Partida Rol por web

Ava cruzó de forma sigilosa el camino que separaba el ring del asiento "local" del equipo Legend Team, allí, todos estaban atentos al combate. Crazy Dog miraba hacia el ring, no había rastro de Eli y Montoya tenía una bolsa de hielo en la rodilla y otra en la cabeza, el español miraba a las musarañas hasta que de reojo vio a Ava, el europeo se puso en pie, articulando una mueca de dolor.

-Hola no...esperaba verte por aqui.

Dijo algo sorprendido.

-Lo que digo no me lo suelen tomar en serio.

Le ve alli y se acerca, sonriente, rie por lo que dice.

- Hola.. vine a ver que tal te encontrabas, me pasé.. un poco..

Dijo poniendo cara como de sentirlo. Estira la mano para estrechársela.

- Sabes? Es la primera pelea que gano.. en un año.. Tuve una lesión de la que me costó recuperarme y llegué aquí gracias a que mis compañeros ganaron, porque yo perdí.

Se sienta en donde estaba él mientras habla, le está contando toda su vida.

- Y contigo ha pasado todo lo contrario.. gracias a ti, asi que te debo mucho, para mi esto ha sido muy importante.

Le cuenta sincera, como si le conociera de toda la vida.

- Bueno.. dejo de aburrirte con mi vida.

Da una palmada en sus muslos y se pone de pie de nuevo.

- Mucha suerte.. y que nos veamos pronto..

Le guiña un ojo antes de irse.

Ryan lo veía venir. Supo que no podía esquivarlo cuando el oponente saltó por los aires en su dirección entonces lo único que pudo hacer es poner los brazos en alto para amortiguar el golpe... aunque ese bloqueo no surtió nada de efecto ya que el codo de Kawada penetró la defensa de Ryan e impactó contra su coronilla como un martillo sobre un yunque.

El muchacho trastabillo con la vista nublada hacia atrás y cayó sobre las cuerdas algo mareado.

Sacudió la cabeza un par de veces para sacarse la tontería de encima mientras el público coreaba el nombre de Kawada en las gradas... sin embargo, esto parece que le dio más fuerzas al luchador americano y ahora iba a demostrar lo que era pelear de verdad.

Giró rapidamente hacia atrás, dándole la espalda a Kawada que venía acelerado hacia él, y se subió a la tercer cuerda del ring.

No iba a dejar pasar esta oportunidad así que Ryan, con los dos pies sobre las cuerdas, saltó de espaldas hacia atras dando una vuelta entera en el aire y calculando bien la caída, cayó sentado sobre los hombros de un Kawada sorprendido. Gracias a la velocidad que llevaba Kawada y al impulso de Ryan, al americano no le hizo falta mucha fuerza para girar su cuerpo y hacer girar con él el cuerpo del oriental.

Ambos dieron una vuelta y media en el aire y el golpe estaba por venir.

Ryan cayó de frente en el duro suelo, amortiguando el golpe con sus manos, en cambio Kawada, cayó con todo el peso de su cuerpo ( ayudado por las piernas de Ryan ) de espaldas al suelo.

El ruido del golpe hizo enmudecer el recinto.

Rápidamente, Ryan quitó la presa del cuello del oponente y se puso de pie nuevamente, esperando el momento exacto para contraatacar.

Aún tenía la vista nublada y eso le iba a pasar factura en el próximo ataque, pero no era nada que no pueda evitar.

Kawada se vio sorprendido a medio camino de su nuevo ataque ¿¿Pero que coño estaba haciendo el blanco?? ¿le daba la espalda? ¿no quería luchar? No. Para cuando se dio cuenta, Ryan había ejecutado una maniobra acrobática y se le había subido a los hombros, las piernas le atrapaban como una boa y el japonés no fue tan rapido como quitárselo de encima antes de recibir el golpe que le partió el tabique nasal.

Kawada se apoyó en el ring mientras sacudía la cabeza. Varios goteones de sangre mancharon la lona.

Ahora sabía como peleaba su rival, ahora sabía que tenía su mismo estilo.

