Partida Rol por web

Fue un dia cualquiera cuando se te pidio que volaras a San Francisco, sin apenas informacion, solo con una apremiante sensacion de urgencia.

Subiste al avion con una maleta escasa, lo mas basico que encontraste. En el asiento de contiguo la guapa agente Joana, del departamento de washington, te entrego un dosier marcado como Top Secret con letras rojas tras una fria presentacion, muy profesional.

Los informes sujerian la actuacion de una secta muy bien estruccturada operando dentro de la ciudad. El primer caso sospechoso habia tenido lugar meses antes cuando un niño de 6 años aparecio desnudo y desangrado en un hospital.

Un grupo de personas aseguraron haberlo encontrado asi pero fueron esquivos a dar mas respuestas o explicaciones.

Despues de eso los casos habian continuado, muertes extrañas, gente desangrada practicamente encontrada dentro de contenedores... La mayoria eran vagabundos y la opinion publica se mantenia incosciente de la gravedad de los echos. Costaba algo mas mantener el secreto cuando la victima era una chica joven y blanca.

El F.B.I guardaba mas de 20 casos sospechosos en ese dosier, habian pasado años investigando en secreto para no alarmar a la poblacion pero no sabian cuanto tiempo mas podrian hacerlo y los cuerpos aparecian cada vez mas desfigurados...añadiendo crueles torturas antes de su ejecucion como parte de oscuros rituales.

Thomas apenas tuvo tiempo de hacer una maleta elaborada. Pero tampoco le importaba demasiado, estaba más que seguro que en San Francisco también existirían tiendas en las que hacerse con cualquier tipo de bien de consumo que no hubiese recordado meter en la pequeña maleta de mano que había conseguido preparar antes de que le ordenasen desplazarse con tanto ímpetu.

Los viajes en avión no le disgustaban, tampoco los cambios; era parte de la actitud que había heredado de su estancia en los Marines. Improvisar, adaptarse, sobreponerse.

Leyó atentamente los detalles del caso que se le presentaba entre manos. En esencia, no parecía que fuese un caso muy diferente o nuevo de los muchos que había tratado, en ocasiones resuelto, en ocasiones archivado.

La psicología social norteamericana estaba plagada de pequeños pero sangrantes casos en los que una o varias mentes enfermas habían transgredido las más elementales normas que la humanidad siempre había respetado.
La triste historia de un psicópata que mataba siguiendo unos parámetros absolutamente aborrecibles, o incluso el honrado ciudadano que decidía de buenas a primeras imitar los patrones de algún asesino famoso le resultaban de lo más conocido a Thomas.

De la misma forma que un cirujano pasa del estupor a la anodina mecánica de tener que romper huesos con las manos para salvar vidas, Thomas se sentía absolutamente apático con este tipo de historias en las que una vida inocente se truncaba únicamente porque a algún grupo de tarados les pareciese divertido.

Era su trabajo, y le pagaban por mirar aquellas fotos horribles, por evaluar esos perfiles psicológicos dignos  de tiro en la nuca y por tener que interrogar a gente que en otro caso se encerraría en un agujero únicamente para librar al mundo de su “agradable” compañía.
Y, diablos, aquello le encantaba.

Cuando terminó de leer atentamente los detalles de los informes, los cerró y se fijó en su aparente compañera de caso.

“No he visto detalles en las autopsias, pero… ¿los cuerpos tenían alguna herida que explicase la ausencia de sangre en el cuerpo? El resto de heridas es importante, sin duda. Pero me parece que la firma en este caso es el dejar desangradas a las victimas.”

Thomas repasó en un vistazo las truculentas fotos de los cadáveres, no había demasiado que pudiese distinguirse en aquellos amasijos de carne machacada.

“Seria muy diferente el que los orificios de salida de la sangre se hubiese provocado de forma improvisada y con herramientas caseras; a que apenas se encontrasen restos del punto donde se extrajo la sangre.”

La última de las fotos que barajó Thomas fue la del niño al que algún desalmado había decidido dar punto y final a su existencia para dar rienda suelta a ese macabro juego.

“En el primer caso, la sangre puede haber quedado esparcida en el suelo y las paredes de algún establo o sótano. Pero en el segundo caso… quizás hasta se haya aprovechado para Dios sabe que fines.”

