellos pero intentan reponerse y abandonan la persecución, los dos juntos en la dirección por la que habían venido.
James comienza a seguirles, convirtiéndose la presa en cazador. Parece ser que deshacen el camino por el que habían venido desde que los descubrió la primera vez, le da la impresión de que no le han descubierto pero de pronto corren hacia un autobús que está cerrando las puertas y se cuelan justo antes de que arranque, desde dentro le miran conforme se alejan.
James casi maldice. Su paranoia incipiente se recrudece durante estos días, y está atento a todos los que le rodean, tratando de localizar a esas personas, o a otros que se comporten de forma similar. Nota sus nervios en tensión y, finalmente, dos días después de su encuentro, se decide a poner en el chat del grupo un escueto mensaje.
Me están siguiendo por la calle. Periodista infiltrada, ¿tienes algo que ver con eso? ¿Alguien sabe algo de lo de Kain?