Partida Rol por web

Mientras caminaba por el recinto observando todo en general porque del tema no sabía absolutamente nada, denoto el gesto de August y me coloco a su lado para leer aquel libro que tenía en sus manos. Enarcando una ceja me dispongo a realizar el mayor esfuerzo sobrehumano que una pirata del aire puede hacer, comprender aquello. 

Negando con la cabeza y fingiendo interés, aguardo silencio esperando alguna respuesta o un atisbo de luz para descubrir algo vital para nuestra investigación. 

La suerte, los dioses o lo que sea que haya os acompaña. Ambos os percatáis de un dato de sumo interés. Al parecer en una de las páginas de aquel libro describe un templo en medio del desierto, en una zona que os suena claramente que es la ciudad de Fenkhen City. ¿Quizás allí se encontraba vuestro destino? era la mejor pista que teníais y solo había una forma de averiguarlo.

Alzo la vista hacia Alice y dejo que sus labios se curvaran hacia arriba en una leve sonrisa.

-Parece que hay una pequeña pista querida. ¿Qué dices si vamos a dar un vistazo a ese lugar? Un pequeño viaje nos sentaria bien despues de todo el ajetreo ultimamente... Consideremoslo una prueba antes de la luna de miel…

Rozo su mejilla rapidamente con el anverso de la mano (no fuera a morderle) en un gesto de cariño, para luego encararse con su anfitrion.

-¿Seria tan amable de prestarnos este volumen unos dias? Se lo devolvere al regresar. Y no dude que si encuentro algo interesante para añadir a su colección…

El resto de las palabras quedaban en el aire y se decian solas. La generosidad debia ser compensada despues de todo. 

Por lo que parecía en un principio un criptograma para mi, resultó ser algo muy diferente y se notó en la expresión de mi rostro un vestigio de alegría al comprender de que trataba todo aquello. Si es verdad que tan solo duró unos segundos, dado que August se mete demasiado en su papel de esposo enamorado al regalarme una caricia. Y a través de un gesto poco amistoso pero literalmente simulado le aclaro con la mirada que no abuse de ello. 

- Claro... Nos vendría genial un viaje, adoro conocer nuevos lugares. - respondo de forma cariñosa aunque tensa en el fondo. Sin embargo, manteniendo la actuación en línea le permito a mi compañero que siga hablando con Sir Francis. Al menos hasta conseguir el dichoso libro y poder irnos de aquí, apestaba este lugar entre tanto intelectual y libro con aroma a viejo. 

Max sonríe ante la actitud efusiva del orco. Hace un gesto con la cabeza para que suban al carro.

-Vamos amigos, subid.-

Una vez el orco esta detrás y Arrah a su lado, se vuelve a poner en marcha hasta situarse a las afueras, esperando al resto del grupo.

Me temo que eso no puede ser posible. Me alegro que ese libro os haya sido de utilidad pero no puedo desprenderme de él. Entenderéis el reparo que tiene todo coleccionista en desprenderse de sus obras. Ahora si me permitís, creo que debemos volver ya a la fiesta. Los invitados esperan.

Suspiro profundamente, pero era entendible esa postura. Podria pedir papel y lápiz para copiarlo, pero quizás fuera excesivo. Habría que confiar que el dato fuera todo cuanto necesitasen. Devolvió el ejemplar a su lugar, asintiendo con un cabeceo.

-Desde luego, sir Francis. Ya le hemos acaparado demasiado. Le agradezco no obstante su sabiduría y guía en este tema. +se giro, mientras ofrecía el brazo a Alice, para ser los que encabezaran la retirada hacia la fiesta+ Espero que podamos volver a charlar a nuestro regreso. 

En la fiesta poco había que hacer ya, por lo que Alice y August salieron tras despedirse del anfitrión. Acto seguido, fueron en busca de sus compañeros, y cual sorprendidos se quedaron al verlos a los tres metidos en un carromato. Arrah les abrió la puerta y les hizo un gesto para que pasasen dentro.

El orco mira sorprendido. Si realmente le quieren dentro, así lo hará.

Cala su sombrero lo que puede en su enorme cabeza y camina al interior.

Max saluda ligeramente a sus compañeros con la cabeza para indicarles donde están. Arrah les abre la puerta y estos suben. Una vez todos reunidos de nuevo, Max se pone en marcha para alejarse de allí antes de que alguien note a faltar el carro. Una vez de camino, gira la cabeza hacia August y Alice, siente curiosidad por saber que ha pasado.

-Bien chicos, como ha ido la cosa?-

Tras despedirme del Sr Francis, avanzo a paso ligero junto a August sin dirigirle la palabra. De momento quería quitarme el vestido y llevar puesto mis atuendos habituales porque apestaba a riqueza y superficialidad. 

Una vez que cruzamos el umbral, un carruaje se detiene delante nuestro y al ver claramente que eran mis compañeros, subo al mismo y tomo asiento. - Al fin nos volvemos a encontrar, creí que moriría en aquel ambiente. - voy quejándome mientras sin importar que estoy rodeada de hombres, comienzo a romper el vestido acortándolo un poco. No por mostrar las piernas, sino que era muy incómodo caminar con él. 

Ya acomodada en el asiento con el problema solucionado, escucho la pregunta de mi compañero. - Bueno, sí. Tenemos algunos datos de interés. Gracias a August (sí, le reconocía el mérito) logramos acceder a la sección privada de Sir Francis ya que logró hacer buenas amistades con él. Allí luego de una intensiva conversación de lo más tediosa, nos mostró un libro en particular. Habla sobre un templo ubicado en el desierto, se encuentra en la ciudad de Fenkhen City. Creo que deberíamos ir a investigar. - explico sin entrar en detalles y al final sugiero un próximo plan. 

Ya con la información recibida, el grupo se monta en el carruaje adquirido y se marchan de la fiesta para ir a su nuevo destino Fenkhen City