Me acerco hacia el lugar en donde estaba la armadura, escucho las palabras del herrero mientras le entrego las monedas de acuerdo al valor pautado. Una vez que me pruebo la misma le dedico una mirada de alegría al incubo. - Me parece perfecta, un gran trabajo. - le respondo al minotauro conforme por su trabajo. - ¿Qué opinas Rakdrak? - pregunto girando sobre mi misma una vez.
-Es una excelente cubierta para proteger un valioso tesoro.- Respondo viéndola girar. Nadie puede discutir que el minotauro trabaja bien. Esa armadura realmente debería facilitar las cosas para Adriendil y por tanto para nosotros.
A pesar de la alegría de la elfa mi cabeza aún tiene nubes ominosas, la derrota contra aquellos incursores de la luz y el hecho de que alguien obtenga grandes logros frente a mis fracasos me enferma.
Doy un paso hacia ella y asando la mano por su nueva protección, le digo.-Si ya lo tenemos todo, es hora de partir al lago.- Acercándome un poco susurro sugerente.- Ya podré sacarte de esa protección cuando hayamos montando un campamento.
Sonrío con picardía. - Gracias, es todo tuyo esto que vez. - comento con intenciones de provocarlo. Ahora ya un poco mas decidida emprendo la marcha con el incubo. - Si es mejor ir al lago y comenzar con nuestras misiones, sabes que si fuera por mi viviría en el cuarto contigo pero ya tendremos tiempo para esas cosas. - muerdo su labio suavemente acariciando su bulto sin dejar de mirarlo encendida.
Al lago.
VUestra actualizacion se encuentra en el lago, un momento.