En un principio jamás te creíste capaz de conseguirlo, pero lo has hecho y ya no hay vuelta atrás. Guiado por Bonobo, ese gran simio con el cráneo ampliado por una esfera en la que flotan cuatro cerebros sumergidos en un extraño líquido, has logrado descender desde el primer nivel, donde se sitúa tu puesto de trabajo, hasta más allá del nivel tres, evitando ser descubierto por los trabajadores de cada planta, con una única meta en tu cabeza.
Aún crees recordar por qué lo has hecho, si, aún asaltan tu atormentada mente fugaces visiones de lo que un día fuiste, de la vida que quizá viviste antes de despertar en este apestoso lugar... una vida que en nada se parecía a este sufrimiento insoportable de trabajos forzados, nido de odio y desprecio.
Al principio te sentiste muy sólo, creíste ser el único que añoraba libertad, pero también el único que deseaba venganza hacia el causante de tanto dolor y maldad... fué entonces cuando Bonobo te encontró y te habló de ese lugar situado bajo los niveles inferiores de La Factoría... ese lugar maldito donde el Doctor encerraba sus experimentos fallidos... un lugar de olvido y muerte.
Te dió esperanzas, te hizo sentir que no estabas sólo en una lucha ancestral contra el Doctor y sus locuras... te hizo sentir especial... "sólo tú puedes hacerlo" solía decir el gran simio, adulador, deseoso de conseguir un peón que desencadenase la guerra... y ese fuíste tú.
Con cierta inseguridad habías acercado tus fríos dedos hacia la palanca que activaba el mecanismo de apertura de las mazmorras situadas bajo el tercer nivel, y con espantoso terror habías visto cómo Bonobo te empujaba la mano repentinamente, presionando así la palanca, momentos antes de huir trepando por las sombras, dejándote allí abajo completamente sólo, frente a un contador que marcaba extraños números que iban disminuyendo, acercándose al final de la cuenta...
Sus enloquecedoras carcajadas retumban en tus oídos por encima de la maquinaria recién activada, mientras el simio traidor escapa trepando hacia niveles superiores, abandonándote sin ningún remordimiento en las sombras.
-¡HaHaHaHaHa!, ¡¡¡SUBLIME, SUBLIME, SUBLIME!!!.
Se balancea frenéticamente entre las cadenas que cuelgan del techo a lo lejos, haciéndolas chocar atronadoramente, para volver a rugir, presa de la emoción del momento:
-¡¡¡Toda una eternidad de condena por culpa de los errores que un estúpido doctor cometió!!!, ¡¡¡YO OS HAGO LIBRES, CRIATURAS DE LAS MAZMORRAS!!!, ¡¡¡SALID Y VENGAOS, MATAD AL DOCTOR, ACABAD CON SUS ESBIRROS Y CON SU REINADO DEMENCIAL!!!, ¡¡¡HaHaHaHaHa!!!.
Después se hace el silencio, sólo interrumpido por las cadenas entrechocando y la maquinaria a pleno funcionamiento...
-Nnnnnnnnnnnnnnnghhhhhhhhh -farfulla con un suspiro suplicante de desaliento mientras levanta la mirada para ver como escapa su amigo. Baja la mirada y se frota las manos, nervioso, mientras niega con la cabeza una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez, presa de la desesperación. Las manos se crispan de nerviosismo, le agarran la cabeza y se la detienen. El sujeto asiente, más calmado, todavía agarrándose la cabeza con las bellas manos. Las manos le sueltan y empiezan a tirar de él hacia la salida, la escalera que comunica con los pisos superiores. Él las sigue como puede, tambaleándose y cojeando, dando pasos largos con su pierna pequeña y pasos cortos con su pierna larga. Las manos le guían en la oscuridad, ellas van por delante, palpando las tinieblas.
La piedra verde de su pecho comienza a brillar con su luz venenosa. Puede ver, al menos, en ese sitio horrible. A la mano izquierda se le ocurre una idea, y sacándose el ojo de cristal de una cuenca, lo sujeta de forma que pueda ver el camino a su espalda. No quiere que le sigan. Muerto de miedo y de miedo, corre como puede hacia la salida. No quiere saber lo que el amo guarda en su sótano.
El ojo que llevas fuera de su cuenca transmite las imágenes de las mazmorras alejándose, mientras que el otro muestra las escaleras ascendentes por las que subes tan rápido como tus amorfas piernas te permiten.
Con las carcajadas del gran simio aún presentes en tu cabeza, alcanzas la escotilla por la que bajaste desde el nivel tres.
El peor de los niveles... al que van destinados los sujetos más fornidos y brutales, la mayoría de ellos llenos de remaches y protecciones metálicas para soportar el peligroso trabajo entre forjas y sierras mecánicas... ser descubierto en este sector podría significar tu muerte. Por eso, en cuanto ves al puñado de trabajadores que se arremolina en torno a la zona de corte de planchas metálicas, intentas aprovechar cualquier montón de chatarra, acumulación de humo o ceniza que te permita cruzar hasta el elevador que lleva al nivel dos sin ser detectado.
De pronto un contenedor de chatarra cae con un enorme golpe sobre una grandísima plataforma metálica, esparciendo piezas rotas por doquier y llamando la atención de la mayoría de sujetos de la zona de corte.
