Partida Rol por web

La niebla se aparta de la luz de Saya, pero por muy poco. La niebla se encuentra expectante a que la llama de los leños se extinguiera. Cosa que no tardaria mucho en ocurrir. En el mismo momento en que te separastes, la niebla te rodeo pero en este cao aun eras visible para Shun. Por el momento no habian mas cambios.

Su insinuación de que se convertirá en una succubo no le gustaba en lo absoluto, incluso le hizo perder un poco sus deseos de lamer la cola de ella permitiendo que se le escapa de la boca. Aunque por otro lado ella tenia razón en que le estaba gustando mucho lo que le hacia, no pudiendo resistir los gemidos que le producía la demonio con cada labida y aun cuando se habia resistido en un principio no podía luchar con el ardor y ansias que empezaban a producirse entre sus piernas.

No habia nada que hacer en ese momento, incluso se dejo con la boca abierta a base de gemidos mientras de la cola de la demonio salía un liquido rojo que era no solo muy activo sino que bastante relajante haciéndole olvidar cualquier otra razón por la que estuviera en ese lugar mas que para disfrutar del sexo con ella. Solo la sensación extraña en su clítoris le hizo ignorar aquel fluido rojo y darse cuenta de que ahora poseía un miembro rojo seguramente gracias a la magia de la demonio.

Danae no sabia que responder a su pregunta, solo sonrio con bastante gusto al ver su nuevo miembro y se sonrojo un poco en sus mejilla, aunque esto ultimo seria complicado de notar. Sin embargo pudo responder a las nuevas provocaciones de la demonio. Sus lamidas en su nuevo miembro se sentían tan extrañas como excitantes y cuando se introdujo en ella con su cola dio un grito de placer. “AHHH.” Antes de continuar gimiendo “Sigue...continua lamiendo mi nuevo...gran miembro.” Comenzó a decir con algo de dificultad y en transe con el placer que estaba sintiendo. “Hazme venir por primera vez...asi.” Rogaba aunque no fuera algo que debía pedirle a la súcubo.

Le excitaba mucho la sensación en su nuevo miembro, que sentía latir con fuerza con cada lamida de la demonio. Incluso la cola de esta no le permitía un segundo de paz mientras se metía sin contemplaciones dentro suyo jugando con su interior que se contraía haciéndole sentir con mayor facilidad la cola suave en su interior. Por otro lado entre los gemidos y los movimientos involuntarios que hacia para hacerse penetrar por la cola, habia dejado tranquila las partes intimas de la demonio.

La succubus mueve un poco las orejitas y mira hacia una dirección, pero parece ignorarlo por el placer que siente al tenerte encima de ella. La cola de la succubus no deja de moverse en tu interior, como si fuera una serpiente que se introduce en su madriguera. Haciendo de tu interior su lugar de descanso y metiéndose cada vez mas en tu interior, casi la podías sentir en tu vientre, acariciando el lugar mas profundo de tu feminidad. Pero la succubus era implacable y no te dejaba descanso alguno ya que su lengua se enrollaba en tu glande y se movía de arriba a abajo con gran maestría. Parecía estar apunto de explotar pero no habías llegado al grado de excitación necesaria.

-Me encanta.... Va diciendo la succubus. -Lo lameria por horas...pero eso no lo aguantaría tu cuerpo... Deja escapar una risita y se coloca el miembro entre sus pechos y los aprieta con la mano. Sus pechos no eran muy grandes, pero si firmes. Junto con las manos te daba una sensación cálida y suaves a la vez que la baba de la succubus recorría tu tronco para que se deslizara mas fácilmente. -Quieres penetrarme? Comienza a mover su cuerpecito para que aumentara el deseo. -Quieres sentir como me abres por dentro? Lame la punta conforme se mueve sin dejar de mirarte. -O quizás te imaginas penetrando a tus amigas? Tienes una expresión muy interesante. Es tu deseo. La succubus muerde muy suavemente la piel de tu miembro. -Vamos...correte...dame tu leche...y te dejare entrar en mi interior...Quiero saborearla toda.

La sentía penetrándola donde nunca antes habia llegado antes otro, dejándola bien llena mientras aumentaba el sonido de su gemido con cada embestida en su sexo. “Nunca me habían llegado a ahí…” confiesa mientras siente su cola llegar hasta el final de su vientre, sin necesidad que se moviera. Pero era su lengua que la enloquecía en gran manera.

Estaba de acuerdo con lo que decía al sentirse muy cerca de su limite, aun cuando no tenia una experiencia anterior con un miembro podía sentirlo también como iba pulsando con fuerza, en especial cuando se lo introdujo por en medio de sus tetas.

