Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Te despiertas y haces tu noche como tosdas hasta las 12 o asi, te apetece una copa, sabes que por muchas que bebeas nunca subiran como antes pero aun asi disfrutas del sabor y en un momento dado solo tienes que encontrar alguien un poco borracho para disfrutar.
Oiste por ahi que una manada de Vampiros tiene un local a las afuera, moteros, camioneros... billares y dardos un lugar donde relajarte o buscar diversion con lo que paran alli. No es quizas tu estilo pero sabes que al pertenecer al sabbat sera un lugar sin problemas.
Al entrar por la puerta ves una par de grupos de personas en unas mesas y la camarera pasando un paño por la barra.
DESCRIPCION DE HOUSE HUNTERS
Un Amplio local todo de madera, nada mas entrar hay una larga barra de frente, la camarera es una chica joven que lleva tatuado un dragon en el hombro que le va hacia el cuello. A la derecha hay bastantes mesas redondas y en las pareredes algunas mesas con sofa, y un pasillito que entra que parece de los servicios. A la izquierda dos mesas de billar y una diana de dardos con una gran pantalla de television de fondo, en ese mismo lado hay unas escaleras que suben y otras que bajan.
Imagen de la camarera :P
Antes de entrar al House Hunters ya sabia que el sitio no me entusiasmaría por decirlo de manera delicada, pero cuando entre mis sospechas fueron confirmadas, llamar antro a aquel local era dedicarle un piropo, era sucio, vulgar, y estaba lleno de escoria, sin duda esto debía ser como Disneylandia para un Brujah. Después de unos segundos parado en la puerta observando tan desolador panorama, entre en el local resignado buscando “algo” de beber, miraba con desgana a esas despreciables “bolsas de zumo” cuando algo en la barra llamo mi atención, me obligo a detener la vista y dibujo una malévola sonrisa en mi rostro. La camarera, era preciosa, poseía una increíble belleza incluso a los ojos de un vampiro, parece que hasta en el peor lugar pueden crecer bellas flores. La noche se vuelve más interesante.
Me dirigí hacia ella con paso decidido, cuando llegue a la barra no dije nada, simplemente tome su mano y se la bese. Oh, su piel era realmente suave y desprendía un delicioso olor. Muy lentamente solté su mano, la mire a los ojos y dije:
- Buenas noches señorita, no esperaba ver alguien como tu en este sitio, sin duda tu visión ha hecho que merezca la pena venir aquí.
La chica se apuya en la barra de una forma bastante sensual acercandose un poco ti - ¿Que te pongo guapo? - te pregunta con una sonrisa. Cuando se pasa la manos por el pelo para apartarselo de la cara te fijas que entre el cuello y el hombro tiene una marca de colmillos.
Marcas en el cuello, es obvio que esta belleza no iba asustarse si era directo así que decidí saltarme el disimulo y la parafernalia así que susurre a su oído la respuesta:
- Pues la verdad me gustaría que me sirvieras a ti misma, si tu sabor es comparable a tu belleza estoy seguro que quedare más que satisfecho.
Me aleje deliberadamente despacio de su oído y antes de terminar de hacerlo bese su cuello, después me recree en su contemplación mientras esperaba la respuesta.
T sonrie poniendote un copa de Bourbon sin dejar de observarte en ningun momento cuando besas su cuello sonrie de forma picara susurrandote el oido con un leve mordisco en el lobulo de la oreja - Yo no aparezco en la carta colmilludo.... si quieres provarme tendras que ofrecerme algo mas que placer - la chica los tenia realmente bien puestos y parecia conocer bien el mundo donde vivia.
La chica era realmente valiente para ser humana, quizás incluso osada, debería beber de ella y luego matarla, pero seria una pena desperdiciar tanta belleza en solo una noche así que decidí darle una segunda oportunidad.
