Partida Rol por web

La batalla pintaba mal. Habían ganado tiempo frente a la avanzadilla en el asentamiento, pero el cielo comenzaba a llenarse de naves enemigas. Aquello se convertía, auténtica y verdaderamente, en una guerra. Ellos solo eran una compañía, lejos de su base, con el comandante en paradero desconocido y veinte bajas en su haber.

No todo eran malas noticias. El bombardeo de los cazas había detenido el ataque enemigo en tierra, que al parecer se replegaba en espera de los refuerzos que tenían que llegarles en breve. Refuerzos en cantidad y potencia abrumadora... Había que salir de allí cuanto antes, regresar a toda marcha a la base, que al menos contaba con un escudo y turboláseres. Un lugar donde podían concentrar su potencia de fuego para una defensa desesperada.

Mara Jade evaluó la situación, saliendo del templo. Solo quedaban dos enemigos malheridos por el fuego de Sarah, que procedió a rematar con un haz de rayos de la fuerza. Sintió una vergencia creciente, sumada a un vértigo atroz, que a punto estuvo de hacerle perder pie. Parpadeó entonces, mirando el cielo, que se llenaba de siluetas amenazadoras. Al fin, habían logrado que el enemigo se aprestara a presentar una gran batalla. Una gran batalla donde poder vencerles. El problema era... ¿Cuantas de sus tropas perecerían en el proceso?

-Aquí Jade -dijo por radio- Tenemos una prisionera enemiga, una vieja conocida. Pueden recogernos en éstas coordenadas, y volvemos a la base para organizar la defensa.

Sus refuerzos llegarían, esperaba. Ahora mismo, el espacio y el aire estaban controlados por el enemigo, a pesar de que las escuadrillas TIE se aprestaron a luchar heroicamente cubriendo su retirada. Sabía que Pellaeon con el Escuadrón Volante estaba a distancia de microsalto, y que llegaría de un momento a otro para sumarse a la batalla. Debían confiar en que el mando no les había abandonado, y bregar durante aquellos difíciles instantes. La Séptima Flota era grande y poderosa, y contaban con el genio de Thrawn y la potencia de fuego del Eclipse. Aquello era, simplemente, una trampa para que el enemigo pusiera toda la carne en el asador.

Lo habían conseguido. Su misión era atraer al enemigo, y estaba hecho, pero ¿Era realmente lo que querían? Si era lo que "La Jefa" quería, entonces estaba contento. Su lealtad era hacia el Imperio y los jefes que sobre él pusieran, así que Mara Jade era hacia donde encaminaba su lealtad y el resto de compañeros de este grupito, que por muy variopinto que fuera, era el que era, y con ellos, hombro con hombro, lucharía.

Entonces hablló ella: - ¿Una vieja conocida? ¿Y en un templo? Que poco le gustó aquello al explorador. Pero era lo que había y con ello tendrían que bregar. Además, podía ser una fuente de información, y también una de quebraderos de cabeza, ya que podría, con su presencia, atraer al enemigo hacia ellos.

El teniente esperaba órdenes, y se imaginaba que estas sería cubrir la retirada del resto, en repliegues apoyados por fuego, y con maniobras de guerras de guerrillas, así que empezó en su mente a planear como hacer aquello. Y si no, lo mismo. Ellos, el resto de la unidad desplegada, defender la basa y sus exploradores, como batidores, hacer exáctamente lo mismo, pero en lugar de "en repliegue" serían "en ataque". - Somos guerrilleros.

-Flametrooper 6GK5 a todo el pelotón: ¿cuál es el maldito plan? -radió Yoyuc con su molestamolesta voz deteniendo el chorro de fuego por un instante-¡No puedo contenerlos eternamente! ¡Si no hacemos algo rápido intuyo un cálido recibimiento en el infierno para todos nosotros!

Yoyuc era incapaz de tragarse sus estúpidos chistes. 

-WAAAAAAAAHHHHHHH!

Grité mientras comenzaba a disparar al ver cómo volaban esos drones al rededor de la columna de fuego que Yoyuc había desatado. Esos cacharros volaban y zumbaban como enormes [url]http://starwars.wikia.com/wiki/Fire_waspavispas de fuego[/url]. Apuntaba y disparaba, apuntaba y disparaba. Aun dándoles de lleno resistían muchos de los impactos del cañón. Algunos pocos cayeron. Intenté fijarme en algún punto por debajo del cascarón superior, tras las armas, tenían que tener algún punto débil.

