Partida Rol por web

Lo que no se ve

❆ Escena 3: La isla y sus ataduras ❆

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28/11/2022, 20:42
Nuru Katharis

Nuru se puso a seguir a aquel séquito de guardias con una tranquilidad pasmosa y las manos metidas en los bolsillos. Se atrevió a silbar una tonadilla militar que solían canturrear los guardias de aquella cárcel ya tan lejana, más a modo de entretenimiento que otra cosa. Al preguntarle de nuevo con insistencia, la bucanera volvió a encogerse de hombros, pero esta vez sí contestó.

— Puede que hayan ido a la taberna, no lo sé, necesitaban descansar y recuperarse, tuvieron un viaje ajetreado —levantó una de sus pobladas cejas que enmarcaban aquel rostro repleto de seriedad mientras miraba fijamente a la mujer—. Somos embajadores de una organización mundial —o algo así era, ¿no?— llamada la Zarigüeya tuerta. ¿La conocéis? —¿Para qué iba a esperar respuesta? Continuó hablando sin descanso a un volumen bien audible.— Queríamos presentarnos como es debido pero hubo contratiempos, así que me he adelantado yo para... anunciar su llegada. No os preocupéis, vendrán.

Siguió andando, pero se sacó una mano del bolsillo para llevarla a su estómago antes de que la condujesen dentro del todo.

— ¿Podríais indicarme dónde están las letrinas? Me he levantado con el estómago un poco suelto y no quisiera incomodar a vuestros soberanos

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28/11/2022, 21:37
Rodrigo de Alcázar y Segura

Mientras seguía avanzando, tan cerca posible de Nuru como podía sin ser descubierto, Rodrigo trató de poner la oreja... aunque no se esforzó demasiado. Prefería seguir centrado en lo de que no le pillasen. Las puertas y los jardines del palacio le hicieron dibujar una sonrisa. Aquello ya empezaba a ser un desconocido terreno conocido. O familiar, al menos. Después de todo, unos palacios no eran tan distintos de otros.

Avanzando escondido, Rodrigo quiso aprovechar lo que sabía de lugares como ese, buscando huecos donde sabía que nadie miraría o imaginando dónde habría una estatua o un seto tras el que meterse. Cuando el cerebro entraba a jugar, estaba todo controlado.

Notas de juego

Pues un aumento para ir sabiendo cosas, y otro para evitar la consecuencia.

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29/11/2022, 10:23
Ana de Mendoza y de la Vega

Ana seguía los pasos de la patrulla, definitivamente aquello estaba saliendo mal, muy mal, si entraban en el castillo ellos perderían de vista a Nuru y era posible que la próxima vez que se la encontrasen su sombra fuese más débil y la tuviesen en contra. Con esos pensamientos estaba hasta que oyó el nombre de la organización que dijo la mujer, rodó los ojos achacándolo a la influencia de Pascalet y soltó el aire de golpe tomando una decisión, mientras estiraba sus ropas para darles una mejor apariencia salió al camino con expresión decidida.

—¡Nuru! Qué bien que por fin te encuentro, eso de separarnos no fue una buena idea, hemos tenido un viaje de lo más turbulento y hemos perdido la mayor parte del equipaje. Es la primera y última vez que te hago caso. Debemos ponernos presentables antes de ir a ver a los gobernantes de la isla, nuestro doncel estará ya adquiriendo lo necesario... —entonces miró a los guardias como si hasta ese momento no hubiese reparado en su insignificante presencia al lado de la gran mujer —¡Oh! Pero qué maravillosa coincidencia, bravos guardias de los príncipes te acompañan.

Entoces los miró con una amplia sonrisa y les habló como todo noble habla con los guardias, con autoridad y dando por hecho que sus palabras serían cumplidas

—Decidle a sus majestades que solicitamos audiencia, venimos como embajadores de una organización que está interesada en tener buenos y beneficiosos lazos con sus magnificiencias, estaremos alojados en la posada del pueblo.

Y sin esperar contestación se dio la vuelta haciendo un gesto para que su guardaespaldas la siguiera.

 

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03/12/2022, 01:14
Guardia

Cuando Ana se reunió con ellos, solo hizo falta una mirada de la mujer para que otro grupo de guardias se acercase. Lo hacían sonrientes y amables, pero por cómo se iban colocando alrededor de las dos quedaba claro que no iban a permitir que se marchasen. 

—No, no. Nada de hospedarse en la posada. Sois las invitadas de los príncipes, os alojaréis en el palacio —dijo uno de los guardias al llegar a ellas, como si hubiera estado todo el tiempo en la conversación—. De momento os escoltaremos hasta una salita donde podréis esperar mientras los príncipes se preparan para recibiros. Quieren invitaros a comer, pero podréis conocerlos antes. Están deseando poder charlar con vosotras y con vuestros compañeros. No os preocupéis por ellos: iremos a buscarlos. —Hizo un gesto tranquilo con la mano, invitándolas a pasar al interior—. Me alegra verte de nuevo. Pediré que te lleven una infusión que te asiente el estómago —dijo entonces, mirando a Nuru—. Tenemos muy buenas hierbas para cualquier dolencia.