Sonreí a la camarera y saque mis colmillos lentamente, cuando los hubo visto bien me acerque de nuevo y le dije:
- El hecho de que no estas en la carta es mas que obvio, eres demasiado apetecible como para este local, pero resulta querida, que yo tengo la manía de pedir siempre lo que esta fuera de carta. También tengo la manía de no ofrecer nada por las cosas, cojo lo que me apetece y basta, pero creo que contigo merece la pena hacer una excepción, así dime que es lo que deseas pero por favor que no sea dinero, eso te volvería muy vulgar y no soporto las cosas vulgares.
Por cierto mi nombre es Juan, discúlpame por no haberme presentado antes.
TE sonrie picara sin partar la mirada de ti - Pertenezco a uno de los vuestros asi que si me matas el se encargara de solucionarlo - Te dice demostrando claramente que conoce las leyes vampiricas - No soy una simple humana, ni una prostituta que se venda al primero que aparezca, asi qeu si quieres tenerme tendras que conseguir que yo quiera que me muerdas... - Definitivamente era el ser mas interesante que habias conocido en años.
La camarera me causaba “sentimientos” o lo que sea que tenga ahora que los sustituyan encontrados, estaba contrariándome de una manera que no recordaba, pero por otro lado me estaba fascinando. Dado que había desechado la idea de matarla y no precisamente por su amenaza (ningún Sabbat mataría a otro por una “bolsa de zumo” por bonita que sea) no me quedaba mas remedio que conquistarla.
Suavice la expresión de mi rostro y respondí de forma más seductora:
- Discúlpeme señorita…. aun no se tu nombre por haberte confundido con una “simple humana”, he de reconocer que eres interesante además de preciosa, me encantaría compartir la noche contigo querida ¿qué te parece si vamos a algún sitio mas interesante?
- Estoy en mi puesto de trabajo y a mi jefe no creo que le guste que me ausente... - Tras de ti oyes con una voz ronca de hombres -A su jefe no le pareceria nada bien y menos si lo deja por irse a jugar con un colmilludo - Shana te sonrie y te guiña un ojo poniendote un bourbon - ¿Nunca te ha dicho que no es bueno jugar con los juguetes de otros sin permiso? - Te pregunta en buen tono sonriendo. El tipo tendra unos casi treinta años, una picara sonrisa en el rostro y una mirada intensa. Viste con camisa y pantalon vaquero, todo negro con una cazadora de cuero por encima. - Soy Casey.
El tipo que vi al darme la vuelta debía ser el jefe, no era capaz de averiguar si había hostilidad en el o no así que me comporte como si no la hubiera.
- Hola Casey, soy Juan un placer conocerte. Debo responderte que no, nunca me dijeron ni me enseñaron gran cosa, además no tengo ni idea de quien es el juguete. He venido a un bar y quería tomar lo mejor que hay en él.
Una vez termine de hablar me recosté sobre la barra y aguarde a ver su reacción.
- Te doy la razon en que Shana el lo mejor y mas apetecible del bar, pero si quieres tomarla solo hay dos reglas, que ella acepte, cosa que no suele hacer muy amenudo y que no la mates ni golpees, si le pasa la minima cosa me encargare de destrozar al que lo haya echo - Dice mirandote claramente, no era una amenza sino simplemente unas aclaraciones.
Eche el brazo por encima de Casey con total confianza y le dije:
- Tus normas me parecen fantásticas, nunca pego o maltrato a una mujer, ni siquiera a una humana, soy un caballero y tan solo muerdo sin consentimiento para alimentarme, nunca por placer. Así que quédate tranquilo Casey.
Solté a Casey y me dirigí de nuevo a Shana
- ¿Tienes un bolígrafo preciosa?
Shana me dio el bolígrafo, cogí una servilleta y apunte en ella mi número de teléfono y le di la servilleta y el bolígrafo.
- Bueno linda, no tengo intención de pasar toda la noche aquí, ese es mi numero de teléfono llámame si te apetece divertirte, y no te preocupes por tu jefe, yo cubriré los gastos que ocasione tu ausencia. Ciao preciosa.
Me di la vuelta y me dirigí a la salida.