Le dio, con una pizca de respeto, la vuelta a aquella foto y enarcó una ceja, esperando una segunda opinión de su compañera en su viaje de ida a lo que parecía un caso de lo mas interesante.

- El cuerpo del niño tenia multiples heridas... mordiscos por todo el cuerpo. Endiduras de varios centimetros, demasiado afilados para ser dientes de humanos pero por el tamaño y la forma parece ser que los hicieron varias personas. Creemos que se trata de algun ritual de fanaticos que se creen vampiros y van a alcanzar la inmortalidad con este tipo de actos. La sangre esta muy presente en todos ellos, tambien la crueldad y el sufrimiento de la victima parecen ser importantes.- Digo la mujer pasandote un documento con una serie de datos nuevos.

Los nombres de varias personas desaparecidas en los ultimos años, todas personas jovenes que salian de noche y no volvian.

Leiste:

Daniel Cronler, 17 años. Saco a pasear a su perro. El perro fue encontrado escondido bajo un coche dos horas despues sin rastro de su amo.

Zoe Pietrus Winters, 20 años. Fue a la biblioteca a preparar los examenes finales. Sus libros fueron encontrados tirados en las cercanias del campus asi como sus objetos personales.

Janna Lee Parquer, 19 años. Salio del hospital universitario donde habia ido a visitar a su novio accidentado. No volvio a casa, su bolso y chaqueta fueron encontrados a 150 metros de su domicilio.

La lista se prolonga asi por casi una veintena de casos. Todos jovenes que se evaporaban en el aire sin dar pistas.

A Thomas todo aquello no terminaba de encajarle, y eso mas que frustrarle le animaba a continuar con la investigación.

Anotó con profesionalidad los nombres y dirección de residencia de las victimas en una agenda personal; quizas con intención de interrogar a los familiares. Pero todo apuntaba a que las victimas eran elegidas de forma absolutamente azarosa.

“El asunto de los dientes o colmillos puede ser parte del ritual de “comida”; muy probablemente se traten de implantes de marfil o sucedaneo que hayan conseguido en algun suministrador de merchandising gotico o siniestro, si tenemos suerte quizas sean modelados a medida por un  dentista. En el peor de los casos, los asesinos se han afilado los colmillos a mano.”

Thomas garabateó con gesto nervioso los esbozos de unos colmillos en su bloc de notas, apenas mirando lo que su mano dibujaba y aparentemente concentrado en los documentos que iniciaban el caso.

“Se me ocurren varios perfiles que barajar. El primero de ellos es el de un grupo de tendencias ritualistas totémicas, basado en el canibalismo con una visión metafísica del asesinato como una especie de “caza”. Quizás el grupo este constituido por emigrantes de alguna región subdesarrollada, quizás no.”

El agente especial garabateó rápidamente un par de conceptos sobre esa posibilidad en la libreta, para consultar después esa posible vía de investigación.

“Otra variante a estudiar, seria la de un grupo de miembros pertenecientes a alguna subcultura urbana oscura. Que hayan terminado por pasar de la literatura a la acción y se hayan creído sus propios relatos sobre vampirismo. Esta seria la variante mas sencilla de investigar, ya que muy seguramente sus lugares de reunión sigan los parámetros del resto de la tribu urbana, y sus atuendos sean muy identificables por parte de cualquier testigo o prueba circunstancial”

En esta ocasión, Moore se limitó a dibujar el boceto de un “punkie” con pinchos precedido de un numero dos, como indicando cual era su segunda via de investigación.

“Por ultimo, podriamos estar ante algun tipo de nueva moda del crimen juvenil o rito de iniciación en algún tipo de banda urbana. Quizas se obliga a los nuevos integrantes a apalizar y destrozar a dentelladas a un inocente. Quizas se han mezclado teorias new age con una visión mas sangrienta de los ritos pseudo-magicos habituales. Los sospechosos varian entre miembros del campus universitario o incluso habitantes de un barrio marginal.”

Anotó una ultima entrada en su cuaderno y puso punto final de forma bastante remarcada.

“¿A ti que te parece, guapa?”

- Me parece que tiene tantas teorias como descaro.- dijo la joven coartando cualquier posibilidad de acercamiento que no fuera el puramente profesional.

- Hemos investigado ya a los universitarios, existen algunos grupitos goticos, se visten de negro y juegan a que son vampiros pero no son peligrosos, de hecho la mayoria son "frikis" de un juego de rol llamado "señores de la noche" Aparte de tirar 20 dados de 10 para hacer cualquier movimiento estupido, no se a detectado ningun otro atismo de violencia en ellos.