Rodrigo pudo notar con su escrutinio del lugar que no iba a ser nada sencillo colarse en aquel palacio sin que los descubriesen. Había mucha gente pululando por ahí, personas con esa sombra tenue, y que parecían moverse en su mayor parte al unísono. Desde donde estaban podía ver que había una pequeña arboleda por la parte trasera y quizás sería un punto por donde saltar por encima del muro, pero luego quedaría atravesar los jardines, el patio y entrar dentro del palacio. Iba a ser aquella una tarea bien complicada, eso estaba claro.

Notas de juego

Nuru: 1 Aumento. (1/2)

Rodrigo: 2 Aumentos. (4/9)

Pascalet: 0 Aumentos. (0/5)

Ana: 0 Aumentos. (0/3)

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03/12/2022, 13:42
Pascalet de Tartelet

Pascalet se quedó muy quietecito en la copa del último árbol que había alcanzado con sus ágiles saltitos. Vio a Ana salir también al encuentro de los guardias y Nuru, lo cual le hizo abrir los ojos como si se le fueran a salir de sus cuencas, plop-plop. Se llevó una mano a la boca y la otra a la boca de Croquembouche, pues no quería que se le escapara ninguna de las maldiciones que habían empezado a rebotar de un lado a otro de su cabecita alocada. Sólo movió la cabeza negando, se mordió muy fuerte los labios y apretó mucho más fuerte aún la mano contra su boca.

Se quedaría allí en su arbolito hasta que los guardias se marcharan y ya después buscaría el modo de colarse en el castillo para buscar ese anillo y para sacar a sus amigas de allí. ¡Al final él tenía que hacer todo el trabajo! ¡Qué desastre!

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04/12/2022, 19:08
Ana de Mendoza y de la Vega

Al girarse y ver cómo se acercaban más guardias la castellana elevó la barbilla y posó su mano en la guarda de su espada, con las palabras que oyó del recién llegado sacó dos cosas en claro, que éste ya conocía a su amiga y que lo iban a tener muy complicado para no entrar en ese momento en palacio.

—¿Qué clase de descortesía es esta? ¿Sabes con quién hablas? ¿Las consecuencias de tus actos? No, claro que no. No nos dejas prepararnos para una recepción con los príncipes, pero nos harás esperar en una sala, como vulgares plebeyos. Exijo que nos acompañeis hasta un local donde podamos adecentarnos debidamente, en vez de esperar infructuosamente en una sala, y luego nos escolteis a palacio para la recepción.

El tono y la actitud de la castaña eran altivos, esperando que sus palabras fueran acatadas sin más cuestionamientos, no parecía que Ana tuviera ninguna intención de enfilar la entrada al palacio, no por las buenas.

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05/12/2022, 10:04
Nuru Katharis

Nuru se preguntaba cual sería el motivo por el que Ana habría salido del escondite, con lo bien ocultos que estaban. Ella al menos tenía la excusa de que la habían pillado... Tal vez y solo tal vez, porque había estado lenta de mollera. 

— Hey... —Saludó con la cabeza y la dejó hablar, usando palabrería en la que se perdió un poco pero a la que apoyó.— Sí, eso.

Pero claro que no iba a ser tan fácil, así que Nuru se cruzó de brazos, escuchando y viendo como se acercaba un nuevo guardia. Una parte de su inconsciente se puso en alerta, pero mantuvo su pose relajada. Parpadeó mirando a aquel nuevo guardia, sin reconocerlo.

Ah... ¿Pero nos hemos visto antes? —A lo mejor era el tipo de ayer, a veces a Nuru le costaba reconocer los rostros de la gente, especialmente si le importaban poco y más todavía allá en el norte, que todos eran tan blancos y tan rubios. Y tan iguales también en general, sobre todo si vestían uniforme, eran como copias falsas los unos de los otros. Se encogió de hombros.— Yo con tal de no cagarme encima.

Le soltó con toda la parsimonia del mundo. Observó que Ana no salía de sus trece y viendo el percal que tenían en frente, rodeadas de guardias, Nuru sabía que iba a estar difícil pues no parecían estar por la labor de dejarles libertad, así que puso una mano en su hombro. Al fin y al cabo por peligroso que fuese, la manera más eficaz de ver a los príncipes era entrar por la puerta principal y observar el lugar, entradas, salidas, todo eso.

A lo mejor sí saben quien eres y quien es mi padre —comentó tranquilamente mirándola a los ojos fijamente, llamando a la calma en voz perfectamente audible— por eso les urge tanto vernos aunque no estemos presentables y olamos a choto de cuadra. No pasa nada, podemos dejar abierta la ventana para ventilar allá donde estemos. ¿Verdad, amigo? —Interpeló al guardia de aquella mañana de forma directa.— Y a lo mejor hasta nos da tiempo a  peinarnos.

