Observo con acritud a los hechiceros y me vuelvo hacia el resto de supervivientes. -La marcha de mañana será dura, os sugiero que aprovechéis la noche y recuperéis fuerzas. -
Sin decir nada más, me arrebujo en capa y me acomodo al pie de la hoguera.
Tenían razón, lo más inteligente sería tratar de dormir un poco. Ayleen se tumbó enrollada en su manta, a penas salía un poco la cabeza pues sabiendo que la noche en el desierto es heladora se cubrió hasta los ojos, por esta razón también el resto de los viajeros supervivientes tampoco verían que fueron pocos los momentos en los que logró conciliar el sueño y cerrar los ojos. Lo que sí pudieron ver y sentir era que la chica no dejó de moverse, bien por inquietud o por tener sueños agitados.
La caravana avanzaba por el desierto y el chiquillo les acompañaba con paso torpe…
Era como si una voz imperceptible le llamase y le pidiera que volviese allí, había algo esperándole en aquel vertedero que alguna vez llamó hogar…, debía regresar a Huan.
Con el cuerpo envuelto en una capa, y la gorra calada hasta la nariz; intentaba que los demás no se diesen cuenta de su "problema"; caminando con paso firme y no relacionándose demasiado con el grupo.
Mientras las charlas al fuego hacían más llevaderas aquellas heladas noches del Yermo, el había procurado mantenerse al margen de sus conversaciones y aprovechaba para inspeccionar los enormes Filo-estibadores y sus mecanismos. Siempre había preferido las maquinas a las “personas”, para él era más fácil tratar con ellas. Hacia una semana que se había unido a ellos y todo había parecido marchar bien, pero ese día las cosas habían cambiado. Después de haber sobrevivido a una tormenta en mitad del camino, solo un par de decenas de peregrinos pudieron continuar su camino ilesos. El chico había tenido suerte de no perder un brazo cuando se activaron los haces y la violenta muerte de aquellas gentes había causado un gran impacto en su mente juvenil .
Esa noche a la luz de la hoguera vio algo extraordinario, un ser de apariencia espectral se había manifestado ante un pequeño grupo de la comitiva y había conversado con ellos. El chico muy asustado, solo había podido intentar escuchar parte de la conversación escondido entre el resto de los presentes.
Deben estar tocados por los “dioses”, quizás sepan darme una respuesta a mis malos sueños.- Pensé al ver el espíritu desvanecerse. - Van siempre acompañados de ese ser enorme y me da un poco de miedo acercarme a él; pero Fly es valiente, los chicos decían siempre que Fly era muy valiente.
Una rato más tarde mientras estaba acurrucado entre mi manta e intentaba conciliar el sueño pensaba.... - Pero las “personas” son tan complicadas…., ojala todo fuese apretar un engranaje, girar una válvula o conectar un par de cables…- una sonrisa surco mis labios cuando imaginé al viejo que había estado cantando esa noche, convertido en un robot con barba blanca que repetía su salmo una y otra vez acompañado de una infantil melodia…
Mañana me acercare a ellos...., será bueno volver a tener amigos supongo…en fin…, las “personas” son tan complicadas… Tras esto se sumió en sus sueños llenos de fuego y aquel ensordecedor resonar de mecanismos.
Buenas noches a todos....
Mi primer post. Espero que entre todos podamos crear algo grande chic@s. Un saludo!!
No fue mala idea hacer venta entre las gentes. O eso pensaba al principio. Quedándome solo unas manzanas, me acerque a donde estaba el Asitiv. Acompañado iba de otros Sote, y dos Kemanh y varios animales. Quizas por eso los dejo para el final, demasiado variopinto el grupo. sin embargo, ver al espíritu lo hizo detenerse y dar media vuelta. No creía en la magia. Y lo que fuera que fuese aquella cosa no quería tener nada que ver. Se quedaría despierto en su Barcaza, intentado leer o encontrar alguna cosa que le ayudase a conciliar el sueño.
Bueno, pues con esto estaría. Un placer jugar con vosotros, y gracias por las bienvenidas varias.
Aún que parecía que todos se habían ido a dormir mi labor de guardia de la caravana aún no había terminado, quizás no había sobrevivido nadie mas pero por mi, me quedaba mucho mas tranquilo si me quedaba despierto hasta bien entrada la noche. Quizás sería el que menos dormiría, pero el fuego se mantendría encendido mas rato si yo lo vigilaba y así prevendría un ataque sigiloso de los Rondadores del desierto, conocidos por cabalgar Mezcuas Voladoras.
No estaba de humor para nada, estaba pendiente de todo a mi alrededor, quería conocer los secretos que aquellas pequeñas cabezas escondían. Si hemos sobrevivido todos nosotros no puede ser solo cuestión de suerte. Suspiré y dirigí mi mirada al muchacho que había jurado que esta noche habría una muerte. Se refería al espíritu o realmente pretendía matar a alguien?
Eché un trozo mas de excremento de Jhendrabi al fuego y me recosté cerca del fuego, no pasaría mas frío esta noche. No al menos mientras el fuego estuviera encendido.
Si no so importa, hoy que estoy inspirado hago mi primera entrada en nuestra wikipedia.
Mezcuas Voladoras: Reptiles parecidos a las mantas rayas, con una cola bien larga y dos aletas a los lados con las que son capaces de surcar las dunas de arena. Con el cuerpo muy plano. Viven en el desierto y son capaces de resistir altas y bajas temperaturas gracias a sus escamas aislantes. Se emparejan de por vida con un jinete, si este muere no se vuelven a emparejar. Muy difíciles de encontrar ya que viven en cuevas subterraneas en los grandes desiertos.
Rondadores del Desierto: Raza hostil nómada que habita en el desierto y sobrevive gracias a la carne de Mezcua, de estatura baja se dedican al pillaje, al asesinato y a surcar los para buscar comida, mercancía o mas ganado para sus granjas.
Observo con una mueca de desagrado oculta por la máscara a Ghys y su acompañante Dosii, ahora mismo no era el momento para perder el tiempo con chácharas y en respuesta, trato de ocultarme entre los filo-estivadores sin demasiado éxito. Por la piedra, no se rinden! En fin, tendré que salir y excusarme de alguna manera.
-Hombre ocupado, Ghys, así puedes llamarme. No voy a andarme con flores, los filo-estivadores han consumido sus núcleos y estoy reparándolos. Acompañadme si queréis pero quiero terminar antes del amanecer.- respondo con brusquedad mal disimulada.
- Artifo, gracias por lo que hiciste hace un rato. Tu asunto con los que cayeron es cosa tuya con ellos, pero yo te debo la vida y no lo olvidaré. Vengo con Asav, un amigo de Huan... (Ghys)-
Ah, así que para eso han venido. Bueno, dales el gusto y quizás se larguen antes...
-Os dije que si seguíais mis instrucciones saldriais con vida- respondo encogiéndome de hombros.-Y en ese sentido he cumplido. Nada más.-finalizo antes de abrir la cubierta de otro estivador tras varios tirones infructuosos.
Vaya, consejos de seguridad... como si no supiese defenderme de unos cuantos mercaderes desesperados. Ah, por la Piedra...
-Gracias Dosii pero...(Gruñidos de esfuerzo) sé cuidar de mi mismo.- contesto de forma escueta antes de colocar con cuidado el cristal y desplazarme hasta el siguiente estivador.
-Os deseo suerte en el resto del viaje porque no me quedan cristales para usar el mismo truco otra vez sin perder a la mitad de estivadores...- pero cuando alcé la cabeza para mirarlos, me encontré solo en mitad de la noche.
Y luego yo soy el áspero...