-¡Yoyuc, a tus tres! Sin dudarlo concentré mis disparos en un dron que se diríga hacia el incinerador por un flanco. El dron explotó en mil pedazos, seguramente alcancé alguna célula de combustible o munición.

Lily y Silky aún estando asediados por todos lados consiguieron derribar y Honaka se unía a sus disparos.

Me concentré en acabar con los que entraban en el perímetro interior. La munición se acababa por momentos, y el cañon empezaba a calentarse. Realicé una recarga de emergencia y el refrigerante del cañon actuó causando una nube de vapor. Seguí disparando sin cesar.

Seguí disparando, me concentré esta vez en un grupo que perseguía uno de nuestros cazas TIE. Pude quitarselos de encima. La batalla parecía estabilizarse en un contínuo intercambio de fuego, una vez que os atacantes empezaron a perder inercia.

Cita:

En un breve momento en el que Yoyuc reculaba para tomar una mejor posición vi a Honaka recostado al lado de Lily, que lo arrastraba a cubierto mientras ambos seguían disparando con bravura. No parecía grave pero, siendo un weequay, nunca se sabía, podría faltarle una pierna y un brazo y ese cabronazo seguiría sin quejarse hasta no haber matado a unos cuantos más.

-¡Honaka! ¡Cabr*oneeeees!

No alcanzaba a ver más allá, se dejaban intuir grandes explosiones, gritos y ruidos robóticos. Seguramente aquellas armaduras. Una gran explosión a mi izquierda me dejó de repente aturdido. Me pitaron los oídos durante unos segundos. En un acto poco porfesional me quité el casco para despejarme. Miré al amasijo de hierros que ardían a mi izquierda. El AT-ST había caído. Demonios.

El caza TIE hizo un barrido que alivió la presión del enemigo. Empezábamos a ganar el combate. Volví a ponerme el casco de inmediato.

Cita:

Miré a todos lados esperando encontrar un enjambre de esos drones pero no vi nada. En el cielo se vieron unos destellos, miré hacia arriba y entonces entendí el mensaje de radio. En la distancia, difuminado por la atmósfera vi como el Venom se partía en dos y un montón de extrañas naves lo seguían bombardeando sin cesar. Habíamos perdido nuestro apoyo orbital. Sentí desesperación y frustración al ver como se hacía pedazos. ¿Estaban en el Venom los supervivientes que habíamos evacuado? ¿Había sido en vano? ¿En qué punto estaba la misión?

Volví a centrarme en tierra, en el presente. El enemigo parecía replegarse tras las continuas ráfagas de nuestro, ahora precario, apoyo aéreo.

-¡Sargento!, ¿ordenes?

La unidad aguanto más de lo que cabía esperar, después de sus ataques despiadados parecía que era la primera vez que alguien les oponía resistencia.

Pero aquel daño a su honor y moral sin duda sería respondido con contundencia, los informes se sucedían y los refuerzos del enemigo que estaban al caer dejaban la defensa del probablo en imposible.

Todos a bordo replieguense, volvemos a la base.

comunicó Dallin por radio, no podrían evacuar a los civiles, su única oportunidad era que el enemigo perdiera su interés por ellos siguiendo la retirada de los objetivos militares.

Señora, estaremos allí en 4 minutos contestó al mensaje de Mara.

Por último ordeno al AT ST que cubriera la retirada, debían introducirse en el is que frondoso lo antes posible para evitar a las unidades aéreas cuanto antes.

No me dio tiempo ni a ver como abatía el pequeño dron, solo ha escuchar por el trasmisor el agradecimiento de la piloto, pero estas palabras quedaban eclipsadas por el anuncio de la aparición de múltiples naves, desde donde estaba no se podía saber lo que estaba ocurriendo ahí arriba y tampoco es que tuviera descanso para centrar mi vista en el firmamento.

Las órdenes de Dallin, llegaron casi de inmediato, ahora quería que nos replegáramos, él sabría si estábamos en tan mala situación, solo pensar en eso, produjo un escalofrío en mi cuerpo. ¿Podría ser que estuviéramos perdiendo? ¿Estaba ya todo perdido? Aunque también estaba  la posibilidad de que al ir junto a Mara Jade, los tuviéramos donde queríamos, era una mujer fuera de lo común, su presencia era tan imponente que no sabría cuanto de lo que contaban sobre ella era real o simplemente leyendas.

