Rourke la miró y asintió despacio sonriendo.
-¿Lo ves? has dado un paso de gigante al contarle todo eso a tu viejo. Él también lo ha dado, pero yo creo que tu dominas más la situación, te has puesto en una postura adecuada, sin miedo y sin tapujos, y lo has dicho. Bravo, Brenda.
Le contó, convencido de lo que decía. Tomó el bolígrafo de la mesa y empezó a escribir en la hoja todo aquello que le contaba ella, o quizá fueran sus notas, o lo que sea.
-Sobre tu madre, ¿estás mejor? ¿él también? ¿Estás preparada para hablar de tu madre?
Aquello era un tema espinoso, recordar a su madre era como abrirle otra vez las heridas de su primera perdida.
-Si me dejas darte mi opinión, creo que ahora es el momento, ahora eres fuerte, no solo porque sepas pegarle a la gente, ahora has vuelto a ser fuerte aqui.
Se tocó la cabeza con la parte de atrás del boli y luego el pecho.
-Y aqui. Tienes de nuevo confianza. Si hay un dia en todo el universo, un dia donde las estrellas se alineen a tu favor, ese dia es hoy. La gente que cuenta estas cosas, acaba liberada de verdad.
Sonreí satisfecha con sus primeras palabras, pero aquellas segundas, las que se referían a mi madre me hicieron dudar unos instantes y mi rostro cambió para volver a ensombrecerse.
- ¿ Sobre cuál de mis dos madres? Supongo que te refieres a la que fue su mujer ¿ no? supongo que sí, creo que ahora me siento más unida a él y es más fácil.. Además ayer ya la estuvo mencionando cuando hablábamos y me contó cosas de ella.. - La echábamos los dos de menos, ella era la que daba alegría a la casa, siempre de buen humor, y no tenerla, había supuesto como el fin de la alegría para nosotros. - Sobre mi otra madre preferiría no tener que hablar ni siquiera contigo de ella.. - Ahora mi rostro sí se ensombreció. Aquella mujer dejaba que abusaran de su propia hija así que de lo que me alegraba era de que se hubiera muerto. Jamás había odiado a nadie tanto como odiaba recordarla a ella y eso que hacía tiempo que no recordaba sus rasgos.
- Esa maldita zorra está mejor en el infierno..
Pero sin poder evitarlo tan sólo el recuerdo hizo que las lágrimas aparecieran en mis ojos, pero no lloré, no lo haría más, no merecía la pena y había cosas que era mejor enterrar en el pasado. Con mi padre no había hablado nunca de mi infancia, tan sólo sabía que mi madre era alcohólica entre otras cosas, pero había cosas que no le había confesado a nadie nunca.
El doctor se quitó las gafas y las dejó sobre la mesa. Se pasó dos dedos por los ojos, dejándolos acuosos.
-Mira, Brenda, ya no eres la niña que vino aqui cuando estabas mal. Eres una persona diferente, pero tienes algo dentro que no te va a dejar avanzar, algo que se va ha aferrar a ti siempre, que será un lastre y que no te va a dejar volar.
El doctor dejó el bolígrafo sobre la mesa y luego el informe también.
-Si no me lo cuentas a mi, cuéntaselo a otra persona, pero cuentalo. Hasta que no lo cuentes, volverás aqui una y otra y otra vez, culpando a cosas secundarias de tu estado de animo, cuando en realidad lo que realmente te afecta es algo que te guardas para ti.
Rourke cerró la carpeta y cerró la punta del boli, ocultándolo dentro del forrito.
-Hasta aqui la cita de hoy, pero acuerdate, si quieres hablar de eso conmigo, estoy siempre aqui. Pero, para la proxima cita, quiero que vuelvas aqui con otra cara, la cara de alguien que ha soltado su lastre y que puede moverse libremente.
El tono divertido y jovial del doctor había desaparecido, y había adoptado un rol más serio, oscuro incluso.