La escucho haciéndole preguntas y se sintió mas mojada con cada pregunta. “Lo quiero, quiero penetrarte hasta que grites mi nombre con cada penetración.” Dijo lujuriosa y con ímpetu, era su deseo empezar a penetrar ese culito con su nuevo pene. Entonces pregunto por sus amigas y dejándose ver sus ojos de deseo le confirmo lo que quería. “A ellas también, hasta que ruegen clemencia!” confeso sin pudor imaginándolas en ese momento rendidas ante ella.

Como obedeciendo sus ordenes no tardo en venirse en gran cantidad luego de sus palabras llenas de una lujuria salvaje, manchando no solo con su sus fluidos a la Sucubo sino en parte a ella misma que habia descendido un poco por curiosidad a ver como su miembro acaba en ella. “No podía mas…” dijo dejándose caer un poco al costado rodando, para con cuidado levantarse mientras se trataba de sacar la cola de ella de su sexo y admirar su desastre en el cuerpo de la demonio. Se busco en su cuerpo los fluidos propios y los fue ingiriendo con gusto, lamiendo sus dedos como habia hecho con ella.    

Con una mirada a la Sucubo dejo claro que aun tenia energías para seguir y quería hacerlo. “Quiero penetrar tu culito, ahora mismo. Ponte en posición.” Comento sonando en parte como una orden aun cuando en su situación no tenia esa autoridad. Pero con lo caliente que estaba esperaba que la Sucubo la consintiera con su obediencia.

La succubus continuo lamiendo, contenta de tus respuestas hasta que tus fluidos comenzaron a bañar su cuerpo. La cola, obediente salio de tu interior mientras con las manitas iba esparciendo los blancos fluidos a través de su roja piel. Con las mejillas y débiles gemidos, la lengua de la succubus iba saboreando los fluidos con placer. Con los ojitos vidriosos y los dedos en sus labios te miro con deseo. -Tan caliente....tan sabroso... Se relamió los labios blancos y sonrió ante tu petición. -Ara....quieres mas? Empieza a decir mientras acaricia con un dedo la punta de tu miembro, empapandolo de tus propios fluidos. -Quieres pintarme por dentro con tus fluidos? Antes de que tus compañeras disfruten de tan gran regalo...Lo probare yo.

La succubus se coloca en cuatro patas, mostrando tanto su sexo rojizo como la entrada de su culito, pero no se queda quieta ya que con una risa se deja caer hacia abajo, dejando sus caderas hacia arriba. Las manos de la succubus separan los labios de su sexo, dejándote ver su rosado interior y sus fluidos cayéndose como si fuera un pequeño manantial de aguas claras, con la otra mano se separa sutilmente las nalgas mostrándote la entrada cerrada de su culito. -Ven....me la comeré enterita... Sonríe divertida sin apartar la mirada de tu miembro.

La niebla comienza a temblar y se acerca mas y mas a Saya. Casi parece que comenzara a absorberla como a Danae.

Si habia alguna duda que le gustaba como la demonio degustaba con satisfacción sus fluidos blancos, no mas habia mirar a su miembro nuevo y ver como se iba volviendo mas firme con sus venas latiendo con mas intensidad.

“Lo quiero.” Dijo mordiéndose con fuerza su labio inferior, dejándose tocar excitada su nuevo miembro aun con lo raro que también se sentía. Se quedo en silencio disfrutando de como se acomodaba esta vez para presentar su increíble culito a ella, posicionándolo bien arriba y firme que a la elfa le costaba mucho contenerse. Cuando por fin esta mostrando sin vergüenza alguna sus dos entradas, Danea se acomoda y apuntaba con su nuevo miembro a su objetivo. “No dudo que te la comerás entera, puta insaciable.” Dijo con una sonrisa muy pervertida, antes de tomar la cadera de ella y hundir sin delicadeza alguna todo su miembro en el culo de ella. “Mmm…que estrecho lo tienes...” Comento a gusto con la sensación que sentía en su miembro con la primera entrada. “Hablas mucho de mis compañeras, pero a mi solo me interesa llenarte solo a vos ahora mismo Sucubo.” Dijo bajando un poco su cuerpo y tirando de uno de sus cuernos para acercarla a escuchar de sus palabras. Soltando su cuerno y fue por su cola atrapándola con fuerza dispuesta a pelear para no soltarla. “Espero que te guste duro…porque no yo soy muy cariñosa cuando me caliento.” Dijo antes de largar una risa casi tenebrosa.

