Partida Rol por web

- Acepto el trabajo, cualquier cosa para alejarme de esta cerveza - dice el joven que a pesar de sus protesta sigue bebiendo sin parar. - Pero creo que no deberíais discriminar al Dragonborn por ser diferente. Los reptiles también tienen derechos. Especialmente los que parecen perfectamente capaces de hacerlos valer. - malditos racistas heteropatriarcales de mierda, menos mal que estoy yo aquí estamos para defender la justicia y la igualdad.

El enano se encoge de hombros

Si quieres darle parte de tu salario, adelante

Pero creo que no deberíais discriminar al Dragonborn por ser diferente.

Ari no parece interesada en la conversación a tres bandas entre el bicho, el guarro, y el enano.

Bueh, que tampoco se queje tanto el puto dragonborn, que es macho (creo, con estas razas transgénero nunca se puede estar seguro de nada) y que vive muy bien gracias a sus privilegios de sangre dragonil...

Calethos se levanta y mira fijamente a los ojos a Gundren.

- Lo haría encantado, pero eso sería permitir que te salieras con tu actitud racista. O viene el Dragonborn o yo me quedo. - dice desafiante mientras se planta con fuerza en el suelo.

Las palabras del guarro llenan de júbilo interior a Ari mientras intenta que no se le note pero mantiene el rostro impasible, como si nada de esto fuera con ella.

Al mismo tiempo, va haciendo cuentas mentales...

Sólo el mediano y yo? Habrá que buscar a alguien más... el enano dijo que éramos más de media docena. Dónde están los otros?

El dragonborn, sorprendido da un paso atrás,

Cita:

Con una inclinación de cabeza agradece el gesto

Calethos, gracias, pero no es necesario llegar a esto. Gundren, eres un mercader experimentado. Sabes que no es buena idea defender una caravana a base de músculo únicamente. Yo puedo aportar cosas que, sin ánimo de ofender a nadie, sólo yo puedo dar en esta mesa.

Abre las manos y encoge ligeramente los hombres

¡Eh! Además si no sobrevivo te ahorras mi paga.

Sabes que no es buena idea defender una caravana a base de músculo únicamente. Yo puedo aportar cosas que, sin ánimo de ofender a nadie, sólo yo puedo dar en esta mesa.

Abre las manos y encoge ligeramente los hombres

El enano ve como un simple gesto del hombre dragon hace que el resto de hombres en la taberna se encoja un poco y beban a toda prisa. Como no sabe que es porque ayer, lanzando un cantrip para pagarse la cerveza, Baltazar hizo que la cerveza de todas las jarras se tiñese de rosa, queda favorablemente impresionado (*).

Vaya, debes de ser un mago poderoso para que todos te teman de esa forma - se lo piensa un segundo y da un gran trago de cerveza sellando el acuerdo - contratado. Total, el mago llega tarde. No me gusta la falta de puntualidad. Que se joda. - mira alrededor dandose cuenta de algo  - donde leches esta Gurneg? Si no fuese porque es hijo de la prima de mi mujer... - mira a Calethos - Y sientate semielfo! Y deja de agitar los brazos. Me estoy mareando. - dice poniendose el pañuelo rojo delante de la nariz para tapar el olor

Sildar se mantiene en un segundo plano, como si todo este rollo no fuese con el. Acaba la jarra y se levanta

Gundren, voy a preparar las monturas. Te espero alli. Señores, dama - hace una ligera reverencia - Buen viaje. Nos vemos en Phandalin

Mientras habla Baltazar entra una chica que atrae todas las miradas del local, incluido la de Eldelbar, que olvida responder al bicho que le hizo perder ayer litros y litros de cerveza. Se acerca a vuestra mesa con un movimiento casi hipnotizante. Llega justo a la espalda de Gundren cuando este dice

Total, el mago llega tarde. No me gusta la falta de puntualidad. Que se joda.

