-¿Irnos? Si la estamos pasando muy bien.- Aunque suene irónico, odio irme sin el pedazo mas grande del pastel...
-Vamos Gunnar, no vas a decirnos para que has usado el corazón del invierno? Eh?- Menciono alzando los brazos.
Gunnar se acerca a otra vitrina que contiene algo que parece nada más que un simple trozo de piedra gris azulado. Esta posee un panel numérico para introducir un código; Gunnar pulsa unas cuantas teclas y la vitrina se abre. Coge el trozo de piedra y se lo entrega a Hilda.
- Lo he usado para el propósito con el que fue creado. Tal vez el Gran Padre de los AEsir piense que puede burlar al Destino, pero las Nornas han hablado y ocurrirá lo que fue profetizado. No me pregunten que va a ocurrir exactamente; solo soy un emisario del Destino sirviendo a un poder mayor que ustedes, que yo, y que todos los AEsir y Vanir.
Ya con el artefacto en la mano, se puede apreciar que está helado al tacto y que tiene forma de corazón.
- Maldito loco. - pienso al escucharle hablar. Gente como esta no debería pisar la faz de la tierra. Son una lacra para la sociedad.
Cojo el Corazón del Invierno sabiendo que su temperatura no podrá dañarme. A pesar de mi antinatural resistencia al frío, herencia de mi padre, puedo notar su gélida temperatura. Observo el artefacto, sorprendida por su perfecta forma y esperando notar su latido en mi mano. Con un gesto casi reverencial, lo envuelvo en la chaqueta que corté con anterioridad y lo guardo en mi mochila antes de echármela al hombro.
No puedo evitar sonreír al escuchar la pregunta de Ian. Ya nos había avisado de que trataría de sacar información del gigante y probablemente tenga trucos para hacerlo. Sin embargo la respuesta del gigante hace que pueda notar el sabor de la bilis en la garganta. Por mucho que odie a los de su especie, tiene razón. Odín mismo sabe que el Ragnarök no puede ser evitado, pues está profetizado por las Nornas y nadie escapa a su destino.
Pero malditos sea por siempre si no tratamos de retrasar ese destino todo lo posible.
- ¿Hay alguna forma de deshacer lo que has hecho con el Corazón? - Le pregunto al gigante. Se me ocurren mil razones para que le pueda interesar retrasar el Fimvulbert tanto como a nosotros, pero no me voy a poner a razonar con un gigante, por muy educado que se haya mostrado hasta el momento.
- Como ya les he dicho, no sé que va a ocurrir exactamente. Sabemos cuales son las señales del Fimbulvërt; una época de lobos en la que los seres humanos se volverán unos contra otros y un invierno que durará cuatro años antes de que el cuerno de Heimdall anuncie el comienzo del Ragnarök. El cambio climático, el 11 de Septiembre, la guerra de Irak y el conflicto con Oriente Medio... Las señales llevan sucediéndose desde la Primera Guerra Mundial; era inevitable. Sin embargo, no sabemos como llegará. Solo sé que usar el Corazón provocaba la llamada del Jotunhammer, el heraldo del Fimbulvërt, pero no sé que es ese Jotunhammer ni cuando llegará.
Jotunhammer... ¿"El gigante del martillo", "el martillo gigante"? Más o menos, reconozco las palabras por las historias de mitología que mi madre siempre me había contado, pero yo tampoco sé exactamente a qué se refiere. Sea lo que sea, si el Corazón del Invierno servía para invocarlo y provocar el Fimbulvert, es posible que nos toque detenerlo.
Pero después. Aún tenemos que cazar una cría de Fenris para tratar de salvar a Sybill. Espero que no sea demasiado tarde.
Sin embargo, la información que nos está dando Gunnar podría ser importante, así que trato de no interrumpir la conversación, dejando que Ian, Eck y James traten de sonsacar algo más del gigante de hielo.
¿Nadie quiere añadir nada mas?
- Bien, si eso es todo, les pediría que se vayan. Tengo cosas importantes que atender antes de que ocurra lo que sea que vaya a ocurrir
Voy cerrando escena