Partida Rol por web

La aldea Bloodmoon esta situada al sureste de los reinos barbaros del norte, justo en el extremo oriental de el bosque Shadoweye, donde se las considera unas intrusas, hace 200 años, las Bloodmoon estaban en un asentamiento mas al este, pero la lejania de el resto de las tribus y la falta de alimento las obligo a migrar a los limites del bosque Shadoweye.

La aldea esta situada entre los Shadoweye y los Highthunder. Los primeros a 2 Kilometros y medio al oeste, al otro lado del bosque y los Highthunder al noreste, a 3 kilometros y medio.

En el centro de las aldeas, que se situan en forma de algo parecido a un circulo por el territorio barbaro se encuentra el circulo sagrado, donde los lideres se reunen para debatir sus asuntos.

no hay hombres en la tribu, son todo mujeres, las cuales se aparean con el resto de las tribus, pero sobretodo con los Bearmaw y los Highthunder. Las bloodmoon no son trabajadoras de la tierra ni recolectoras, aunque saben trabajar la piel para hacerse ropa, su mayor caracteristica es el saqueo y la lucha.

De siempre ha sido tipico, que cuando una Bloodmoon tiene un niño este es llevado a la aldea Veilfog y alli, depende de sus actitudes, es mandado a la edad de los 7 años a alguna aldea, pero esto no siempre agrada al resto de aldeas, por eso, cuando Morgana fue nombrada lider del clan, instauro una ley en la que los barones serian sacrificados al nacer.

En casi todas las aldeas, un Chaman Veilfog viaja cada cierto tiempo para enseñar a los niños, pero en las Bloodmoon no, aqui cada una de ellas es enseñada por el resto de guerreras. a partir de los 14 años, cualquier Bloodmoon que se crea digna de ser una mujer, puede intentar pasar "el rito" que consta de 3 partes

1- Matar un animal con las manos desnudas.

2- Tender una emboscada a alguien de otra tribu y capturarlo sin ayuda de nadie.

3- luchar contra una Bloodmoon adulta y aguantar hasta que una hoguera que se prepara se apague.

La antigua lider del clan Cashana, madre de Morgana y Liliam, murio hace mas de 5 años por una herida que no consiguieron sanar en el hombro, las Bloodmoon no lloraron la muerte de su lider, puesto que la muerte es solo un paso mas en el ciclo de la vida. Ahora Morgana es la actual lider de las Bloodmoon una sanguinaria mujer sin piedad.

En la tribu de las Bloodmoon viven unas 340 mujeres, de las cuales 280 estan en capacidad de luchar.

Aunque todos los barbaros adoran por igual al panteon de los 7, la tribu bloodmoon siente predileccion por Amarantina, la diosa ciega que ve la verdad.

El estandarte de las Bloodmoon es una luna entera de color rojo que gotea sangre.

Doy unos pasos fuera de mi cabaña, mientras escucho el silencio en el bosque y me centro en el mensaje que acaba de llegar. Pienso en ello con calma. Miro el estandarte de mi clan, que ondea en la entrada, y con sumo cuidado coloco mi hacha de mano y mis dagas en mi cintura. Están recién afiladas y hay que tener cuidado con ellas.

Busco con la mirada en los alrededores, intentando encontrar a mi hermana entre la multitud de mujeres que se entrenan en los pequeños claros, o las que curten pieles. Mis ropas llevan preparadas varios dias, esperando a que llegara hoy.

¿dónde se habrá metido esta niña?...

Hay que tomar decisiones. O no, creo que ya están tomadas. No podemos faltar a un funeral como el que tenemos, aun sabiendo que sería un desaire el acudir tanto como el no presentarnos allí. Asi que haremos lo que debemos, presentaremos nuestros respetos, y luego volveremos a nuestra aldea a ver si consigo que mi hermana sea capaz de enfrentarse hoy a alguna de mis chicas más jovenes. Debe hacerlo...

Camino un poco mientras sigo buscando a Liliam, me cruzo con una de las chicas que cuidan de ella.

- Dalla, ¿has visto a Liliam por alguna parte?

Liliam cruzó la entrada a la aldea. Su espada, que llevaba ceñida al cinto, repiqueteaba contra los aros de su camisote de mallas, el cual hacía días que procuraba llevar siempre encima para acostumbrarse a él.

El clima acompañaba su estado de ánimo. Era una mañana encapotada, con un viento moderado y fresco, procedente de las Montañas Brillantes.

Caminaba con la cabeza baja, tratando de ignorar las sonrisas burlonas de algunas mujeres de la aldea.

Apartó los cabellos que flotaban frente a sus ojos con un gesto cansado, había estado entrenando en el bosque desde el amanecer... y sin demasiado éxito, por lo que estaba agotada y desmoralizada. Además, se había abierto la muñeca izquierda y no paraba de darle dolorosos pinchazos, recordándole lo mucho que aún debía mejorar con la espada.

