Nota para Alphonse:
Tienes dos caminos: Si ayudas a Owen, tendras que lanzar dos dados, uno de destreza para usar el cuchillo, y otro de fuerza, esto para defenderlo y sacarlo de ahí.
Si decides irte para salvar tu vida lanza destreza no más.
Conseguí derribar la puerta, y John y Katie, salieron corriendo, pero en cambio, Owen fue atrapado.
Dudé un instante al verlo, pero tomando sus palabras y mi poca confianza. Volví a encarar la puerta y salir corriendo por esta. Y empecé a correr como un loco, el dudar había echo que perdiese un poco el tiempo y debía recuperar terreno.
-¡Vamos! Corred si mirar atrás.-Les grité a Katie y John.
"Lo siento Owen, pero no soy un héroe."
Motivo: DESTREZA
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 15 (Exito)
Es así como una horda de personas se alza sobre el más débil, Owen solo alcanza a gritar a Alphonse para que se salve justo cuando ya varios lo tenían agarrado. El escritor de los libros de terror ve la cara del hombre suplicante y entiende que de ayudarlo también caería. Así que corre saliendo por la puerta y dejando al agradable coleccionista a manos de los sectarios.
Katie puede sentir los pasos apresurados de los hombres que vienen a por ella luego de caer, mira el frente y sale corriendo perdiéndose en las sombras del bosque.
Mientras Jhon, lejos de la mayoría, y tras correr haciendo nombre al legado familiar, se encuentra en un terrible dilema. Su tobillo sangrante atrapado en la trampa del oso esta terriblemente incrustado en el metal. Sabe que si no sale de ahí morirá, y sabe que si bien no ve sectarios cerca, escucha pasos cercanos que lo apresuran a tomar una decisión que cambiara su vida dejándole un recordatorio constante de lo que le había pasado. A pesar de la trampa, y a pesar del dolor se obliga a andar con ella a cuestas ayudándose de palos que usaría como muletas improvisadas. Llegaría al puerto tal como había establecido, cueste lo que cueste.
Alphonse se encuentra con Katie en el recorrido. No ven a Jhon por ninguna parte. No saben que esperar, se pierden un poco en el camino hasta que a lo lejos vislumbran uno de los tejados de la casa del poblado. Ubicados ya frente a su objetivo corren hacia el puerto, sin pensarlo dos veces se suben a una lancha y tratan de ponerla en marcha sin mucho éxito. Una y otra vez tratan de darle arranque, y cuando por fin el motor funciona, y están a punto de abandonar la isla escuchan los gritos de Jhon que suplica no le dejen. Es ahí que ambos se dan cuenta les estado de su pie, le ayudan a subir a la lancha y parten... dejando a Owen atrás.
Florence Harper (Owen) mientras tanto colgado de una viga miraba su último amanecer mientras vislumbraba la figura que no había notado en el campanario de la vieja iglesia.
"El maldito gallo estaba por todas partes".
Fue su último pensamiento antes de que le atravezaran con un cuchillo la traquea.
Ver Epílogo.