Partida Rol por web

El collar empieza a pitar muy levemente y de mucho de tanto en tanto indicando de que te encuentras en una futura area de peligro.

Debí de quedarme dormido porque me desperté súbitamente, con la cara pegada llena de hojas y el ruido de aquel collar sonando. Por simple instinto quise quitármelo y tirarlo lejos, pero mis músculos recordaban lo que les pasaba a quienes intentaban manipularlos, así que simplemente me senté en el suelo y repare en donde estaba y lo que tenia.

Saque la tablet y repase los mensajes. -Lo sabia, nuevo comunicados... a ver que zonas quedan libres... -Apunto con rapidez aquellas zonas y repase la lista de mis compañeros. -Parece que nadie mas a muerto. -Comento mientras el pitillo de mi collar empezaba a ser preocupante, no porque fuera mas agudo o rápido, sino porque empezaba a ser molesto y me dificultaba pensar con tranquilidad.

-Esto es malo... apenas quedan sitios por donde moverse... Creo que hasta aquí llegaste Goushi Asougi... espero que al menos alguien este orgulloso. -Trague saliva, me levante, acomode mi mano en mi bolsa, como estos últimos tres días y me puse en camino hacia el este.

A la única zona casi rodeada por zonas rojas, pero aun con bosque, una buena zona pensaba.

Asentado en el cuadrante adyacente y sabiendo que el collar dejaría de pitar, busque un sitio para esconderme, donde poder comer las ultimas provisiones y preparar una emboscada para quien quisiera entrar mientras pensaba en mi siguiente paso. Sabia que si llegara el ultimo aviso seria el fin para todos... Pero atacar deliberadamente a una persona... Eso era algo tan difícil de decidir...

Estaba agazapado y atento, leyendo por el rabillo del ojo aquello que decían los demás en la seguridad de la casa, ajenos sin saber lo difícil que era enfrentarse a tus propios compañeros de clase. Tener que matar para sobrevivir, obligándote a ello sin haberte dado mas opciones. Este juego carecía de sentido, pero los participantes, solo era una escusa para satisfacer el sadismo de los espectadores y reducir población por parte del gobierno.

Sabia que dentro de poco llegaría el ultimo toque de queda y de no a ver movimientos moriría. Era consciente de ello y no deseaba morir, pero tampoco quería sesgar mas vidas. Era tan difícil elegir... -Ojala alguien pudiera hacerlo por mi.

La pierna me dolía, pero no tanto como el corazón. Estaba dejándome morir allí esperando lo que obviamente llegaría tarde o temprano y ademas no deseaba morir, sobretodo eso.. -Joder... No quiero hacerlo pero si no lo hago... -Tenia una pelea interna en mi propia cabeza, oculta ahora entre mis piernas mientras mis manos revolvían mi pelo con desesperación. -Mierda, mierda, mierda, mierda...

La desesperación por el miedo a morir sin poder hacer anda, llego al limite cuando alce la cabeza al cielo y mire las nubes con rabia en la cara. -¡VALE! A la mierda, no quiero morir aquí. -Solloce antes de coger mi mochila, tener mi arma a mano y salir de mi escondrijo, hacia lo que seguramente seria mi muerte segura, pero al menos seria una elección mía. Una falsa sensación de que podía elegir como morir.

Decidido a terminar con el juego, cuando ya estaba listo para hacer lo que fuera necesario, el ultimo comunicado lleno la isla y la ansiedad se apodero de mi, intentando enterrar mi cabeza entre las rodillas, para que de algún modo doliera menos.

Pero no fue así. El ultimo comunicado avisaba de que el juego había terminado. Sin que yo hiciera nada, las chicas si habían matado entre ellas y yo era uno de los tres supervivientes. Me sentía aliviado y a la vez triste. Realmente no sabia como sentirme o que tenia que hacer... Pero entonces el viento que levanto el helicóptero para recoger a los ganadores llego a donde estaba y no tuve que seguir pensando en ello, para bien o para mal, todo había terminado.