Me puse en pie y totalmente serie negué con la cabeza. Sabía que por mi reacción no lo haría y jamás se lo contaría a nadie. No quería preocupar a mi padre por cosas que habían pasado mucho antes de que me conociera y no tenía a nadie en quien confiar, ya que se podía decir que era una persona bastante solitaria debido a tanto entrenar y a que no me gustase hacer nada parecido a ir a fiestas, así que la cosa se quedaría así.
- Confórmate con que no me duerma para la próxima cita.. - dije en tono cortante, cosa que sólo utilizaba como defensa y eso ya lo sabía él, seguramente mejor que yo misma. La agresividad tan sólo era un pretexto para no mostrar mis debilidades.
Sin decir ni una palabra más y de peor humor del que había entrado, aunque no enfadada, salí de la consulta del sicólogo sin despedirme de la tonta que me habría la puerta cuando llegaba y luego directamente me puse a correr escaleras hacia abajo, comenzando con mi plan de darme una buena carrera antes de comer.
Encendí el mp3 y me puse a ello.
El doctor sonrió de forma exagerada durante un segundo y luego se puso serio, como burlándose por ese gesto de ella. La acompañó hasta la puerta y se la abrió.
-Hasta la próxima.
Brenda salió y corrió, corrió mucho. Tomó la empinada cuesta y sobrepasó al tranvía con su velocidad, produciéndose una bonita toma, de la silueta de la chica subiendo por la cuesta, mientras que el tranvía bajaba, con el sol sobre ellos, a pesar de que no brillara mucho.
¿Quieres hacer algo más o te narro ya la escena de entrenamiento?
Como gustes, narra si quieres :)
A partir de ahi, la chica empezó con su entrenamiento en serio. Se pasaba horas viendo el estilo de T. Ice, junto a su padre, comentando combates. Por las mañanas iba al gim donde se quedaba hasta tarde, luego, Brenda venía corriendo para fortelecer las piernas.
A veces quedaba con el joven blanco Jason, para realizar combates amistosos, entrenamientos más serios en el parque, y sobretodo la práctica del salto y patada, cosa que Brenda consideraba una fantasmada y por eso no practicaba antes, pero ahora se había tomado en serio el consejo de Chad, por no decir que era una de las cosas que T. Ice hacía de maravilla; la realizaba con efectividad, incluso pasado un tiempo, era capaz de tirar a Jason al suelo de una patada.
Tras varias semanas entrenando así, sin apenas dormir, Sol decidió darle una sorpresa a su hija, una sorpresa que nunca le había hecho por navidad o por su cumpleaños cuando la adoptaron, así que, retiró, con mucha pena, las cosas de su madre del desván y donó algunas cosas a la iglesia, luego dejó el desván vacío y empezó a hacerle un campo de entrenamiento en casa a Brenda. Había una barra de hierro colgada entre dos paredes, un saco de boxeo duro y uno más pequeño ligero, para practicar la patada lateral, también había enmoquetado el suelo con pequeños colchones para que pudiera caer sin hacerse daño, aparte de eso, habían más cosas pero de menor importancia: era su santuario especial para las artes marciales.
A pesar de lo que pensaba, Sol se volcó en Brenda, y se pegaba las tardes tras el trabajo con ella, repasando los movimientos de T.Ice y ayudándola con los sacos y golpes, incluso realizaron un combate amistoso allí mismo entre Brenda y Jason, que acabó ganando Brenda.
Pese a todo, una pregunta susurraba a Brenda cada vez que acababa agotada de tanto trabajo: ¿estaría preparada esta vez?
Pues aqui hemos terminado, ahora hay que esperar a que los que faltan acaben. Te doy 3 puntos de experiencia por la interpretación, que puedes colocar en: subir ataque, defensa, daño, foco vida, comprar una nueva habilidad o mejorar una ya (el pago es el nivel de habilidad que tendrás cuando mejores la que tienes, por ejemplo tienes 1d8 en ataque, para tener 2d8 debes gastar 2 puntos, para subir de 2 a 3, 3 puntos etc)