Acontecimientos que ocurren paralelamente a vuestras desventuras aventuras.
Huelga decir que el METAROLEO será castigado con pena de muerte, o lo que improvisemos según la ocasión ;)
En algún lugar de la galaxia...
Base Imperial "Las Fauces" 18:00 hora standard
-Señor, la prueba para los impulsores de la estación está preparada. ESperan su orden.
-Estupendo, retírese soldado.
El soldado imperial abandona a la carrera el despacho del Gran Mof Tarkin. Mientras, el veterano y falto de escrúpulos Tarkin se encamina al observatorio de la base.
Desde allí contempla sonriente el arma definitiva del imperio. La estrella de la Muerte.
-Aquí Tarkin, inicien prueba de funcionalidad de impulsores. Dice secamente, ansioso.
-Recibido- contesta una voz modulada e ireconocible.
Segundos despues la enorme estación espacial comienza a rotar sobre sí misma para continuar desplazándose alrededor de los asteroides que cobijaban las distintas instalaciones de la base secreta.
Base secreta imperial, "zona helada" Hora standard 17:32
Despacho del Almirante Gilad
-Señor, el Almirante Sruuop acaba de aterrizar en el hangar 3. También nos ha informado nuestro infiltrado en el grupo de rescate del Táctico, esa escoria rebelde se acerca hacia aquí, están apunto de llegar a la base.-
El soldado esperaba paciente las órdenes de su superior. -Atrapen a esa escoria, en honor a nuestro invitado, le ofreceremos unos combates de lo más entretenidos jajajajaja.-
-Si señor- el soldado sale corriendo del despacho de Gilad.
Base secreta imperial, "zona helada" Hora standard 18:03
Hangar 3.
La comitiva para la recepción del Almirante Sruuop se encontraba formada justo en el centro de la sala mientras él pasaba revista a las tropas. Cinco batallones en marcial formación haciendo un semicirculo alrededor del transporte del importante Mof. Al frente de la formación, el Almirante Gilad.
Un oficial irrumpe a la carrera en el hangar corriendo hacia Gilad. Éste lo mira con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, como si ya supiera lo que le iba a decir. El oficial se acerca y susurra al ALmirante -Señor nos han informado que ha sido reducido el grupo de rebeldes. Nuestro contacto infiltrado nos ha mantenido alerta en todo momento haciendo más fácil su captura. Serán encerrados en el bloque prisión subterraneo a la espera de los juegos. Laryn solicita una audiencia con usted señor-
El Almirante observa la reacción impasible del Mof Sruuop antes de contestar a su subordinado, -Muy bien teniente, que hagan los preparativos para el homenaje al Almirante. No quiero que haya ningún fallo. Diles a los de laboratorio que preparen la muestra del Pluton-9... Laryn... lo veré en la ceremonia-. Tras unos segundos en silencio…-Vamos, a que esperas!- El teniente traga saliba ruidosamente y tras una leve inclinación de cabeza sale pitando por donde había entrado.
Base secreta imperial, "zona helada" Hora standard 18:03 [11 minutos antes del punto donde nos encontramos en la historia]
Zona de recreo del Almirante Gilaz, arena de combate.
El Mof Sruuop permanecía estático en su sillón ceremonial. Observaba primero una extraña escultura de carbonita colocada justo a su espalda... -¿por qué tener a un hombre congelado como decoración?- y después, con curiosidad, las peculiares instalaciones, sin duda desde el palco de oficiales debería de tener una excelente visión de la insólita arena.
Mientras tanto, el almirante Gilaz a su lado, sonreía maliciosamente. Faltaban a penas unos minutos para que salieran los rebeldes capturados. Se levantó hasta el sargento de los soldados imperiales que custodiaban la entrada al palco.
-En cuanto traigan al bothan incorpórenlo al grupo de los luchadores, ¿entendido?- -Es bueno en su trabajo... pero tengo que asegurarme que no cambia de nuevo de bando... gajes del oficio amigo Laryn-
El sargento asintió silencioso y se acercó a los soldados para preparar el recibimiento del espía. Por su parte Gilaz volvió tranquilamente a su asiento para comunicar al Mof que los juegos comenzarían enseguida.
