Todos los personajes son habitantes de Pozohondo y probablemente se conozcan. Puede que haya algún forastero de paso, algo realmente extraño ya que el pueblo no se encuentra en ninguna ruta comercial importante; de hecho, la única ruta comercial de la zona da un rodeo para no tener que pasar por Pozohondo.
Historia y desgracia de los Gargantilla
Pozohondo fue fundado por la familia Gargantilla hace más de 200 años. Tobías Gargantilla, borracho, emprendedor y primer alcalde de Pozohondo (en estricto orden cronológico), descubrió una profunda poza natural oculta entre la maleza en lo alto de un montículo, mientras buscaba un lugar para “plantar un pino”. Después de comprobar que el agua era potable (utilizando como cobayas a dos de sus hijos) decidió cumplir su sueño: montar una destilería de aguardiente.
“¿Agua? No gracias, siempre evito beber productos de limpieza...”
Tobías Gargantilla
La destilería Gargantilla y su famoso aguardiente (llegaron a circular bulos sobre su capacidad de levantar a los muertos) atrajo a multitud de comerciantes y curiosos. Pronto se establecieron numerosos negocios y viviendas alrededor de la destilería, quedando fundado el pueblo de Pozohondo. El negocio fue próspero durante varias décadas, pero el consumo de los propios trabajadores y los constantes saqueos hicieron que Tobias Gargantilla III decidiera huir con la fortuna familiar.
La destilería fue destruida y Pozohondo decayó...
Vida en la actualidad
Actualmente Pozohondo se encuentra al borde de la extinción; la población de asnos cuatriplica ampliamente a la de personas (considerando también a los medianos como personas).
El pueblo lo conforman varios núcleos distribuidos en torno al pozo que le da nombre.
Hay un par de negocios interesantes donde poder aprovisionarse.