Gracias por los consejos pero no necesito pasar por ningún templo , tengo a los 10.000 conmigo .
Dijo mientras te miraba tras prestarte atención a tus consejos , los cuales parecía aceptar todos menos el del templo , muy posiblemente no hubiera sido instruida en el tao de shinsei ni en la fortunas , sino en su propia cultura gaijin .
Alce las cejas ante aquella aparente inconcluencia sore invocar kamis pero adorar dioses extraños.
-Sea- dije con calma- siempre que ellos te guarden poco te puedo decir.
Me quede pensativa un instante, buscando que consejos me hubiesen venido mejor.
-Quizas tus dotes de hablar con los kami te reporten suerte en la segunda cuidad, muchos son los ronin que precisan de ayuda para sus heridas-
Finalmente habían alcanzado la Segunda Ciudad, en el camino de regreso, con el objetivo cumplido... Lo que mas llenaba en su interior era la idea de que habían sido honorables hasta el final, pese a que hubiesen otros que no lo fueran con ellos. Al fin y al cabo debían seguir el camino y el código de honor de los Samurai.
Llegó con la expedición, pero todo el camino siguió algo pendiente de Nyaruko: Su vida en gran medida había sido dedicada y consagrada a proteger y servir, y pese a ser una mujer, aun no saben exactamente si representa un peligro real para la Segunda ciudad o para Katsuga Setsuna-sama.
Ameko divisó el río y dejó claras sus intenciones. Como era de esperar, para Ayaki no era tan importante asearse y aparecer presentable, pero resultaba bastante lógico que, si todos los demás lo hacían, debía hacerlo él también. Así que lo que hizo fue esperar con tranquilidad a que los demás se pronunciasen al respecto. Solo dijo una cosa.
-Hemos finalizado nuestra misión y es nuestro deber reportarnos cuanto antes ante Katsuga Setsuna-Sama. Humildemente os pido presteza en el refresco, Ameko-Sama.
Lo hizo con una sonrisa amistosa en el gesto. Esperaba no importunarla en lo mas absoluto.
No me gustaba tener que parar ahora. Prefería llegar cuanto antes a nuestro destino, entregar el paquete y desentenderme del asunto.
- Preferiría no detenernos. - le digo a Ameko. Ya tendreis tiempo de asearos cuando terminemos nuestro cometido.
- Además. - susurro fuera del alcance del oido de Nyarutu. Está el asunto de la chica. - prosigo señalando a Nyarutu levemente con la cabeza. Tendremos que decidir que hacer con ella.
La verdad es que no pasa nada por detenernos un rato a tomar un baño rápido , Kasuga sama no nos dio tiempo límite para entregar el objeto ; y a mi verdaderamente me gustaría quitarme todos estos días de sudor cuanto antes .
Dijo Natsumi a sus compañeros apoyando a la ronin Ameko , sin duda como cortesana tenía que dar una buena imagen ante su señor para así poder servirle adecuadamente .
Para que luego digan que los ronins son los piojosos .
Protestó Takeaki ignorando a los demás mientras él ya comenzaba el rumbo hacia el río para asearse , seguramente así se le contrataría más veces que a otros ronins y tendría más dinero para sus asuntos .
penejotizado .
¿ Kami ? . ¿ Así es como llamáis aquí a los 10.000 ? .
Preguntó intrigada .
Si bien los templos son para los sacrificios a los "dioses" , me enseñaron que no es el único sitio donde se les pueda adorar ; y mis rezos siempre han funcionado sea en un templo o no . Además , los templos de los 10.000 ya no son practicables en Medinat al-salam , solo la academia de la cábala .
"dioses" = lo dice en gaijin .
¿Realmente estamos discutiendo la conveniencia de bañarse antes de una audiencia?
Dai Dai alzó las cejas y sonrió un poco. No sabía si debía tomarse el asunto a broma o no. De cualquier forma aquello tenía su gracia. Era evidente su preferencia: se bañarían. No es que la decencia tuviera un precio especialmente alto; simplemente, no apreciaba la necesidad de tamaña prisa.
Miró a Kunisada. Negó con la cabeza, quitándole importancia al asunto.
- Una cosa no tiene que ver con la otra. De todas formas, no creo que haya más alternativa que presentar la muchacha ante Katsuga-dono. Ella sabrá qué hacer con ella. Probablemente pueda contarle algo que le interese.
Dado que parece que no voy a ganar esta "contienda" me encojo de hombros y me aseo rápidamente sin dejar de mirar en la dirección en la que veníamos.
No iba a entrar en disputas sobre bañarme mas tarde, yo no tenia una bonita casa donde me calentasen el agua, pero si asenti al Isawa como indicativo de que seria breve.
-La chica debera apañarse sola, es una ronin asi que encontrara su camino- dije en tono suave- pero llevarla ante Kasuga-sama sera bueno a mi por ejemplo me ayudo mucho saber a quien acudir.
