Partida Rol por web

¡Que terror, menuda fuerza!

Me había quedado tremendamente preocupado por la categoría que mostraba aquel espíritu y la cercanía al reino. El hecho es que la entidad se hallaba drenando y desttruye do todo a su paso de una forma que no e gustaba para nada. Debía hacer algo, pero sabía que en éstos momentos no estaba preparado del todo para un asalto directo. Por un momento pasó por mi cabeza la idea de anclarlo a mi cuerpo hasta que nos expulsara la paradoja más allá de horizonte, o tratar de expulsarlo yo mismo.

Sin embargo el acto más que heroico martirio era estupidez consumada. Comencé a cantar y hablar por lo bajo llamando a los espíritus estáticos y calcificadores que hubiera. lo primordial era sellar o incomodarlo lo suficiente para que se marchara: ¡Acudid a mi llamada, servidores de la araña que todo lo cubre con su obra! ¡Vuestra obra se desmorona, cumplid vuestro cometido! En esos instantes alcancé mi teléfono movil del bosillo y tecleé ágilmente hasta hacer visible la lista de contactos. Si acudían seguro que no desdeñaban datos que organizar y codificar a su gusto...

Mournbringer se sorprendió al ver que la Celosía, que debía ser alta por estar en una zona de Fábricas, era especialmente baja. Los espíritus poco a poco acudieron a su llamado. Su voluntad era fuerte y en otras circunstancias no habrían demorado en aparecerse decenas de espíritus dispuestos a cumplir con su deber, sin embargo parecía que incluso a ellos les resultaba atemorizante el sujeto. Los espíritus se acercaron hasta aquellos tentáculos de luz creados a partir de la música y comenzaron a devolverse su forma a todo aquello que él iba consumiendo. En cuanto los espíritus se acercaron a los tentáculos de luz, empezaron a ganar terreno, reconstruyendo lo que estaba siendo corrompido. Segundo tras segundo ganaban terreno, reduciendo área de efecto del flautista. En cuanto los espíritus comenzaron a avanzar, aparecieron varios mas desde la periferia para ayudar con la comitiva. A Morunbringer le dio la sensación de que varios espíritus habían acudido a su llamado pero no todos se animaron a actuar sino hasta que vieron que sus esfuerzos daban resultados.

El Flautista parecía no inmutarse de que un grupo de espíritus de la tejedora estaban reduciendo su efecto, continuaba tocando con el rostro inmutable, volvió a cerrar los ojos y Mournbringer sintió como si estuviese siendo liberado de pesadas cadenas que le tomaban por los hombros. Los espíritus ganaron terreno y estaban a menos de 2 metros del Flautista, cuando él detuvo la música. En cuanto el silencio reinó, los tentáculos de luz desaparecieron y los espíritus de la tejedora se detuvieron, midiendo la reacción de su oponente, sin avanzar ni un solo centímetro adicional.

Rodeado por algunas decenas de espíritus y frente a los ojos de Mournbringer, el Flautista se esfumó en el aire, como si nunca hubiera estado allí desde un primer momento. Donde antes había estado su presencia, ahora quedaba en el piso grabado un símbolo, producto de la corrupción provocada por su música. Mournbringer no llegaba a ver el símbolo con claridad desde donde se encontraba pero en cuanto el Flautista desapareció, los espíritus arremetieron contra aquel sector, para devolverlo a su estado original.

¿Que fue todo eso?

Erick estaba a un lado de Mournbringer, aún sobre el techo de una fábrica cercana al punto en el que el Flautista se encontraba. Sus ojos variaron de tonalidad por un instante, como si un rayo de luz se reflejara en ellos. Inmediatamente sacó su celular y comenzó a mandar un mensaje de texto.

Me gustaría poder darte una respuesta, Erick. Comenté preocupado,y ausente observando a mi alrededor que había pasado. Parecía que no había opción a muchas respuestas más sin el conocimiento adecuado en la esfera de tiempo; de la que carecía.

Sospecho que la tecnocracia no tardará mucho tiempo en aparecer para arreglar éste desguisado. Probablemente debamos marcharnos antes que nos tomen por una amenaza o los responsables...pero no paro de pensar en que aquí había un ente del calibre de una máscara divina y se ha rendido fácilmente ante mi primer movimiento. No me gusta.

Seguía atento a lo que ocurría allá abajo; no estaba seguro de que buscaba e hice una apuesta arriesgada: Busqué los hilos del dentino esperando y confiando en hallar alguno que fuera adecuado.

Mournbringer se concentró en los hilos del Destino que se entretejían en aquél lugar. El símbolo grabado en la tierra que había dejado el Flautista antes de desaparecer empezaba a ser carcomido por los espíritus de la Tejedora, sin embargo parecía llevarles un gran esfuerzo. El símbolo emanaba una gran resonancia Entropica y los espíritus poco a poco iban disolviéndola. Había solo una cosa que Mournbringer pudo sacar en limpió de su visión al Destino. La muerte se cerniría sobre Buenos Aires. Un devastador y antiguo ser asolaría la Realidad, comprometiendo no solo la vida sobre la Tierra, sino toda su existencia. Lo último que los ojos de Mournbringer vieron antes de que Erick les transportara lejos de allí fue a los espíritus carcomiendo el símbolo del Flautista y no podía mas que pensar que pronto eso sería lo que ocurriría en la Realidad.