Rápidamente descendí del silo, ahí pude ver a mi compañero que había sido herido, me acerqué a él. -Honaka, tenemos que irnos.- Dije nerviosa, parecía que todo se estaba complicando cada vez más y no podía saber si lo que tenía era grave o no, no sabía nada de medicina.

Miré hacía el enemigo, a mis ojos cada vez había más pero no podíamos quedarnos ahí mucho tiempo ni debíamos, nuestra obligación ahora era llegar junto al Alférez y retirarnos como había ordenado. Esperé unos segundos por si mi compañero reaccionaba y empecé a correr hacia el punto de reunión, atenta a cualquier posible ataque, para así poder reaccionar y evitarlo poniéndome a cubierto, era importante llegar entera.

El combate era frenético pero mantuve la disciplina de combate: disparar, cubrirse, disparar, cubrirse. Repetí esas dos acciones durante veinte largos minutos y conseguimos frenar el avance del enemigo. Pero volvieron a cargar y me alcanzó un disparo de una de esas armas. El impacto me lanzó al suelo, cortandome la respiración durante unos instantes. Olía a quemado y miré mi abdomen. 

Había un agujero humenate, pero estaba entero. El disparo había calcinado la ropa y llegado hasta la piel. La armadura era de buena calidad pero había quedado hecha trizas por culpa de ese disparo. Suerte de que mi raza es de piel dura si no me hubiera atravesado hasta el otro lado. Oía un murmullo por el comunicador pero no fue hasta que bajó Lily del silo que me enteré de lo que pasaba:-Estoy bien. Es superficial. Larguémonos.-dije.

Me puse en pie y eché a correr bajo el fuego enemigo detrás de Lily. Llegamos al transporte a tiempo de largarnos de allí antes de que nos machacaran:-Tranquilo Mazar, sólo es superficial. Esos cabrones me las pagarán. Me van a comprar una casaca nueva.-dije en un arrebato.  

Yoyuc salió de su escondrijo girando las válvulas del lanzallamas:

-¡Vamos, os ganaré tiempo!

Dos soldados enemigos aparecieron por la brecha con sus armas en alto. Les recibió un muro de llamas. El fuego envuelvió a los dos alienígenas arrancándoles chillidos en su extraño lenguaje. 

Yoyuc rio como un maníaco por el comunicador.

-¡Esos ya no matarán a nadie!

Soltó otra llamarada casi vertical para ahuyentar a un dron. Sabía que estaba atrayendo mucha atención sobre sí mismo pero ese era su plan : cada bichejo que se concentrara en el chiflado del lanzallamas sería un problema menos para sus compañeros. 

-¿Es que hablo en wookie? ¡Nadie sale de aquí por detrás mío! ¡Vamos, no tenemos todo el día!

Mantenía un ojo en el contador de combustible del arma. Aún podía dar muchos problemas al enemigo si lograba recargar. 

El ataque enemigo quedó en nada ante la ferréa resistencia que ofrecieron las fuerzas imperiales. La mayoría de los drones habían sido borrados del cielo por los cazas y el fuego desde tierra, mientras que la carga sobre la entrada se había encontrado con un fuego graneado y con las abrasadoras llamas del arma de Yoyuc. Parecía que podían aguantar, que el enemigo retrocedía, pero entonces aprecieron los andadores bípedos de los que les había hablado Ripvitz en la base. El AT-ST apenas duró unos segundos contra ellos, desde luego el armamento de los "Vong", como los habían llamado, no era nada desdeñable, aunque por suerte los láseres del imperio también daban buena cuenta de las tropas enemigas.

Dos de los andadores enemigos estallaron en pedazos cuando uno de sus TIE de apoyo les lanzó un "protonazo" casi a bocajarro. Los refuerzos áereos habían llegado, lo que habría decantado las tornas hacia su bando, de no ser porque evidentemente las cosas nunca salían tan fáciles. El mando de la flota les avisó de que las naves enemigas entraban en el sistema, y poco después de se perdió la comunicación. Estaban aislados, y pronto el enemigo se reagruparía y atacaría, esta vez con más sentido común y eficacia.