La mujer se masajeo el puente de la nariz con cansacio.- Tenemos cajones enteros de casos de desapariones... cada dia mas...estas son las que hemos detectado algun nexo en comun pero las hay a docenas... Tiene que ser un grupo grande y bien organizado.

Thomas sacó la lengua un instante a la contestación de su compañera, pero en seguida se centró en lo que realmente importaba, en esclarecer que habia ocurrido con esas vidas arrebatadas de cualquier forma.

Yo comenzaría por enlazar las heridas de los cadaveres con sus posibles responsables. Que cualquier forense haga moldes de las dentelladas y que podamos comparar cuantos y quienes son los dentelladores. -Comentó Thomas basandose en uno de sus primeros indicios.

Con ello, tendremos la cantidad de posibles asesinos, tendremos algo con que diferenciarlos y algo por lo que empezar. Pero no hay que olvidar que toda esa sangre ha tenido que ir a algún lugar, ya que no hay ser vivo capaz de tragar litros y litros de sangre sin que le dé un pasmo. -dijo Thomas, adelantando su posible paso en la investigación.

Sea como sea, ¿cuando llega este vuelo? -Moore volvio a esa pose burlona del principio, parecia que pudiese cambiar de cara y de sentimientos en cualquier momento.

La mujer miro su reloj.- Unos quince minutos.- respondio y volvio a revisar los informes, parecia muy entregada a la investigacion, tal vez demasiado volcada con ella.

El resto del vuelo lo hizo en silencio. Al llegar un coche patruya os esperaba.

- Señores.- dijo un agente uniformado.- Acabamos de encontrar otra posible victima mas.

Joanan no lo penso subio en al coche y expreso su deseo de ir alli cuanto antes.

El coche os llebo al distrito del teatro.

Thomas esperaba nervioso en la parte de atrás del coche patrulla a que llegasen a su destino. Su primera escena del crimen en vivo en este caso, la cosa se ponía muy interesante.

"Creo que el tema de la sangre va a ser fundamental en el caso, esta gente tiene que hacer algo con esos cientos de litros de sangre. En algún lado deben estar oliendo a podrido, o la han de estar conservando o desparramando en algún sotano. ¿Se sabe si el tipo de sangre es siempre el mismo?" -Moore parecia nervioso, no tanto por que la situación le resultase frustrante o porque le afectase tener otro cadaver a sus espaldas. Sino simplemente porque queria empezar a trabajar.

"El hecho de que dejen a sus victimas a la vista y no traten de ocultar los restos es otro indicio de que ocurre algo, algo fuera de lo normal." -atajo Moore.

- El tipo varia pero RH es positivo en el 99 por ciento de los casos.- dijo la mujer mirando sus informes.- Otro dato destacable es que son personas de belleza fisica destacable. Tenemos perros por toda la ciudad y los servicios de emergencia estan avisados... Tambien podrian estar guardandola en neveras, si la sangre forma parte de algun tipo de ritual seria lo mas logico.

Al llegar ves a la policia cientifica trabajando. Uno de los agentes se acerca a informar.

Encontramos a uno y los perros descubrieron dos mas entre la maleza, son tres chicos de entre 18 y 20 años, todos desangrados... a uno le faltan los ojos, a otro le han cortado la lengua y al tercero le amputaron los dedos... todos.- dice el policia al borde de la nausea.

Thomas anotó profusamente todos los datos, ya que venian de primerisima mano de la escena del crimen y porque se salia de los esquemas que se habia planteado previamente.

"-La brutalidad y la vejación de los cuerpos no es parte central del suceso. Es meramente accesoria, el eje fundamental es la perdida de sangre. Tenemos que centrarnos en esa sangre, en su posible uso y en su destino. Nadie puede ocultar toda esa sangre o tirarla sin que llame la atención."

- Bien... ¿Y que hacemos ahora?.- pregunto la agente.- ¿Quiere que le llebe a su hotel mientras analizamos el escenario del crimen o prefiere ir a comisaria y analizar todas las pruebas con calma?

"-Que alguien lleve mi maleta al hotel mientras acompañamos a los cuerpos en su analisis forense. Asi podré interrogar al forense sobre detalles como los dientes de los asesinos." -Concluyó el agente.