El japonés rodó por el tatami como una gacela, se impulsó con ayuda de las cuerdas, luego, se puso en pie con un respingo, no habiendo siquiera tocado el suelo con la planta y el japonés ya había saltado, pese a su peso y tamaño, Kawada realizó un movimiento espectacular, girando sobre sí y descargando su pierna derecha en la cara de Ryan, apoyándose en el tatami con la otra al caer.

Montoya estrechó su mano y la miró interesado, ningún rival se había acercado antes para disculparse por la pelea.

-No pasa nada, es el oficio.

El español dejó el hielo a un lado y se cruzó de brazos, mirando a la chica americana, escuchando su historia por encima del eco de los gritos del estadio.

-Oh vaya, aparte de una paliza, me dices que soy el primer nenaza que derrotas, gracias.

Montoya sonrió divertido.

-Las lesiones siempre son difíciles, yo me partí el brazo hace algunos años, pero aquí estoy. Pero lo mejor de esto es que nadie podrá decirte nunca más que eres débil, nunca te sentirás débil, nunca, sabes cual es tu límite y sabes que lo superaste, así que...

Su boca se torció en una sonrisa

-Yo llamé al tio que me partió el brazo para darle las gracias, pero había dejado de competir y estaba puesto hasta las cejas, así son las cosas.

Asintió a lo que ella le dijo.

-No me aburres, pero mejor que vuelvas a tu sitio o las cámaras te sacarán tonteando con el enemigo.

Montoya sonrió y le dio un beso en la mejilla, despidiéndose.

-No hay problema, despues de este combate seguirás por aqui, seguro.

Ryan sabía lo que venía ahora.

Lo había visto en varios videos y peleas de Kawada, y sabía que iba a utilizar su gran patada circular. Sin embargo, lo que Kawada no sabía que en su entrenamiento, Ryan había estado practicando ese movimiento una y otra vez, para usarlo si tenía la oportunidad y ahora mismo era el momento.

Cuando Kawada saltó hacia la derecha para golpearlo, Ryan lo hizo hacia la izquierda.

El movimiento fue idéntico, coordinado, como dos bailarinas.

Ambos giraron en el aire, ambos elevaron sus piernas, preparándose para el golpe.

El público se cayó, no se escuchaba nada en el recinto.

Ryan no escuchaba nada más que el latir de su corazón en su oído.

Y de repente, sintió el contacto de su pierna en el rostro de Kawada, al mismo tiempo que el pie del oriental impactaba en su cabeza...

Lo último que escuchó fue el golpe de su cuerpo contra la lona y después, todo se volvió negro...

Se despidió del español con la mano y volvió, con una sonrisilla bobalicona en su cara, junto a sus compañeros. Ya estaba en el ring Ryan, pero él no necesitaba que le dieran ánimos ni suerte, siempre salía vencedor, no sabía como lo conseguía.

Se detuvo al lado de Brenda y la miró unos segundos antes de mirar la pelea.

- Aiisss.. que majo es el chico.. Y yo que creía que sería un engreído..

Dijo y miró hacia atrás, hacia donde estaba el otro grupo. Seguro que Brenda no tenía ni idea de que estaba hablando, pero ella se lo dijo de todas formas. Era un peligro.. es una chica muy enamoradiza.

Su atención volvió al ring, esperando ver como terminaba la pelea.

Ryan lo veía todo negro, luego empezaron a formarse luces, unas parpadeaban, otras no y estaban fijas, no sabía donde estaba, solo oía un zumbido en su cabeza.

Una sombra tomó forma ante los ojos del chico, era Miller, que se aseguraba de que Ryan estaba bien.

-¿Muchacho? Está bien.

Dijo tras asegurarse de que Ryan podía seguir con la mirada la luz de la linterna que llevaba.

Luego su oido captó algo, algo a alta frecuencia, algo fuerte. Eran los aplausos, los aplausos de la gente.

Ryan, con ayuda de Miller se incorporó en el ring, observó a Kawada, con sangre en la nariz y en la boca, a su lado, el medico comprobaba su estado.

El japonés miró a Ryan y en su puño cerrado se levantó el dedo pulgar, en sus labios se formó una mueca parecida a una sonrisa.

No hubo palabras. No hacían falta. Ryan y el Dragon Team se habían ganado el respeto de todos.

Cuando Ryan se despertó del aturdimiento, se dio cuenta que sucedía tras unos segundos.

