Partida Rol por web

Los ojos de Borstion parpadearon un segundo, en ese momento el segundo impacto lo golpea sin hacerle daño. En ese momento sus ojos relampaguean furiosos prácticamente iluminando el escaso espacio entre los combatientes. La estupefacción no le permitió reaccionar tan prontamente como lo hubiese hecho normalmente. Rápidamente extrae su cimitarra y escudo.

¿Te atreves a...?

Cita:

Raaarg,¡¡malditos idiotas!! ¿¿No ven que me están matando a mí y no a la inversa??

Deja salir su frustración dando un poderoso golpe a su rival al tiempo que comienza a murmurar insultos maldiciones a toda velocidad

- ¡Maldita loca! ¡No hemos sido nosotros! ¡El asesino huyó! ¡¿Quieres detenerte y escucharme?!

De momento Lyann se mantiene fuera de la pelea... no conoce a los otros dos forjados, y aunque no cree que estén involucrados en el asesinato, no le apetece arriesgarse a que la maten por unos desconocidos... además... esas capas de metal son mucho más duras que su suave piel... podrán aguantar un rato más... a ver si la desconocida entra en razón o llegan las autoridades...

Aunque la verdad es que no le apetecería nada tener que hablar con las autoridades....

- ¿Es que estás sorda? ¡No hemos sido nosotros! ¡Ninguno de los cuatro!

Borstion lanzó un furioso ataque ascendiente contra su enemiga, que amenazó con arrancar su brazo izquierdo casi completamente. La extremidad de madera y metal pendía de un finísimo hilo de materia arcana, el alma de un constructo viviente. El golpe pareció desencadenar una reacción anormal en la forjado.

Si los ojos de Tajadora resultaban amenazantes, el fulgor en ellos brilló con tal intensidad que hacía su presencia terrorífica. Bajo la lluvia y los ensordecedores truenos, su presencia era un auguro de muerte. La forjado lanzó un alarido estridente y gutural, que acalló de repente todas las voces de las torres de los alrededores.

Sorda a todas las palabras, Tajadora alzó su hacha una vez más para lanzar un ataque lateral a Borstion, pero el forjado esquivó el mortífero filo retrocediendo apenas, demostrando maestría en el combate. Una vez más, llena de frustración, la forjado vociferó palabras casi ininteligibles por la furia. -¡Reiré sobre sus cadáveres pronto, traidores!- Parece inútil dirigirle la palabra, ya que su ira tiene un aspecto desenfrenado, como si estuviera en un estado de frenesí asesino y sangriento. Precisamente, eso es lo que parece orgullosa y determinada por demostrar.

Observó los movimientos de los forjados, sin duda alguna los dos forjados que aparecieron primero no tenían nada que ver con este tercer forjado. Uno de ellos parecía ser conocedor de magia, algo que extrañó a Galen.

Las palabras de la recién llegada increpándolos llegaron a hartar al sacerdote, el cual ya estaba haciendo mucho esfuerzo para aguantarse y no ir a la batalla. Agarró su maza con fuerza y se colocó codo con codo con el forjado de color rojizo.

- Si no entiendes las cosas por las buenas, las entenderás por las malas… - lanzó su furia sobre la forjado pero la maza impactó en su armadura natural sin causarla daños.

Frustrado por mi fallo anterior vuelvo al ataque con mi contacto electrizante. sin embargo el estado del pavimento y l avelocidad con la que s emueve mi oponente me hacen fallar una vez más. No puedo creerlo cuando desperdicio el segundo conjuro del dia. Decido reitarme unos pasos y prepararme por si debo curar a Borstion tras este asalto.

¿Además me llamas traidor?

Grita Borstion a su rival, luego con una voz apenas controlada y rebosante de sarcasmo se dirige a los que están a sus espaldas

Un poco de ayuda no vendría mal

Luego descarga su cimitarra sobre Tajadora con furia pero en su distracción solo consigue herir las gotas que caen, apenas salpicando un poco más a los que están a su alrededor.

¿Estas herido, hermano? ¿Necesitas una curita?

Lyann bufa perdiendo la paciencia...

Al ver que el sacerdote se alinea con el forjado desconocido para participar a su lado de la pelea decide que es momento de dejar las palabras y comenzar con la acción... no conoce de nada a esos forjados, aunque tiene bastante claro que no tienen nada que ver con el caído.... pero entrará en la escaramuza... aunque sólo sea para no quedarse sin su cliente, maldita sea....

- Bueno, nadie dirá que no lo he intentado por las buenas...

Con unos movimientos rápidos y fluidos se sitúa a la espalda de la forjado mientras esta ataca a sus nuevos aliados... puede que no sea un estilo muy elegante u honorable... pero en esta ciudad no siempre se puede permitir uno esas licencias...

Con su cuidada espada corta le asesta un rápido tajo a la pierna, procurando acertar en la juntura de sus articulaciones, para intentar desestabilizarla...

Por desgracia con el movimiento de la histérica forjado, yerra en el ataque, y su espada golpea de plano en la pierna metálica, transmitiéndole una dolorosa vibración a los hombros.... que por poco no le hace perder la propia arma...

- Aggg.... demonios....

Tajadora lanzó una carcajada demencial al ver como los ataques rebotaban en su cuerpo. A medida que su largo y grueso abrigo, que servía únicamente para ocultar su identidad dada su condición de constructo, se iba destrozando por los tajos y golpes de los forzados compañeros de batalla, se podía notar una fina y brillante cobertura de metal que protegía a la forjado.

Sus ojos no dejaban de resplandecer de ira, y mientras gruñía como un dragón enfurecido, lanzó otro ataque a Borstion. La armadura del forjado, que en apariencia parecía vieja y descuidada, parecía resultar mejor de lo que parecía, ya que paró el hachazo de Tajadora, causándole apenas un rasguño inofensivo.