La joven se para en seco. Le mira un par de segundos, y con un ligero encogimiento de hombros y recolocandose el pelo meneando la cabeza, se vuelve por donde ha venido 

Y la golfa esta qué querría? se pregunta Ari mientras apura su jarra. Joder, no debería beber tanto. Ya me estoy meando otra vez. Y para colmo se vienen el guarro y el bicho. Menudo comienzo... En fin, podría ser peor...

La mujer mira a su alrededor, como evaluando a sus ligeramente encogidos compañeros y el curso de acción a seguir.

Me estoy meando todaaaa...

Cita:

Bien hecho, ya dije que sabía que eras un comerciante inteligente. Seguro que no te olvidarás de mí después de este viaje*

Alton se encogió de hombros, más gente significaba más posibilidades de que posibles heridas fueran para el resto.

A mí mientras me paguen mi parte... - dice mientras se trinca lo que le queda de cerveza.

Calethos se sienta contento de que la justicia social reine una vez más en el mundo y continua bebiendo la terrible cerveza industrial.

donde leches esta Gurneg? Si no fuese porque es hijo de la prima de mi mujer...

- ¡Aquí, estoy aquí tío! Siento el retraso. Tenía que ocuparme de unos asuntos.

Un enano bastante joven aparece atareado entre las mesas, abriéndose paso a empujones y vestido como si fuera a enfrentarse él solo a todo un ejército de trasgos saqueadores. Resulta difícil decidir cual de los objetos que carga hace más ruido: la cota de malla, el escudo que lleva a la espalda sobre la mochila cuando rebota contra el hacha de guerra que ha colgado encima, o el casco sujeto al cinto al chocar contra las hachas de mano remetidas en el cinturón.

Se sitúa junto a la mesa al lado de su tío, ignorando los gruñidos de un mercader al que ha volcado la jarra al acercarse.

- Bueno, ¿entonces estamos ya todos? ¿Nos vamos ya?

Ya ha llegado el enano. Ahora sí que podemos montar el circo.

Ari se pasa la mano por la cara en un gesto que podría ser de cansancio o de hastío. Cuando el enano se sienta, ella se pone de pie:

- Me perdonáis un momento? Ahora mismo vuelvo...

A continuación se va a regar las plantas.

Espero haberle dado esquinazo... No debí entretenerme pero es que es taaaaan mona. Merecerá la pena haber perdido ese trabajo por haberlo intentado. Pero tenía que olvidársele el hacha al marido... - el apuesto jovenzuelo echa un vistazo para ver que no viene nadie y se arregla las ropas.

Ay Sune, Sune... En que líos me metes. Ahora tendré que ganarme la vida para poder librarla de ese gañán.

La puerta de la taberna se abre y el personal no puede por menos que girar la cabeza y mirar a la imponente figura que se encuentra en el umbral. El semielfo, sabedor de que la luz que viene de fuera le favorece, se para durante unos instantes para que todo el mundo le vea bien. Con un medido gesto se retira el pelo de la cara y echa un vistazo al interior de la taberna buscando al enano al que le prometió acercarse a escuchar su oferta laboral.

¡¡Un dracónido!! Esto sí que es digno de verse. - Evidentemente, la presencia del reptil es lo primero que ve el semielfo hasta que se da cuenta de que está en la misma mesa que el enano que le pidió que viniera.

Con pasos firmes y decididos (así como ensayados hasta la nausea). El semielfo se acerca a la mesa con una sonrisa.

Ya estoy aquí, Gundren. Por cierto, mis modales... Zeljko aquí presente, caballeros, no encontrarán a nadie más fiable de aquí a Aguas Profundas. Si necesitáis pasar algo sin que los impuestos os crujan o echar unas risas mientras escucháis las andanzas de Mhanôlin el desafortundado. Soy vuestro hombre. Especialmente si no os importa tener música de vez en cuando.

¿Otro pijo? Y encima semi-elfo...