El baño seria breve no queria, escuchar mas quejas sobre los retrasos, ademas de que tenia ganas de acabar pronto. Mis trabajos habituales tenian sus cosas pero no solia oir quejas sobre un simple baño. Le tire una pastilla de jabon a Takeaki, seguramente la que tenia se la dio a Momo-chan.
-Nyaruko si quieres puedo dejarte un peine- dije a la chiquilla mientras me preparaba para el baño, seguramente tendria que irme con el pelo mojado pero el tiempo era bueno.
Basicamente rapido baño y seguimos =)
-Algo asi.. no soy una experta quizas deberias buscar un monje o un shugenja para que te hable con mas propiedad al respecto-
Me quede pensativa un instante.
-Sobre la cabala o como sea, solo he oido hablar a alguien una extranjera....Shamina, una ashalam o algo asi no se demasiado; de todos modos en la cuidad encontraras mucha informacion-
Parecía que todos estaban de acuerdo con aquello y poco a poco iban al río a refrescarse y remover la suciedad. Así hizo él también, pues no iba a ser el único que llegase en mal estado a la Segunda Ciudad. Fue un baño rápido sin demasiado acicale, habiendo dejado los ropajes a un lado con sumo cuidado y apartándose lo suficiente de las mujeres como para respetar la intimidad de las mismas y que ellas respetaran la suya propia...
Así pasaron los minutos hasta que finalmente decidieron continuar su camino, cuando tomó la ropa y la Katana, volvió a habituarse y a emprender el camino con el resto del grupo.
Pues eso. Post de intermedio hasta que decidamos volver a emprender la marcha!
Tras un rápido aseo por parte de la mayoría de los samurais , se retomó el camino hasta la ciudad . Ya dentro de ella no se tardó mucho en llegar hasta la embajada de los clanes menores donde se esperaba vuestra vuelta ; los guardias os dirigieron hasta la misma habitación donde estuvisteis la ultima vez , allí esperaba el embajador junto a su yojimbo , Shamina y momo chan .
Es una alegría volver a veros a la mayoría , noto ausencia y una cara nueva , pero ya mi sirviente Kasuga san me detallará lo sucedido . Espero que el menos recogierais las espadas de Mirumoto san para que puedan ser devueltas a su familia .
Ahora si traéis el objeto devolvamoslo a su legitimo dueño .
Kasuga Natsumi , que es la que lo portaba , se acercó y se lo entregó a la embajadora Shamina . En las manos de esta , la esfera brilló con fuerza durante un momento antes de volver a la normalidad .
Shamina : Os agradezco el esfuerzo que habéis hecho para recuperar este objeto .
Os hizo una profunda reverencia a la vez que os lo agradecía y se disculpó para ausentarse .
Bien , los ronins ya tenis vuestra paga , y los de clan podéis volver a vuestras labores ya que vuestros señores estarán deseando saber de vuestro éxito .
Todos ganáis 3 puntos de gloria .
Aki , Dai dai , Ameko y Takeaki : apuntaos el resto de la recompensa monetaria , fueron 6 kokus al empezar la misión y ahora el sobrante hasta los 24 kokus .
Tras un refrescante baño y el animo mejorado llegamos a la cuidad. Llegando al punto de casi tararear contenta, pronto en casa y descansar del viaje y el calor. Una vez todo en orden pudimos volver cada uno a nuestro lugar, agradeci el trabajo a Kasuga-sama y tras cobrar mi paga espere el momento de despedirme.
-Ha sido un placer conoceros y viajar con vosotros, si alguno tiene la oportunidad que trasmita mis condolencias a la familia de Mirumoto-san; rezare en mis plegarias por su descanso- dije con una inclinacion a los samurais de clan- que los Kami os guarden y guien.
Despues de ello si nadie necesitaba mas de mi, dispuse ne marcharme para ir a comer algo probablemente con Takeaki y Momo-chan.
Dai Dai se sintió satisfecha. Había luchado lo mejor que había podido y ahora vió como sus esfuerzos dieron su fruto.
- Nos honráis con vuestra generosidad, Katsuga-dono. Ha sido un placer serviros, a vos y a la memoria de Mirumoto-san.
No podía ser de otra manera. Aquellas espadas, si bien no eran más que afilados cuchillos para los ignorantes gaijin, significaban mucho más para la familia del difunto. No eran simples armas; eran lo que definía a un guerrero en vida, el recuerdo de su existencia.
Pocas cosas eran más terribles que el olvido.
- Que los kamis os colmen de dicha.
Una vez terminada aquella reunión, Dai Dai se retiró como una más. Aunque habían sanado sus heridas, aún le dolía caminar a veces. Una reminiscencia de las heridas que había sufrido, cicatrices que seguramente sanarían con unos días de descanso. Por ahora, pocas cosas eran más tentadoras que un poco de reposo.
Se marchó; aunque no antes de despedirse de sus compañeros de armas. Sonriente, cortés. Aunque algo distante.