Tirada de Agilidad para conseguir cruzar el nivel sin ser visto. (Al tener 2 en Agilidad tiras 2d10).
Tirada: 2d10
Motivo: ¿Cual es mi suerte esta vez?
Resultados: 10, 4
Un silencioso quejido de espanto sale de sus labios cuando a un lado escucha un sonido fuerte y horroroso, como de una explosión o un trueno, que casi le ponen de los nervios. Con mayor ansiedad que antes, si cabe, mueve las piernas desiguales para alejarse del retumbe, cojeando como si llevara una pata de palo: el monstruo procura ponerse detrás de alguna cobertura empujado por algún extraño instinto de supervivencia harto olvidado. En su escondite se acuclilla mientras se golpea la cabeza con las manos y gime como un subnormal foribundo, sin entender en absoluto qué ha pasado, pero sintiéndose triste y afligido.
Cuando el peligro deja de darle miedo, lanza un vistazo en derredor con su ojo de cristal y vuelve a ponerse en camino hacia el ascensor, evitando las zonas concurridas sin hacer más ruido, y oteando con su ojo especial cada vez que tiene que girar una esquina. Su andar bamboleante es más cautivador de lo normal, y más rápido, ahora que el miedo a este extraño nivel lleno de fuego y llamas ha sustituido el miedo al sótano de abajo. Sótano del cual ya practicamente ni siquiera se acuerda, a excepción de la necesidad de subir lo más alto posible cuanto antes.
Si en algún momento encuentro algo que pueda usar como arma, como una barra metálica pequeña, un tornillo grande o algo por el estilo, lo cojo y lo llevo en la otra mano.
Tirada: 1d10
Motivo: Mente mentol?
Resultado: 4
Ale, ahí tienes la tirada =)
No esperarás que me toque postear a mí otra vez, verdad? xD
No, no, esta noche actualizamos todas las escenas a la par.
A pesar de que el lugar está lleno de chatarra esparcida por todas partes, tu mente no es capaz de localizar ningún objeto que pueda servir como arma. De pronto unn alarido de dolor, un aullido que resuena por todo el lugar, al parecer un desgraciado se ha amputado varios dedos con la sierra mecánica y ahora se lamenta arrodillado en mitad de un charco de sangre...por suerte para ti, los trabajadores del sector se acercan al mutilado para saciar su curiosidad, ofreciéndote el momento oportuno para cruzar hasta el otro extremo del ala.
Con anormales movimientos debido a la naturaleza de tus piernas, consigues abrirte camino entre fraguas y calderas hasta alcanzar el elevador que lleva al segundo nivel, pero... ¡maldición!, el elevador ha sido recientemente utilizado y se encuentra arriba. Ves el mecanismo empleado para hacerlo bajar, pero a pesar de que utilizaste el situado en el otro nivel para bajar, ahora se te antoja extraño y complicado de manipular...
Es entonces cuando una tremenda explosión hace temblar el suelo bajo tus feos pies llenos de pelo, ¿qué habrá pasado allí abajo?, sabes que nada bueno para ti, por lo que activar el elevador se te hace más urgente ahora...
Pero eso no es todo, si no que el temblor ha hecho estallar una de las cadenas que sostenían del techo un enorme caldero de proporciones gargantuescas, que ahora vuelca, mientras la cadena cae contra el suelo con un potente eco, quedando colgado de la otra cadena. Su contenido, un líquido viscoso y burbujeante cae en cascada por el nivel 3 de La Factoría. Uno de los sujetos queda estupefacto contemplando el cálido espectáculo siendo engullido por el líquido, cae de rodillas en medio de espantosos gritos de dolor, clava las uñas en su piel tratando de arrancarse la espantosa sensación, su cabeza se convulsiona violentamente mientras todo su cuerpo pierde la energia necesaria para la vida.
El resto de trabajadores comienza a moverse intentando esquivar el hirviente líquido que se expande lentamente por la zona de corte... si no consigues activar el elevador pronto llegará hasta ti.
Tirada de Agilidad para conseguir manipular la maquinaria que activa el elevador.(Junto a tu post :P).
-¡NNnnnnnnnnGGggghh! -gime mientras aporrea los instrumentos con maniaca frustración, sin recordar apenas como se utilizaba el complicado chisme, y con una expresión de espanto es su cara mientras oye como se va aproximando la terrible ola de muerte- ¡NNnnnnNnnnnGGgggh! -un destello de claridad se abre paso en la penumbra de su mente, según sus hábiles manos parecen encontrar formas de hacer reaccionar a los aparatos que controlan la máquina. Una mueca de esperanza se vislumbra en su terrible cara, porque ahora el sujeto cree que es posible que el mecanismo funcione.
Lanza una mirada para atrás, comprobando lo cerca que está su muerte, y con renovada furia maniaca intenta activar el ascensor. Se frota las manos nervioso. Mira los complejos engranajes sin entender nada. Su ojo desorbitado brilla con locura según aquellos dedos ágiles procuran salvarle la vida. Prueba varias veces distintas combinaciones ¿O está probando la misma una y otra vez? Dificilmente saberlo porque practicamente olvida lo que hace poco después de hacerlo. Imposible recordar movimientos tan complejos para su torturada psique.
Tirada: 2d10
Motivo: Activacion?
Resultados: 5, 10
En breve tendrás continuarás en el 2o Nivel de LaFactoría
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