Partida Rol por web

 Mas no era lo mas extraño de la escena.

Mientras que el rubio discutía con la muchacha, podéis sentir una presencia, que dura unos segundos, en la parte trasera del supermercado. Sin embargo, no era lo mas relevante, sino que además parecía sentirse nerviosismo en algun lugar del bar.

La muchacha pudo sentir como el corazón de un hombre pelirrojo que se marchaba a una parte que no veía ahora, por visión bloqueada gracias a obstáculos, repisas de objetos, se aceleraba.

El rostro de la muchacha no había cambiado, pero sus pupilas se dilataron al sentir aquello, sintiendo los latidos de su propio corazón y el de todos allí. Era lo único que Daniel podía percibir.

 El caballero la observó, también, sonriéndole, mientras llegaba a ella lo que había pedido.

Sintió algo, una punzada en la cabeza, en la parte posterior, que por un segundo le recordó que allí habían personas que conocían acerca de su misión, y así encontró una presencia en un lugar alejado del local, una presencia que no parecía humana. Una entidad que enfocaba a alguien de allí, anunciando, quizás, su muerte. 

El sonido del local era una música relajante, y ahi estaba el dilema: Quebrantar la calma, y hacer que las personas que allí se encontraban salieran despavoridas, o dejar morir a una persona, muy posiblemente, en manos de su mas fiero enemigo.

La decisión estaba en ella.

_Por fin -le digo a Hurden cuando la puerta se abre-. Ahora solo espero que esta espera haya valido la pena.

Entramos a la sala y nos sentamos alrededor de una mesa gigante. Jericho estaba a la cabecera. Nos cuenta algo pero sin demasiadas precisiones, por no decir ninguna. Deja una ronda de preguntas a la que no le veo demasiado sentido, si ni siquiera tiene información para respondernos. Sin embargo pregunto, por si alguien más sabe algo.

_Bien, algo nos amenaza pero no sabemos qué. ¿Cómo vamos a defendernos si ni siquiera sabemos de quién? ¿Qué medidas se han tomado? ¿Hay alguna pista, o algo?

                                       Sala de Juntas

Después de la espera sinceramente esperaba más, todo lo que Jericho había dicho no me sonaba raro, precisamente mi mundo se movía en el intercambio de información, y esto no era nuevo.

Con todos mis respetos Jerichó, esto va mas allá de lo que comentas, no solo lo ha notado los de nuestra especie, el resto de seres y los propios humanos lo notan, las bandas callejeras se han vuelto extremadamente cautas, el miedo se nota en las calles, lo único claro es que ninguna facción ya sea humana o sobrenatural camina por las noches tranquilas, ha habido muchas desapariciones extrañas, muchas más de las que se pueden considerar normales, se habla en las calles de “demonios de la noche” y no es por nosotros, curiosamente también por el día parece que hablan justo de lo contrario, es un caos, creo que nos ocultas algo que te preocupa, y te invito a que lo compartas…

Miro al resto de los presentes esperando ver caras de que entienden lo que estoy diciendo, y sondeando a ver las que veo realmente con cara de no entender nada.

 Mas bien fue una segunda reacción.

La respuesta de Charles fue respondida en el momento. Jericho habló, sin alzar demasiado la voz.

-No lo se. Tenemos pistas de que aqui se encuentran monstruos que incluso para nosotros parecen imposibles de existir: Demonios, creadores de sombra... ¿Como combatirlos? Es complicado saberlo. Nuestro primer paso debe de ser mantenernos al margen y comprender sus puntos fuertes y debilidades.

Luego miró a Hurden, y tras escucharle, con porte tranquila le respondió.

-Hurden... - Suspiró, mirando hacia abajo unos segundos, luego volvió a mirarlo. -Nos enfrentamos a fuerzas a las que jamás hemos tenido que enfrentarnos. El equilibrio de este mundo está en peligro, y podríamos perderlo, si no hacemos algo pronto. Aunque no guste...creo que debemos de encontrar a personas especiales, que segun mis rumores han alcanzado un grado de poder...y unirnos a ellos, para tratar de combatir a una fuerza mucho mas destructiva que la nuestra. Y el tiempo, señores - Los mira a todos, con los brazos apoyados en la mesa y alzado frente a ellos, un público expectante -El tiempo va en nuestra contra...-

Hurden parecía tener algo de información, y Jericho se contradecía.

_Jericho, no logro entender qué es lo que dices. Por un lado pretendes que nos mantengamos al margen en una situación así, pero por el otro lado dices que debemos hacer algo pronto y buscar a esas personas. No comprendo qué es lo que quieres entonces.

Charles apoyó las manos sobre la mesa y miró al resto de los vampiros.

_Pues yo no me quedaré de brazos cruzados mientras mi mundo revienta. Yo buscaré a esas personas especiales o incluso lucharé contra la amenaza, sea cual sea, yo mismo. ¿Alguien se suma? ¿Sabes cómo encontrarlas, Jericho?

Mi boca se abrió ligeramente, reacción a las palabras del chico rubio. Sin duda, estaba indignada.

-No he sido grosera, chico, simplemente tengo prisa ¿Entiendes? Y ella es algo lenta en su trabajo, además, puedo opinar lo que quiera y cuando quiera ¿Vale?- lo miraba fijamente a los ojos y al finalizar de hablar, lo miro de arriba a bajo, con cierto desprecio.

Negaba con la cabeza y resoplaba, aún indignada por la escenita que había montado el rubio. Para relajar los nervios, bebo un poco más de cerveza y en ese instante, un sonido familiar y no tan familiar resonaba en mis oídos, pero, ¿Acaso ese sonido era lo que pensaba?.

Sacudo la cabeza, intentado aclarar la cabeza. Levanto la lata de cerveza y la contemplo -Cansancio y alcohol... una mala combinación- murmuro y luego, por encima del hombro, busco al hombre pelirrojo ¿De que iba todo ésto?.