Gaspar continuó avanzando durante mucho rato, demostrando que el también tenía madera de líder. Tras explorar algunas salas, y enfrentarse a unos gusanos luminosos que si los pisabas explotaban, que les dieron un buen susto, pero no mataron a nadie. Eso sí, algunos salieron con muchos vendajes y poca ropa. Lograron llegar una sala, donde se las tuvieron que ver con unas malditas enredaderas, que a punto estuvieron de poner fin a su desdichada aventura. Pero entre Leovigildo y Gaspar, con la ayuda del resto de los vecinos, no tuvieron que dejar a nadie más atrás, no hubo más pérdidas que lamentar.
Y eso nos lleva a la parte donde el joven Andrés, el héroe que logró encerrar al maldito humo negro en el jarrón, recupero la consciencia, pero la enfermedad estaba tan arraigada en su cuerpo que tras andar un rato despacio y con muchos problemas para respirar, así como continuos vómitos, volvió a caer inconsciente de nuevo. Andrés ya había resultado muy afectado por el humo negro desde el principio, y tenía enormes problemas para poder respirar. Sus pulmones no funcionaban como deberían, la ponzoña del humo negro los había dañado en profundidad. Pero al enfrentarse al humo negro para atraparlo en la botella, el daño recibido fue enorme. A la dificultad para respirar, se unieron vómitos, mareos, espasmos y toda clase de importantes molestias, que dejaron otra vez inconsciente al joven. Sus compañeros cargaron con él, hasta sacarle de aquel terrible lugar.
Poco más adelante encontraron la salida de la mazmorra, y agotados y doloridos, pudieron volver a sus casas. Era muy tarde y se fueron directamente a la cama.
Al día siguiente, toco dar explicaciones en el pueblo, e informar de las muertes de varios vecinos, hubo muchos lloros, y en Pozohondo se decretaron 3 días de luto, por los muchos jóvenes perdidos, así como por la extraña enfermedad que afectaba a todos los que habían participado en la aventura, aunque en muy diferente grado.
Levovigildo y Gaspar están enfermos, no tanto como Andrés que permanece inconsciente, pero todos sufren una extraña dolencia ocasionada por el humo negro, que de momento no tienen forma de poder curar. Cuando tenéis el suficiente tiempo, podéis leer el diario de Bono, que está en buen estado, así como una carta que ha sido seriamente dañada, pero de la que aun podríais sacar información. Pero eso ya lo dejamos para la siguiente aventura. En la que la principal motivación, será encontrar la cura para la enfermedad que os aflige, pero esa ya es otra historia.
FIN
El contacto con el humo negro es acumulativo y va ocasionando una enfermedad cada vez más grave, terminando con la muerte del personaje. No conocéis cual puede ser la cura, o donde podríais encontrarla. El efecto de la acumulación de puntos es el siguiente (cada nivel suma efectos a los que ya hay por cada nivel inferior):
1 (enfermo, como un catarro), 2 (daños pulmonares graves, dificultad para respirar, no se puede correr, ni hacer grandes esfuerzos), 3 (Comienzan los vómitos), 4 (Calambres, fallos musculares, espasmos, pérdida de consciencia, riesgo de muerte por asfixia o parada cardiaca), 5 (Coma permanente, con grandes posibilidades de morir), 6 (Disolución del cuerpo por el humo negro).
En la aventura Andrés ha recibido 4 puntos, mientras que Gaspar y Leovigildo, al igual que el resto de los jóvenes supervivientes, tan solo han recibido 1 punto.
El máximo de puntos de liderazgo es de 3, y esos son lo que consiguen Gaspar y Leovigildo, los mismos que tiene Andrés.
Leovigildo logró sacar con vida a sus cuatro personajes, lo cual le da un especial (el comodín que permite repetir una vez por aventura una tirada, de cualquiera, y quedarse con la que convenga de las dos). Así como 2 px por lograr salir de la mazmorra.
Gaspar fue el primero que hablo de usar el jarrón contra el humo, y eso le da un especial (un comodín). Así como 2 px por lograr salir de la mazmorra.
Andrés no puede continuar tal y como está, y se quedará muy enfermo en Pozohondo, a la espera de que encontréis pronto la cura para su enfermedad, que también, pero en menor grado están sufriendo Gaspar y Leovigildo, así como otros vecinos.
Como aún queda tarea, elegir clase, gastar los puntos de desarrollo, etc. Además de ver que pone el diario y la carta, que nos llevarán a la cuestión de qué hacer con ese jarrón. Y otras como hacer vuestras fichas, detallar que es cada objeto mágico (queda el anillo de Asier por detallar), así como cuál será el secundario elegido por Koth, supongo que Asier, ya que es su mejor ficha, y humano para más señas. Y alguna cosa más.
En fin, que aun quedarían muchas cosas, pero de momento, mejor lo dejamos. La idea era una partida corta, de un mes aproximadamente, y ya nos hemos pasado. Ahora toca descansar. Si algún día continuamos, lo haremos donde nos hemos quedado, y probablemente con más gente. Ya que he pensado en añadir uno o dos jugadores.
El humo negro, una vez que aparecía el jarrón arcano, trataría de neutralizar esta enorme amenaza, para lo que iría tan rápido como fuese necesario a poner el tapón del jarrón. Para evitar esto, alguien tenía que estar con el jarrón, y no dejar que el tapón cerrase la boca del jarrón, hasta que el humo negro estuviese en su interior. Pero esto podía provocar la muerte del valiente/es, o hacer avanzar mucho la enfermedad, por contacto con el humo. Si dos protagonistas habrían participado tan solo habrían recibido un punto cada uno, al solo hacerlo Andrés recibió 2, que sumados a los 2 que ya tenía hacen 4, y le colocan casi todo el tiempo en inconsciencia y cercano a la muerte.
Pero de no haberlo logrado, el humo habría acabado, casi con total seguridad, con todo el grupo, además de con la aldea y quien sabe que más.