Los pasos apurados, el sonido de un arma al desenfundarse, los gritos, los gemidos, los gruñidos, la lluvia golpeando la piedra y los truenos, invadían el ambiente, y pronto volvió a oírse un sonido familiar. La gente, asustada en un principio por los alaridos de la forjado, ahora continuaban vociferando desde las ventanas.

-¡Que alguien llame a la guardia!-

-¡Deténganse, asesinos!-

- Es dura de pelar!! –

comentó al ver como rebotaban los golpes sobre la cobertura de la forjado. Preparó de nuevo su maza y volvió a asestar otro golpe a la máquina, causándole una herida superficial.

– Maldita seáis. -

Borstion no me ha contestado pero no quiero arriesgarme a perder mi ultimo hechizo de curacion asi que toco la espalda de Borstion, conectandome a su sintema de energía. Restauro parte de su vitalidad (7PG) con un resplandor azulado de mis manos y me retiro. Saco mi ballesta con mi accion de movimiento.

-Maldito seas, ahi va mi último hechizo útil, Borstion.

Borstion se sorprende apenas al sentir la mano de Apoyo en su espalda, pero se recupera a tiempo y lanza un nuevo ataque a Tajadora, apuntando al brazo débil.

Toma, maldito muñeco de paja!!!

No sólo el brazo se desprendió del frágil hilo que lo sostenía a su dueña, sino que el filo de Borstion atravesó a la incontrolable forjado hasta la mitad del pecho, causando un chirrido desagradable y escalofriante, producto del contacto entre los duros metales. Ningún flujo de sangre les avisó de la gravedad de la herida, pero todos los presentes notaron como el fulgor carmesí de los ojos de Tajadora se apagaba fugazmente. Los truenos opacaron su voz, que se apagaba lentamente. Finalmente, la cimitarra se retiró de su cuerpo, y la forjado cayó estruendosamente.

Los gritos en las cercanías crecían en intensidad, pero un sonido mucho más alarmante hizo eco en la inmensidad de la ciudad. Un largo silbido les avisó a las desprevenidas víctimas de tan frenético ataque de la inminente presencia de la guardia de la ciudad. Podían escuchar claramente sus gritos cada vez más cercanos.

El anciano yacía allí, mientras las aguas de la lluvia se llevaban los últimos rastros de sangre de su cadáver. El maletín permanecía aferrado por su mano, fuertemente sujeto por el rigor de la muerte.

El último ataque de Borstion por fin fue definitivo. Su tajo en diagonal acabó con la vida que recorria a la forjado.

Una pena, pensé. Siempre me entristece acabar con una hermana.

Cuando me introduje en el entramado vital de Borstion me di cuenta de que lo reparaba al 100% asi que la preocupacion me abandona y no puedo evitar reprocharle su descuido.

¡Borstion , maldita sea! Si te pregunto por tu estado, contéstame enseguida. sabes que mis habilidades mágicas aún están muy limitadas como para ir desperdiciando hechizos. Anda, examina el maletín mientras yo me entiendo con los humanos.

Se ve algun simbolo en la frente de la forjado? Algo que revele a su patron?

Puedo intentar repararla o esta muerta del todo?

Borstion miró un tanto sorprendido el cuerpo de Tajadora y se rascó la cabeza con la mano, lanzó un improperio y dijo:

No creí haberle pegado tan fuerte, se ve que era de baja calidad

Cita:

Lo siento, hermano, estaba un poco distraído por esta demente, sabes como me pongo cuando me molestan

A regañadientes obedeció a Apoyo y se puso a investigar el maletín.

Quizás debiéramos largarnos de aquí, conociendo a los humanos nos cargarán los muertos

Por eso debemos examinarlo antes de que llegue la guardia.

Me vuelvo hacia los dos humanos e intento alejarlos un poco del cadáver.

Vosotros lo habeis visto, sólo nos hemos defendido. Mi compañero examinará el cuerpo para ver si sigue vivo. Siento la confusión de antes. Nos habeis ayudado y eso prueba para mi que no tuvisteis nada que ver con el crimen. Me llamo Apoyo y este es Borstion.

Al compás de los gritos y los ocasionales silbidos crecientes, Borstion se agazapó junto al cadáver y comenzó su pesquisa. Ignoró el cuerpo para centrarse en el maletín, que los músculos de la mano, entumecidos y endurecidos por la muerte, lo aferraban con fuerza. Sin embargo, no era comparación con las manos metálicas del forjado, que arrancaron el portafolios de su dueño fácilmente.

El maletín, de manufactura fina y un estilo artístico, contenía algunas plumas, frascos de tinta, hojas de papel de excelente calidad -que Lyann hubiera identificado como papel de Karrnath-, una manzana envuelta en una fina tela, y un pequeño diario. El último resulta llamativo, ya que posee una cubierta de oscuro cuero negro con hilos de mithril cosidos para formar un esquema extraño, aunque no llevaba ningún título. La curiosidad le llevó a Borstion a abrir el libro, pero se llevó una sorpresa. Las hojas estaban totalmente en blanco, ni un solo rastro de tinta. No obstante, las hojas que lo componen resultan extrañas al tacto. No parecen ser ni de papel ni de cuero, pero tampoco logran identificar el material del que están hechas.

Borstion le entregó el objeto a su compañero, para continuar su examen del difunto. En los bolsillos internos de su abrigo logró encontrar varios papeles que identificaban al hombre como Bonal Geldem, preboste de la Facultad de estudios Pre-Galifar de la Universidad de Morgrave. De su cinturón cuelga una pequeña bolsa de contenido tintineante.