Jelal pasó aquellos breves momentos de calma entre combates pensando que el enfrentamiento entre las dos fuerzas sería bastante igualado si en aquella ocasión el enemigo no contara con una abrumadora superioridad. Contra aquello lo único que podían hacer era aguantar el tiempo suficiente para que toda la expedición se reagrupara y saliera de allí rumbo a la base.

Por suerte, la voz de Mara Jade se oyó de nuevo por la radio, anunciando que habían conseguido una pequeña vicotira por su parte y dando vía libre a la retirada total de la compañía - ¡Atención, todos al APC, ya! Yoyuc, fuego de cobertura, entonces corre mientras te cubro yo, en tres, dos, ¡ya! - el soldado incinerador* se aprestó a cumplir la órden, lanzando una llamarada tras otra mientras se reía como un maníaco. Bueno, ya había que serlo un poco para alistarse en esa especialización de arma, no se lo tendría en cuenta en medio del frenesí del combate - ¡Retirada, ahora!

Volvió a apuntar con su DLT mientras esperaba a que Yoyuc se moviera hacia el transporte. En cuanto estuviera a su altura, abandonaría la posición y echaría también a correr, estaba claro que allí les iban a sobrepasar de un momento a otro.

*no se me ocurría ninguna traducción mejor para flametrooper

.-Venga Yoyuc, mueve ese culo blanco hasta aquí!!.-le grité al tiempo que subía al transporte. 

-¡Sí, señor! 

Yoyuc miró por encima del hombro buscando una posición segura. El caos era considerable y no le hacían ninguna gracia el aspecto de aquellos andadores. Quizás no fuese el momento de hacerse el héroe. 

-¡Cierra el pico...-Yoyuc no se sabía los nombres del pelotón. Apenas había pasado tiempo con ellos. En aquel momento no había tiempo para consultas- ...soldado!

Tomó una nota mental (Yoyuc tomaba muchas y rara vez volvía a leerlas) para ajustar cuentas con el alienígena bocazas. Preferiblemente, en un momento de tranquilidad. 

-¡Vamos, subid todos al APC que esto no es Star Tours! Dije con esa voz mía tan crispante.
http://starwars.wikia.com/wiki/Star_Tours

Tenía el APC preparado para salir.

Sabía que dejar allí cualquier hombre era perderlo. Si, podría distraer al enemigo de la "escapada" de los compañeros, y sería considerado un héroe, pero era un sacrificio vano. Perder hombres innecesariamente era no solo un desperdicio, sino también algo que estaba castigado. De todas maneras, en aquella ocasión estaba no solo justificado, sino que además, era parte del plan.

Ordenó a la mitad de sus tropas romper el contacto y salir por patas de allí. Los que pudieran subir al transporte, bien estaba. Él se quedaría con la otra mitad, y ocultándose, usando las técnicas aprendidas, de sigilo, guerra de guerrillas y exfiliación haría lo posible porque todos regresasen. Tardarían más, pero esperaba que llegasen todos ... a ser posible.

Yoyuc fue uno de los últimos en retirarse. Los scout cubrieron el repliegue del hercúleo portador del lanzallamas, tras el cual la puerta del APC se cerró. Se pusieron entonces en marcha, sin dejar de disparar sobre el enemigo que se reagrupaba al este, retrocediendo hacia el oeste. Durante la retirada, se les unió el tanque, que había estado destinado como enlace y defensa perimetral.

El piloto del APC debía esquivar los árboles y la maleza, mientras ascendía por el camino a trozos empedrado, que mostraba ruinas de una civilización arcaica y signos de Drafeliv estuvo antaño habitada por seres inteligentes autóctonos. Los artilleros miraban con desconfianza el radar, temiendo que de un momento a otro cayeran sobre ellos cazas o drones enemigos, dispuestos a cortar su retirada. El AT-ST que restaba, que no podía seguir el paso, se quedó algo regazado, y cubría la presurosa retirada. En su mente, la pregunta. ¿Habían sobrevivido los civiles? En teoría habían sido embarcados en el Aurora, un crucero que había escapado saltando al hiperespacio. Pero... ¿Habrían llegado hasta él, antes de ser interceptados por el enemigo?

