Partida Rol por web

Alton no aguanta más la situación y, aguantando un gesto de rabia, se coloca junto a Edermath y se dirige a los aldeanos.

Sé que queréis ayudar pero ninguno de vosotros tiene ni el entrenamiento militar - hace un gesto que pasa de Edermath a él - o la experiencia previa. - el gesto pasa por todos sus compañeros, dudando un segundo en Calethos, experto en caer herido por lo que había visto. - En un combate, más en uno cerrado en una mansión, casi supondríais más un estorbo que una ayuda.

Sé que es dificil no sucumbir a la emoción ahora que varios de vuestros opresores yacen muertos en el suelo - señala con una de sus flechas a los cadáveres - pero es dificil continuarlo cuando ves por primera vez las entrañas de tu compañero esparcidas por el suelo.

Es mejor que preparéis un lugar donde curemos las posibles heridas cuando regresemos y un lugar donde enterrar los cadáveres de los bandidos...

- ¡Es un pueblo entero, Alton! ¿Necesitas que todos se encarguen de ti si caes herido? No entiendo cómo no veis que tenemos que caer sobre los bandidos rojos lo antes posible, con todas las fuerzas que podamos. ¡Lo insensate es despreciar su ayuda! Y si caemos nosotros solos, mañana los matarán a todos igualmente. Debemos luchar todos a una.
Se gira de nuevo hacia Daran y Elan:
- Lo primero que haremos es asegurar que la entrada está despejada. Cuando así sea, encenderemos una luz y nos reuniremos en la puerta principal de la mansión. Tened mucho cuidado, probablemente tengan tiradores apostados en las ventanas de los pisos superiores... Pero con suerte con el revuelo que armaremos estarán distraídos. ¿Cuántos hombres creéis que podrán venir a la mansión?

- Daran, disculpad mi exabrupto anterior. Sois un buen hombre y espero que mañana, en un Phandalin libre, vos veáis que yo también lo soy.

Un buen hombre que no duda en poner en fila a uno montón de inocentes como carne de cañón que utilizar como distracción... - no puede evitar responder Alton a Gedeon.

Mira entonces a los aldeanos.

¿Dónde estaba éste hombre que ahora pretende deciros qué hacer cuando los bandidos os oprimían? - señala a Gedeon con la mano en la que aún empuña la flecha. - Porque solo ahora, que otros han acabado con la amenaza, es cuando pretende eregirse como salvador.

Habéis comprobado lo que ocurre cuando se hacen las cosas a lo loco. - señala entonces a Gedeon.

Y yo no he dudado en derramar mortalmente la sangre de quienes se aprovechaba de vosotros pero he pasado media vida haciendo de la lucha mi profesión y no dejandome llevar por un calentón y las palabras bonitas de quien se suma a los méritos ajenos.

Aquí solo estamos perdiendo el tiempo y dejando que los que quedan puedan prepararse pero no cambiéis a quien os decía qué hacer por la fuerza por quien os lo dice con palabras bonitas. Pensad por vosotros mismos y proteged a los vuestros.

Dicho eso, Alton aferró su arco y se apartó del grupo varios pasos.

La gente del pueblo mira, sin terminar de decidirse. Las palabras de Alton han calmado los animos y ya no se sienten tan seguros respecto a asaltar la mansion. Al fin y al cabo ellos no saben luchar y esos bandidos si.

- ¡Dejad de mentir, maldición! Durante estos días estaba intentando planear el asalto a la mansión, intentando hacer las cosas lo más silenciosamente posible, pero ahora no tenemos alternativa. ¡Sois vosotros los que habéis atraído la ira de los bandidos rojos! ¡Carne de cañón! ¿Cómo os atrevéis a hablar con tal arrogancia?

- Pero por favor, dejemos de discutir, y acabemos con los bandidos cuanto antes. Y como dije, sólo encenderemos la luz cuando veamos que la victoria será segura.

Yo guiare el grupo hasta cerca de la mansion - dice Sildar - Quien se viene conmigo?

Varios hombres del pueblo, entre ellos Lanar y el tal Elan, se unen a el.

Daran se acerca a Alton y le susurra

Vete con ellos. Seran unos incoscientes pero son mejor opcion que una victoria de los matones

Dirigiendose a todos, añade resignado

Organizare la defensa por si fracasais. Buena suerte. Tu te vienes conmigo - le dice al alcalde, que estaba alejandose poco a poco de la escena

Cogiendo a varios hombres y mujeres que estaban cerca, se marcha a alertar al resto del pueblo y a buscar una posicion defensiva.