Se dirigía a su cabaña. Sus pies avanzaban, primero uno, después el otro, casi con voluntad propia. Había hecho aquel mismo camino tantas veces que podría recorrerlo incluso con los ojos cerrados.

Levantó un momento la cabeza, para apartar un nuevo mechón que amenazaba con meterse en un ojo cuando vio a su hermana. Parecía buscar a alguien, probablemente a ella. Morgana se acercó a Dalla y entonces Liliam lo tuvo claro.

-¿Me buscabas hermana? ¿Ocurre algo? -habló con seriedad, como se supone que hablan los adultos responsables, pero no miró a su hermana a los ojos... no osaba desde que falló la prueba.

Veo a Liliam entras al claro frente a mis pies, cansada y algo apesadumbrada. Espero a que me vea y que llegue hasta a mi, no voy hasta ella, mientras jugueteo con una de mis dagas en la mano derecha, la única que falta por colocar en mi cinto.

- Liliam, te tengo dicho que andes siempre con la cabeza bien alta, eres una Bloodmoon, y no miramos al suelo cuando andamos... y miramos a las personas cuando nos dirigimos a ellas...

Empiezo a caminar alrededor de las muchas mujeres que hay inmersas en sus tareas, esquivándolas, y pretendiendo que Lili me siga para comunicarle el mensaje que acaba de llegar. Ando despacio. Sé que viene de entrenar toda la mañana, ahora lo noto en la tensión de sus músculos y en su mirada, y eso me llena un poco de orgullo, aunque no es suficiente, debe esforzarse más...

Sólo hay una persona por la que daría mi vida, y esa es mi hermana, pero para ello tiene que demostrarme que es una verdadera guerrera, necesita mano dura y mente fría.

-Ha llegado un mensaje esta mañana. Debemos acudir al funeral que estaba previsto. Te espero bajo el estandarte en dos horas. No me importa hacerles esperar a todos esos... Bueno, pero no lo hagamos. Ponte tus mejores pieles... ¡¡vamos!! ¡¡ve!!

Espero unos segundos y me dirijo hacia la mujer curtidora que tiene guardadas mis pieles. Se trata de un cuerpo de cuero de piel marrón cogido a un hombro con pelo de lobo peinado. La parte de abajo es una falda del mismo color con el símbolo de la familia grabado a fuego en el cuero en un lateral. Le pido que venga a ayudarme y voy a prepararme para partir cuanto antes.

Liliam asintió.

-Sí hermana. -dijo.

Sin decir nada más, Morgana comenzó a caminar entre las mujeres del asentamiento.

Aunque Morgana aún no había dado los motivos por los que la buscaba, Liliam fue paciente y no comentó nada al respecto. Sabía que su hermana hablaría cuando fuese necesario. Se puso a seguirla, y pese a que estaba cansada no le fue difícil ya que su hermana iba a paso lento. Caminó totalmente erguida, tal y como Morgana le había dicho, al ir con su hermana no debía aguantar el cruzar la mirada con sonrisas burlonas de las demás mujeres.

Finalmente, le Morgana le dijo los motivos por los que quería encontrarla. Por fin iban a empezar los ritos para el cuerpo de Manfred.

-¡De acuerdo! -exclamó Liliam a la petición de su hermana pese a que tenía tiempo de sobras... eso significaba que su hermana se había percatado de que venía cansada de entrenar. Se apartó otros cabellos de la cara y comenzó a alejarse de ella, miró al cielo, por las nubes no podría ver la hora... pero podría guiarse por la luz.

Aprovecharía para darse un baño en el río, el agua fría la despejaría y se llevaría la mugre y el sudor. Una cosa era oler a caballo y a polvo del camino, y otra apestar a suciedad... Trotó hacia la cabaña y recogió sus ropas. Un hermoso abrigo rojizo de piel de zorro, y los pantalones a juego.

Salió de nuevo camino al río, se encontraba a unos doscientos metros de la aldea, apenas cinco minutos. Se bañaría, se cambiaría, empaquetaría su armadura por si acaso y prepararía al caballo... con todo, podía estar lista en una hora. Hora y media a lo sumo.

Espero bajo el estandarte a que llegue Liliam y partamos hacia el funeral, seguramente la mayoría de tribus hayan presentado ya sus respetos... Miro al cielo seria con los brazos cruzados sobre el pecho en actitud pensativa. A partir de estos siete días, en cuanto el funeral haya acabado, todo va a ser diferente...

tengo cierta curiosidad por saber que es lo que pasará...

En cuanto llegue mi hermana partiremos...

Finalmente Liliam llegó bajo la bandera. Pese a que no había tardado mucho, su hermana ya la esperaba.

Vestía sus ropas de piel de zorro, así como un cinturón que las ceñía a su figura. También llevaba su espada, y colgado a su espalda un escudo redondo de madera cubierto con cuero, con el símbolo de las Bloodmoon grabado en él. Cogía con una mano las riendas de Sigrdrífa, su yegua de pelaje castaño.

Miró a su hermana e hizo una educada inclinación de cabeza.

-Ya estoy preparada.