El enemigo... Ahora el enemigo era tangible. Había dejado de ser un concepto abstracto, para comenzar a preocuparles seriamente. El enemigo estaba dando muestras de un gran poder militar, con una capacidad para el despliegue rápido. Si aquello era un aviso de a lo que podía enfrentarse la Galaxia, tenían motivos para estar preocupados. Especialmente por que el imperio estaba sumido en una guerra civil contra la rebelión, que consumía parte de sus fuerzas y dejaba a algunos sectores con menos defensas. Ellos eran lo mejor del imperio y tenían sus problemas a la hora de contener a aquella horda. ¿Que podrían hacer las más numerosas pero menos entrenadas flotas de línea y el ejército imperial? Todos iban siendo conscientes de la necesidad, como había dicho Thrawn, de vencer aquella primera batalla y frenar de esa manera el avance de ésta raza conquistadora. Había que negarles una cabeza de puente para su conquista galáctica, ganar tiempo.

Finalmente, llegaron a la explanada del templo en ruinas. Había signos de lucha allí también: soldados vong muertos, algunos árboles o calcinados, y humo que se levantaba lentamente hacia el cielo. En cuanto llegaron, los dos Death Trooper salieron de su escondite. Cargaban en brazos a una prisionera del enemigo, que había perdido el conocimiento, que estaba atada de manos y pies. Era la mujer del sable láser, que había asesinado a la mitad del personal de la base avanzada durante su ataque sorpresa. Justo detrás de ella, venía Mara Jade, que miró al cielo un momento. La lluvia tropical estaba cesando, y sus hombres estaban encerrando a la prisionera en una de las jaulas que el APC tenía habilitada a tal efecto.

-La defensa del asentamiento se ha vuelto insostenible -le dijo Dallin, acercándose para dar el informe- Hemos perdido a 20 hombres y uno de los andadores.
-Regresemos al puesto avanzado -dijo ella.
-No se hasta que punto no sería prudente replegarnos al asentamiento principal del planeta...
-Lo se, pero tenemos que dar tiempo para que evacuen a los civiles del mismo. Concentraremos la batalla en el puesto avanzado, gracias a los refuerzos.
-Si señora...

Entraron en el transporte, cerrándose la compuerta. Iniciaron el regreso, a la máxima velocidad operativa para no desagruparse, recelando en todo momento del cielo. Tuvieron motivos para ello: un escuadrón de drones comenzó a acecharles en la retirada, dañando al tanque y amenazando con destruir el segundo andador. Solo la llegada de la escolta aérea de la desaparecida Venom pudo salvar la situación, mientras sus propios artilleros derribaron a algunos de los aparatos. A partir de ese momento, el repliegue fue más tranquilo. Pero Mara, que estaba de pie, agarrada a uno de los tiradores del techo, sabía que aquello no había hecho nada más que empezar. Presentía que el enemigo se estaba desplegando metódicamente por el planeta. Ejecutarían a los civiles que se encontraran, destruirían los pequeños asentamientos. Y luego, sus fuerzas convergerían sobre los puntos de resistencia, buscando aniquilar al resto.

Lily se quitó el casco un momento, para acceder a uno de los packs de hidratación. Su mirada se cruzó con la de Jade, que la observaba con frialdad, no exenta de un toque de curiosidad. Mazar echaba un vistazo a la herida de Honaka, mientras el sargento se mantenía en contacto con los artilleros y la escolta aérea. Dallin observaba el mapa del puesto avanzado en su tabla de datos, pensando como organizar la mejor defensa posible. Yoyuc mascaba una ración de combate, meneando el bigote, mientras que Sarah se mantenía a su lado. Afuera, los hombres de Silky escoltaban al APC con sus speeder, ayudando a los tanquistas en su retirada.

Asintió, despacio. Aquellos eran buenos hombres. Muy buenos hombres. No todos los héroes forman parte de esas divisiones tan mimadas por el emperador, vistiendo armaduras especiales y recibiendo material y entrenamiento especial. Thrawn tenía razón. Si querían sobrevivir, si querían vencer en aquel combate, y en los combates del futuro, había que convertir a los soldados de línea en una fuerza de capacidades sobresalientes. El emperador estaba equivocado. Aquellos hombres y mujeres no eran carne de cañón. Era la delgada línea blanca, que protegía a la Galaxia de sus enemigos.