Tiempo atras...
La vagoneta volvía a coger velocidad tras una de las bajadas Anibal continuaba forcejeando con el Imperial mientras Deckar presa del pánico no podía ni mover un dedo. El arma láser del soldado se disparó disipando su energía en el techo del oscuro túnel pero el cañón del arma rozó el cuerpo de Annibal obligándole a soltar a su oponente y retorcerse de dolor de la quemada.
El Imperial aprovechó para sacar su vibrofilo y atacar al Twile’k rojizo. Cuidado Annibal Teer apartó a su compañero y golpeó al imperial con su pierna derecha Annibal corrió hacia el soldado empujándolo hacia fuera de la vagoneta con tanta fuerza que los dos cayeron, Annibal sacó una mano y se aguantó del filo de la vagoneta suspendido en el aire. El Imperial se aferraba a la pierna del Twilek intentando no caer. Deckard corrió a socorrer a su compañero agarrandolo del brazo.
-(Dekard) Aguanta Annibal, tienes que aguantar…
-(Annibal) No creo que pueda aguantar mucho tiempo, este tipo pesa demasiado…
-(Imperial) No pienso soltarte escoria. Si caemos al menos moriremos los dos…
Todo iba demasiado rápido la vagoneta no dejaba de retroceder por ese laberinto de túneles, a Annibal se le acababan las fuerzas y Deckar no podía subirle con el imperial agarrado. Deckard La voz de Annibal se endureció y su mirada penetró en la de Teer. Dile a los chicos que me perdonen por no haberles ayudado a patear a los imperiales y a Islhara… dile que nunca la olvidaré. Uno a uno sus dedos iban dejando de hacer fuerza dejándolo caer al vacío. Teer Deckard se había quedado solo en aquella vagoneta sin rumbo y perdido en la penumbra de los túneles.
El tiempo pasaba despacio poco a poco la vagoneta iba perdiendo su velocidad hasta quedar totalmente detenida en uno de los tramos rectos o eso es lo que Deckard pensaba ya que la oscuridad en aquel punto era total y no podía ver nada -Adar amigo, te e fallado. Espero que esos chicos hayan podido escapar, ya ha habido demasiadas muertes… es inútil luchar contra el Imperio…- los ánimos de Teer decaían cada vez más según pasaba el tiempo.
Una ponente luz comenzaba a acercarse, era la luz de una vagoneta. Por su cabeza pasó que serían los Imperiales que venían a apresarlo, comenzó a gatear por la vagoneta hasta que dio con el vibrofilo que se le había caído al soldado.- No me apresarán sin resistencia- La amarillenta luz se acercaba cada vez más, se escuchó un grito que no pudo llegar a entender, pero la vagoneta que se acercaba comenzó a detenerse. -A llegado el momento- Con un salvaje grito Deckard sé puso en pié blandiendo el vibrofilo y preparado para atacar a los soldados. Se quedó inmóvil al ver un grupo de nativos de los que habían rescatado en la base de las minas. Al momento reconocieron a Teer invitándole a subir a su vagoneta y siguieron el rumbo hacia la base helada.
Una pequeña milicia formada por nativos Tiranudeins, antes esclavos en las minas de plutonio y liderados por Teer Dekard, el fiel amigo de Adar Talon y guardia personal avanza por los pasillos de la base Imperial poniendo y detonando cargas explosivas. Los fieros Tiranudeins arremeten contra los pocos soldados que se encuentran en su paso. Deckar utiliza una de las terminales para buscar a Adar pero parece no haber ningún registro de el, sin embargo encuentra unos nombres muy familiares para él -Aldor, Kooth, Islhara, incluso Laryn, así que se encuentran en el bloque 7-7-5 la “Arena”- Indagando un poco más se entera de que son los luchadores en un homenaje a un almirante Imperial y que están en peligro. Sin ni pensarlo activa la plataforma de seguridad de la arena y abre la entrada hacia los turboascensores. -Compañeros nativos, destruyamos este lugar y rescatemos a nuestros amigos!! - Los Tiranudeins rugieron y comenzaron a correr hacia donde se celebraba el torneo.