Sin mas empezó a masturbar con fueza su cola fijándose que se corriera para otro lado que no fuerza su cara si eso pasara ya que quería quedar tan mansa como habia hecho antes. Mientras su cadera comenzó a moverse con rapidez de atrás para adelante, cumpliendo como habia dicho, de darle una salvaje embestida cuando volvia al interior de culito mientras dejaba escapar un suspiro de gusto junto a los gemidos de ella.

Le gustaba mucho esta forma de sexo, donde ella tenia el dominio tal vez por su carácter o porque hace tiempo que no habia ocurrido. Por eso este momento lo disfrutaba con una gran inmensidad y eso lo reflejaba en su rostro que sonreía con una perversión parecida a la de la súcubo al principio de su charla.

Los gemidos de la succubus comenzaban a resonar con fuerza mientras su sexo lubricaba con fuerza. Las manos de la succubus se encontraban posicionadas en cada una de las nalgas, abriéndolas con fuerza para que pudieras tener mayor acceso a su culito. Entre gemidos te miro con sus ojos amarillentos con unas pequeñas lagrimas a cada lado. -Vamos....mas fuerte.... Va diciendo la succubus como si su cuerpo no sufriera daño alguno, solo un placer extremo. -Mas duro.... Su lengua danza en el aire incapaz de devolverla a su boca por la excitación. La cola incapaz de aguantar tus caricias se retuerce un poco y se queda obediente en tus manos.

Podías notar como la cola se iba hinchando como si se tratara de un miembro al igual que las paredes de su recto apretaba con fuerza tu miembro, contrayéndose cada vez que te adentrabas en ella y dejándote salir con facilidad para coger nuevamente mas impulso. El cuerpo de la succubus te ayudaba tanto a ofrecerle placer como a dártelo a ti misma. Esperabas un torrente de semen salir de la cola pero solo podías ver como el liquido caía por la cola, lubricando tus manos haciendo que sintieras como si estuvieran ardiendo, era un afrodisíaco muy poderoso. Poco a poco bajaba hasta llegar a tu miembro y al sexo de la succubus, haciendo aun mas placentero el sexo con la succubus. -Es.....demasiado...bueno....vas a hacer que me corra.... gime la succubus arañándose un poco las nalgas.

Si no supiera lo pervertidas que podían llegar a ser estas Sucubos, se sentiría algo decepciona por su falta de dolor y ruegos lastimeros. Pero por otro lado los ruegos de ponerle mas potencia a sus embestidas le llenaban de vigor que resaltaba cada vez que se introducía en ella, aprovechando con una de sus manos libres en dar nalgadas a la demonio que ya de por si parecía hacerse daño sola. “Asi de fuerte te gusta, eh?...al final queda claro quién gobierna este pequeño salón.” Dijo dejándose llevar por la excitación que tenia al introducirse en ese glorioso agujero que parecia  tan entusiasmo como ella al ser penetrado.

Al sentir la gota ardiente caer en su mano y miembro, la sostuvo con mucha mas fuerza al sentir el afrodisiaco que ofrecía. “Aun no termino…” le dijo mientras con decisión sujetaba su cola y la metia sin reserva dentro del sexo de ella para que la sensación del afrodisiaco terminara solo ella. Aunque no se detuvo con eso, comenzando a meterla y sacarla como si fuera el pene que hace rato estaba imaginado.

Sabia que pronto llegaría doblemente penetrada la Sucubo no aguantaría mas que unos segundo. “Córrete…ahora sola. Yo…tampoco estoy tan lejos con tu lindo culito.” Le costaba hablar mucho mientras suspiraba del placer sentía en su nuevo miembro, se notaba que el cuerpo de esta demonio estaba para coger de lo lindo.

No demasiado tiempo después, Danae también vendría dentro de ella sujetando con su mano fuertemente su nalga para que no se le escapara ninguna gota. “AHhhh.” Cayendo casi rendida encima de la súcubo, no haciendo esfuerzo para levantarse de esa posición donde sus tetas empujaban a la demonio para abajo.  “Como se disfruta con vos…”

La succubus jadeaba con fuerza, dejando que volara en el aire su saliva al sentirse penetrada por su propia cola. Con cara de lujuria la succubus va mirándote, haciendo varias sacudidas en el aire por cada nalgada que le ofrecías. Su culito no tardo en enrojecerse aun mas de lo que estaba y su sexo de babear mas fluidos que se desparramaban entre la niebla que parecía fija a ver el espectáculo.

