Partida Rol por web

 - Olvídate del ritual. Por mucho que insista Virel, hay cosas más importantes. Como esto.  Anda, volvamos con los chicos, espero que hayan soltado un par de comentarios soeces y vuelvan a ser medianamente normales.

- Rubia, con fama de ser algo suelta, muy hermosa? - Te dice. - No me digas que no te acuerdas....

Pongo cara de comprensión.

-¡Ahhhhh...! Te refieres a Afrodita, ¿verdad? -sonrío-. Siempre le han gustado los hombres peligrosos... Y domina sus áreas de influencia como NADIE podría, ya te digo yo -me río-. Pero no creas que hay algo detrás aparte de... eh... lujuria libidinosa, podría decirse -me pongo serio-. Mi alma pertenece a una única dama, y desde luego que Afrodita lo sabe.

Volveís.

Os encontraís a Virel y Gabriel departiendo alegremente (de algo) con Rashid escuchando atentamente

Las dos señoritas vuelven.

Se las ve felices y sonrientes, como si hubieran recibio buenas noticias.

 Pues orejamos, orejamos.

Te da tiempo a oir poco antes de que se den cuenta, pero jurarias que han mencionado a Afurcita... digo, Afrodita.

 ¡Mierda! En fin, nada, entramos en la sala y nos sentamos cómodamente en nuestros asientos.

- Mmm... Virel, disculpa que interrumpa vuestre alegre charla, pero quería pedirte un favor y acabo de acordarme.

Una pena lo de la conversación interrumpida... bueno: Gabriel sabe dónde encontrarme...

-Claro Ixía. Dime. ¿Qué necesitas de mí?

 - Un guardaespaldas para Desierto. Concretamente, uno de tus lobisomes.

Mientras estaís hablando, un sirviente de Ixia entra por la puerta, y se arrodilla, tocando el suelo con la cabeza... - Mi señora, traigo noticas urgentes... - Dice, en voz tenue.

 - ¿Qué ocurre? -pregunta Ixía, consciente de que no habrían interrumpido para una gilipollez.

- E-el faraon, el DIos viviente... ha muerto, mi señora. L-la dinastía de los hijos de Ra ha... desaparecido.

 - Un nuevo amanecer llega a Ket, por fin -exclama Ixía, satisfecha, poniéndose en pie-. Ha llegado el momento de que Desierto ocupe su legítimo lugar como gobernante supremo. Es la hora. Descendamos y guiémosle hacia la gloria.

-El Rey ha muerto... larga vida al Rey...

Trago de cerveza al canto.

Eso sí... con mucho sentimiento.

Gabriel sonríe, y se alza para abrazarte.- Un nuevo amanecer en Ket? Ixía, eres tan modesta... al fin y al cabo, el sol sale por Ket mañana, pero, como el sol... poco a poco, en otros sitios también amanecerá, con el faraón guiando el carro del astro mejor de lo que Ra jamas soñó en hacer. - Dice, con su sonrisa habitual.

En ese mismo momento, Isis da un respingo, y su báculo cae al suelo... Algo se ha puesto en movimiento. algo que cambiará al Panteón Egipcio aun mas... para toda la eternidad.