Ver a Kawada tumbado en la lona también le ayudó un poco.

¿Un doble K.O.? Dioses. Eso sólo se veía en los videojuegos o cosas por el estilo.

El muchacho miró a su oponente y también le dedicó una mini sonrisa. ¿Para qué decir algo que ambos sabían? A veces un silencio vale más que mil palabras. Y ese silencio indicaba sólo una cosa: revancha.

Con la ayuda de Miller, Ryan se incorporó e intentó bajar del ring hacia el resto del equipo.

No había ganado, pero haber logrado lo que logró con el campeón...

Ha estado bien.

Cuando llegó hasta dónde estaban los demás, sonrió otra vez. Quiso tomar aire por la nariz pero un par de gasas enrrolladas le cortaban la hemorragía de un tabique nasal, seguramente, roto. Aún así, aunque su voz sonara nasal, habló.

- ¿Alguien me puede decir quién toco la lona primero? ¿Kawada o yo? Esa parte me la he perdido, creo. - Dijo el americano intentando mantenerse en pie cogido del hombro de Miller.

Por mucho que quisiera que Ryan ganara, estaba casi totalmente segura de que no podría hacerlo, así que cada golpe era como si me lo hubieran dado a mí... Me movía nerviosa e incluso apartaba la vista de vez en cuando... La tensión me estaba matando...

Por el rabillo del ojo miré a Ava y aquello que decía sobre, suponía, el chico con el que había peleado, aunque siempre tenía cosas que decir sobre los chicos guapos, por lo que era algo que no me extraño demasiado y a lo que no la respondí, porque volví a centrar mi vista en el combate.

- Habiendo una pelea en marcha.. ¿ A quién le importan los hombres?

Lo bueno de no tener pareja y no haber tenido una nunca, era que no sabía lo que me estaba perdiendo con ello y podía centrarme en lo único que sabía hacer.

El combate proseguía sobre el Ring y Ryan se lo estaba currando muchísimo hasta que ambos empezaron a saltar y acabaron en el suelo a la vez, por lo que nuestro chico había conseguido un increíble empate con el chino.

- Sí! Sí! Síiiiiiiiiiiiiiiiiii!!

Salí corriendo hacia el ring dejando la celebración para después de asegurarme de que nuestro compañero estuviera bien, que en el fondo, era lo más importante.

Se quedó boquiabierta, con los ojos de par en par, cuando ambos cayeron al suelo. Abrió la boca para gritar de alegría mientras comenzó a dar saltos por el banco, feliz de lo que había pasado. ¡¡Habían ganado!! No se lo podía creer..

Cuando Miller ayudó a levantarse a Ryan, ella salió corriendo al ring y se abrazó al grupo, a Brenda que era la que estaba en medio de ella y Ryan, hicieron un sandwich con la chica. Incluso tambien a Miller. Estaba que no cabía en sí de alegría.

- Hemos ganado!!!!!

Reia mientras seguía dando saltos por el ring y abrazándose a todos los que alli estaban.

Miller sonrió mirando a Ryan, luego lo atrajo mas a él.

-Creo que le has dado una paliza, chico.

Justo luego, Ava le aplastó en un abrazo, junto a Brenda. Cerró un ojo como si le molestara, pero la verdad era que no quería admitir lo contento que estaba por ellos. Miller cogió a la japonesa de la manga y la atrajo hacia ellos para que los abrazara también.

Se acerca a ellos también aunque ella no es de ser tan expresiva como para lanzarse hacia ellos y abrazarlos tan efusivamente como Ava y Brenda... Es Miller quien tiene que cogerla del brazo y tirar de ella para que se una al abrazo multitudinario. Se alegra de que haya ganado Ryan, aunque solo haya sido un empate... y más siendo su contrincante quien es.

-Felicidades Ryan... le has hecho morder el polvo.

Después de estar unos minutos formando parte del abrazo, se desenreda de esa maraña de brazos y mira a su alrededor... quizá acaba de nacer una nueva era de leyendas... ellos han peleado y vencido... han derrotado a la crême de la crême... aunque seguramente ese sea el final de su camino... ha demostrado lo que tenía que demostrar... aunque con el contrincante equivocado.