En el momento en que tus fluidos impregnaron su culito, la succubus dejo escapar un gran gemido seguido de un gran torrente por su sexo. El culito aguantaba todos los fluidos que le echabas, tragandoselos como si de una boca se tratara, sin dejar escapar ninguna gota mientras tu miembro estuviera dentro. Aun jadeante y intentando recuperar su aliento, la succubus saca de su interior su propia cola y se acaricia el sexo con la mano, dejando que los restos de sus fluidos la empaparan. -Que bien...sienta ser follada de tanto en tanto.... Deja escapar la succubus lamiéndose ella misma, sin moverse de posición, dejando que tus pechos se acomodaran en su espalda. -Disfrutaría de ti continuamente, eres una amante mas que aceptable. La succubus sonríe mientras sus amarillentos ojos te miran y parece que tu mente se esta nublando. -Ahora que he jugado contigo.... Sonríe divertida. -Solo tendré que esperar hasta la próxima vez que te adentres en la niebla. Sientes como si algo te moviera pero estas demasiado mareada como para verlo. Simplemente te dejas llevar.

Antes de que la niebla tocara a Saya, la niebla vuelve a temblar y comienza a dispersarse como el humo. La luz ilumina el lugar y tendida en el suelo se encuentra Danae. Parece estar bien, sin ninguna herida visible. Salvo que su piel a pasado del tono verde a ser de un tono rojizo parecido al de Shun y sus ropas estaban bien colocadas, salvo por su ropa interior que dejaba ver un gran miembro rojo totalmente erecto.

Al recobrar la conciencia y mirar su piel colorada sabia que se había pasado mucho con los fluidos de la demonio. Aunque estos le habian sido muy adictivos para ella. Siguiendo revisándose noto que al menos le habia devuelto toda su ropa, incluso una que no habia poseido cuando llego ahi. Pero ahi fue donde noto que el obsequio de la Sucubo seguia en ella y volvia incomoda su ropa interior.

Trato con su corta falda de taparte ese miembro duro que ahora poseia, a pesar que sabia que era tarde y sus compañeras habrian tenido una vista de ella. "Mirenme a la cara!" comento con dureza, más específica a la hada que ya conocía por su perversión.

Shun se había quedado helado viendo como la niebla iba a tragarse también a la otra chica. No quería quedarse solo. No ahí, con el fuego temblando y amenazando con dejarle también. Claro que él también quería ayudar a Danae… pero estaba bastante seguro de que podrían hacer más bien poco después de sus pequeños fracasos. Cerró los ojos un momento maldiciéndose. Pero… ¿qué iba a hacer? No podía detenerla tampoco. Estaba demostrando un gran valor o una gran inconsciencia.

Entonces aquella nube empezó a desaparecer. Había una figura, en el suelo. Sólo una figura. Cuando se despejó algo más la niebla pudieron comprobar que era la elfa. Dudó un poco mientras ganaba visión pero no parecía haber nadie más y salió corriendo hacia ella, para ver si estaba herida.

- ¡Señorita Dan…!

Por la dama Elesia… ¿Qué le habían hecho…? A la voz de Danae apartó la mirada de ella, completamente avergonzado. Podía… comprender cómo se sentía. Volvió lentamente la vista de nuevo hacia ella, con preocupación.

- ¿Está bien, señorita Danae…?

La elfa suspiro cansada, habia sido un dia demasiado largo para ella. Continuando tapando su nuevo miembro, miro algo avergonzada a Shun. "Estoy bien Shun, gracias por preguntar. Aunque no se bien que pasa con...eso nuevo que tengo." confeso con algo de verguenza por ello.

"Ustedes como se encuentran? La niebla no los tomo cierto?" pregunto dandose cuenta de lo egoista que estaba siendo, sin haber preguntado al menos una vez como se encontraban ella.

Mientras esperaba se saco su capa roja y empezo a ponerla alrededor de su cadera como si se tratara de una falda larga. Esperaba con esto se pudiera ocultar la ereccion, que esperaba se fuera rapido aunque no sabia bien si era algo de tiempo o tendria que hacer algo. "Creo que ya es muy tarde desean que volvamos?"

Danae apareció por fin. Saya suspiró aliviada por ello y dejó caer la mochila al suelo junto con la tienda de campaña ya apagada de las llamas que antes le había prendido. Se acercó a la elfa pero para su sorpresa apareció algo nuevo en ella, un pene. Su sorpresa no fue mas que el producto de ver aquel horrible falo en ella, los rechazaba de sobremanera aunque si era una mujer quien lo tenía era raro ¿Sería sexo lésbico o no? Era demasiado extraño todo.

Asintió ante las palabras de la elfa pues en verdad quería eso desde un principio - Si, mejor vayámonos pero tápate bien eso - Señaló aquel pene rojizo mientras comenzaba a caminar hacia el baluarte.