Partida Rol por web

Gruño al ver que las dagas rebotan... algún tipo de magia demoníaca parece proteger al hechicero. Miro a mi alrededor desesperada ¿qué podría atravesar ese escudo?

Suelto un agudo chillido y me lanzo hacia el mago con la antorcha en una mano y mi última daga en la otra, esperando forzar el escudo con mi peso y prender sus ropas o acuchillarle salvajemente.

Vindala aprovecha la confusión y se acerca al féretro. Por algún motivo, la magia que protegía al brujo de las armas arrojadas contra él no parece surtir efecto en la aproximación cuerrpo a cuerpo y logra clavarle la daga sin dificultad. De la herida no brota sangre alguna, pero el brujo parece sentir algo y sus ojos se clavan en la mujer, amenazadores.

Mientras tanto Cernabí logra asestar un golpe en el abdomen de Bahar. El filo de la enorme hacha lormyriana encuentra un hueco desprotegido de la armadura y abre una brecha terrible al seccionar el estómago del antaño orgulloso capitán. A pesar de la terrible herida y de la sangre negra que rezuma de ella, Bahar no parece sentir dolor alguno y contraataca. La espada se clava esta vez en una pierna del guerrero y éste se tambales. Por muy fuerte que sea cernabí, no podrá aguantar otro golpe como ese.
Por su parte Yuki sigue atacando con velocidad. Esta vez una de sus espadas hiere a bahar, que parece a punto de desplomarse, auqnue todavía le quedan fuerzas para un último asalto.

Vuelve a mover Las espadas en el aire con rapidez. Pero su espada ancha pasa muy lejos del cuerpo de Bahar, mientras logra impactar con su espada corta.

¡Mierda de muerto viviente! Tenía que haberle matado antes. ¡Vamos el último esfuerzo!
Levanto mi hacha para atacar y pendiente de su ataque antes de perder el conocimiento y maravillado de los movimientos de Yuki, parece que baila.
Espero no escurrirme con esa mierda de sangre.
-¡Maldito bastardo!

Bueno, se trataba de distraer al mago ¿no? Pues prueba superada.

Aunque empiezo a temer que la mujer del lobo sólo encontrará cadáveres cuando entre en la cueva... y al menos uno caminando.

No creo que mis puñales puedan hacer el suficiente daño para detener a un monstruo no muerto, pero todavía me queda la baza del fuego... y la esperanza de que mis compañeros puedan ayudarme.

Haciendo uso de un poder sobrnatural, el brujo que hasta hace un momento parecía muerto flota a dos palmos del suelo y con una simple palabra de mando en un idioma desconocido atrae a Vindala hasta él y la atrapa del cuello, tratando de asfixiarla con su fría y rígida mano. La mujer poco puede hacer para zafarse más que acercar su antorha a las ropas del brujo, que comienzan a arder. El brujo grita furioso y en ese momento se oye un sonido en la entrada de la cueva, como el de un cristal al romperse.

Bahar ataca con su habitual fiereza, pero su espada se encuentra esta vez con el hacha del Lormyriano que detiene el golpe con gran estuendo. Cernabí contraataca, pero la defensa de Bahar resulta igual de efectiva.
Yuki sigue con su ataque por el flanco pero esta vez su arma no logra traspasar la armadura de Sevik.

Mierda de muerto.
-¡Muerto andrajoso! Si consigues eliminarnos te quedarás con ese saco de huesos toda la eternidad y no podrás ver a tu amada. El saco de huesos te ha condenado a a la eternidad, mírate las tripas.
Vuelvo a intentar defenderme y con la esperanza de dar el último golpe intentando infligir el máximo daño posible. Aún noto ánimo en mi espíritu y espero que ese grito que hemos oído no sea el monstruo que tenemos que guardar.

Suelto un grito desesperado, mientras respiro rapidamente por el esfuerzo. No consigo encontrar un hueco en la armadura de Bahar. Mis ataques chocan con sonido metalico en sus protecciones ( como tocando un xilofono?).
Miro de reojo a mi compañero Cernabi golpeando brutalmente al enemigo, aunque sus golpes podrian partir por la mitad a un hombre, nuestro enemigo consigue pararlos y su armadura absorve mis debiles golpes.
Intento por ultima vez encontrar algun hueco en su armadura.
Si Bahar sigue en pie, me dirijo al mago e intento hacerle retroceder atacacandole con Las espadas.

El brujo sigue manteniendo a Vindala sujeta por el cuello con una fuerza que va más allá de lo meramente humano. Es como si cientos de manos la sujetaran de todas partes y lentamente su mirada se nubla y pierde la consciencia. El brazo que sujetaba la antorcha la deja caer al suelo, auqnue sus ropas han prendido y ahora arde como una antorcha.

Bahar, a pesar de sus terribles heridas sigue dando guerra. Lanza un golpe mortal que Cernabí desvía con su hacha para luego hacer lo propio con el arma de su rival. Cernabí da muestras de agotamiento, pero Bahar no parece sentir nada... Hasta que la espada larga de Yuki se clava en su costado. Parece como si algo se rompiera en su interior y el cuerpo de Bahar, antaño orgulloso capitán, cae al suelo como si llevara días muerto.

Ahora solo queda el brujo que suelta a Vindala y parece preparar algún tipo de conjuro, pero no tiene tiempo de realizarlo. La figura de Lady frida acompañada por su fiel lobo aparecen en la entrada de la cueva.
-¡Ret'ka, nefre, teke-li-li!-grita y de pronto el brujo parece quedar congelado en el aire con un rictus de odio en su rostro. En ese momento no tenéis ningún problema en volver a introducirlo en su ataud y Vesna repite el ritual para dejarle inmóvil durante algunos milenios más.

Lady Frida mira el cuerpo de Bahar, retorcido en el suelo.
-Parece ser que este pobre desgraciado se metió en esta cueva en busca de refugio del frío y fue poseído por el espíritu del brujo. Él seguía siendo incapaz de salir de la caverna, pero enviaría al pobre diablo a causar muerte y caos por estas montañas. Otra víctima del amor. Me aseguraré de que se cante sobre su desdicha.
Después se dirige a vosotros. Se asegura de que Vindala respire con normalidad y que las heridas de Cernabí no sean mortales.
-Habéis cumplido con vuestra parte del trato y ahora yo debo cumplir con la mia. Os acompañaré a Ilmiora y sanaremos a Vesna para que recupere su humanidad. esta noche descansaremos, recuperaremos fuerzas y mañana podermos partir.

¡Bien hecho Yuki! Casi me mata ese ser despreciable.
Intento ayudar a Vindala en todo lo posible.
-Te arriesgaste mucho hermana.
Miro a nuestro patrono.
-Espero que tanto esfuerzo de frutos.
Agradezco a Lady Frida sus cuidados.

Sonrío agotada. No tengo el cuerpo para muchas fiestas, pero acierto a contestar.

- Alguien tiene que usar la cabeza de vez en cuando en este grupo ¿no? -intento que mi tono sea burlón pero mi voz es apenas un graznido- Vosotros lo solucionáis todo a golpes, joder

Contengo un gemido... al fin y al cabo sólo me duele cuando me río.

Aún recuperando el aliento, ayudo a  Vindala y Cernabi a salir de la cueva. 

" Ha sido un buen trabajo en equipo"