El sol brillaba con fuerza sobre la tierra, una sensación desagradable para cualquier ser de la corrupción. En el lago, la fuerza de Mezria no llegaba, estaba fuera de su alcance por el momento. La superficie del agua era cristalina, moviéndose tranquilamente con el vaivén de las olas. Si no fuera por ser criatura corrupta, este lugar seria un paraíso en un mundo corrupto. Pero no era tu caso. Una cosa te llamo la atención en el agua. Aunque estaba clara y parecía pura, no lo era del todo. Se podían ver trazos de energía corrupta flotando con cada ola. Algo estaba contaminando el lago. Pero no sabías que era.
Aunque no todo parecía del todo tranquilo en el lago, había una sensación en el aire. El lago estaba revuelto, se podían escuchar el sonido de las alas de abeja moverse por todo el lugar, como si estuvierais en un panal, ademas por el suelo se podían ver restos de miel. Quizás fuera por culpa de la perdida de su reina que las abejas estaban de esta manera, pero no podríais garantizarlo. Había un pequeño sendero en el lago que lo rodeaba y otro que se adentraba en una especie de pequeño bosque, que deseáis hacer?
El lago era un lugar ciertamente repugnante. Su aire, su claridad… era algo tan molesto que el mero hecho de permanecer allí se me antojaba impensable, de no ser porque allí había asuntos que tratar. Hay que encontrar a quien mantenía este lugar a salvo de la corrupción de Mezria, y la vara de luz; además de algo de jalea real, algo seguramente más difícil ahora que la reina abeja había sido capturada.
Deberíamos escoger uno de los dos caminos… no seguir en el sendero y mantenernos ocultos en su borde para asaltar a cualquier posible enemigo, pero… ¿Cuál?- Estamos en territorio hostil Sera mejor aprender de la experiencia y permanecer ocultos hasta saber que podemos reducir al enemigo.- alterno la mirada entre los dos caminos.- Sera más fácil ocultarnos en el bosquecillo, creo que deberíamos empezar por ahí ¿Tu qué crees Adriendil?
-Aprender para reducir el margen de error, claro está. Me parece perfecto. - comento acompañando sus ideas. - Por lo pronto ese camino no lo veo para nada mal. Será mejor estar prevenidos así no sufrimos otro ataque como los anteriores. - en donde generalmente salía gravemente herida.
El bosque del lago era diferente a como te lo podías imaginar, era igual que si desde arriba hubieran tirado un tarro de miel ya que casi todos los arboles estaban manchados con pegajosa miel. Era bastante extraño, podía ser que las abejas no supieran almacenarla sin su reina o tal vez aquel fuera el lugar donde estaba la colmena y se hubiera desecho de alguna forma. Pero aquello carecía de importancia ya que el sonido de un aleteo constante resonaba por todo el lugar. Un sonido muy conocido, el sonido de abejas.
Ocultos en los arboles podíais ver como pasaban las mujeres abejas. Eran parecidas a las mujeres humanas, pero en vez de tener el cuerpo tapado con ropajes estaba cubierto con una película de escamas difíciles de interpretar, ademas de que tenían un segundo abdomen al igual que las abejas, que acababa en un peligroso aguijón. Todas ellas estaban armadas con una lanza y se movían inquietas. Si queríais asaltarlas como mucho podríais separar a 3 juntas del resto. Que debíais hacer?
El lugar parece desorganizado y… pringoso. Paso un dedo por la miel, preguntándome el motivo de que ahora este así. La respuesta obviamente debe ser por la ausencia de su reina. Pero… mire hacia arriba ¿Se habría desecho la colmena? Espero al menos poder conseguir un poco de la jalea para el trato con las alquimistas.
A pesar de la confusión, las abejas se mueven en grupo, y como mucho las vemos de tres en tres. Pero siendo como somos dos, creo que podremos hacerles frente a esa cantidad.
-Tengo una idea. Podemos tratar de atraer a un grupo reducido, tres o cuatro de ellas, cuantas menos mejor. Primero prepararemos una trampa para que una de ellas caiga, y me esconderé para saltar sobre el resto y sorprenderlas, tu atacaras desde lejos y las atraerás. De esta forma reduciremos los riesgos ¿Qué te pareceré? Luego nos las llevaremos para interrogarlas, saber cómo conseguir la jalea y el bastón, y tal vez venderlas o jugar con ellas.- Sugiero mirándolas en la distancia.