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05/12/2022, 19:51
Rodrigo de Alcázar y Segura

Cuando más veía Rodrigo de aquel palacio, más negro lo veía todo. Y cuando más negro lo veía todo, más claro tenía que aquella aproximación había sido un error. Pero peor aún que la forma de acercarse había sido separarse. Desde donde se encontraba buscó a Pascalet con la mirada, dudando de si aquella sería una de esas veces que convenía más repetir un error o dar marchar atrás. Deshacerlo ya no podía. Bien era cierto que quedarse ahí, a la espera, de poco serviría. Pero el camino hasta el palacio aún era largo y complicado. Salvo que...

Estaba claro que todo lo que veía le gritaba que llegar al palacio sería más que difícil. Para ser una isla pequeña tenía un palacio muy grande. Quizá los príncipes tuvieran... algo que compensar. Con el ceño fruncido Rodrigo miró alrededor. A lo mejor el error había sido intentar llegar como lo haría una comitiva, por si los pillaban. Pero ahora Nuru y Ana habían sido cazadas. Eso era malo. Quedaban Pascalet y él, probablemente los que más fácil tendrían colarse por cualquier lugar, dado el tamaño del joven y el tipo estilizado de él. Eso era bueno. Pero quién sabía cuánto tiempo tenían. Eso era malo. Aunque seguramente estarían buscándolos fuera. Eso era bueno.

En cualquier caso, Rodrigo cambió de idea. Dejó de pensar en lugares discretos por los que avanzar y pensó en... lugares alternativos. Miró alrededor, buscando algún tipo de acceso al alcantarillado. No se había fijado si la isla estaba preparada con cosas como esa, pero nunca era tarde para algo así.

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06/12/2022, 03:19
Guardia

Rodrigo no vio nada que le hiciera pensar que aquel lugar tenía un sistema de alcantarillado. Parecía aquella una cosa demasiado moderna para aquella isla, al fin y al cabo, ni siquiera las ciudades más importantes de Théah tenían algo parecido. 

Mientras él y Pascalet continuaban escondidos, más guardias se fueron acercando a Nuru y Ana, situándose a su alrededor. No tenían intención de ser ellos quienes empezasen ningún tipo de hostilidad contra ellas… siempre que hicieran lo que les pedían y entrasen al palacio. Las dos tuvieron bastante claro que no les iban a permitir marcharse de allí. Las retendrían por las buenas, o por las malas. Solo dependía de ellas el cómo.

El hombre sonrió afable a Nuru y asintió con la cabeza. 

Sí, nos vimos ayer, en la taberna. Cuando ese loco atacó a tu amigo. Él también está invitado por los príncipes, por cierto. Si nos dices dónde está podremos ir a transmitirle la invitación. 

La actitud altiva de Ana tampoco pareció surtir efecto en él, pero la castellana pudo notar cómo muchos de aquellos guardias se llevaban la mano al pomo de sus espadas al mismo tiempo, en un gesto perfectamente sincronizado en respuesta al de ella. 

—No te preocupes —le respondió él, sonriente y cordial—. En el palacio podrás adecentarte cuanto quieras antes de ver a los príncipes. —Giró sobre sus talones para encaminarse hacia la puerta—. Venga, vamos allá. 

Y con esas palabras las fueron llevando dentro, rodeadas por los guardias y acompañadas de aquellos dos que parecían mandar sobre el resto. 

Notas de juego

Aquí termina la secuencia dramática y os separáis. Podéis hacer un último post antes de cerrar la escena.

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08/12/2022, 12:56
Nuru Katharis

Nuru se quedó mirando al guardia con una neutralidad absoluta.

Ah, sí —comentó escueta, pues si él lo decía debía ser el mismo, la verdad que seguía sin reconocer sus facciones pero la voz le iba sonando más—. Espero que esté más calmado el tal Tilo —o como se llamase aquel loco—. No lo sé.

Añadió sin más encogiéndose de hombros con expresión seria. Que era verdad que no lo sabía, no sabía exactamente dónde se andaría escondiendo detrás junto con Pascalet, pero aunque lo supiese tampoco se lo iba a decir.

En cuanto a ellas la habían liado pero bien. Al menos iban a dejarles un momento para "adecentarse" y tal vez con la excusa, pudieran quedarse a solas para pensar algo.

— Adecentarnos, —corrigió al guardia, seria— venga Ana, —dijo palmeando su hombro con camaradería y "nada" de ironía— que nos da tiempo a ponernos guapas y presentables.

Mientras andaban hacia el castillo Nuru iba contando mentalmente. «Dos, cuatro, seis...» Cuántos guardias había, dónde había más, sus caras... Y sus sombras.

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08/12/2022, 13:16
Pascalet de Tartelet

Pascalet observó a los guardias llevándose a sus amigas al interior del palacio.

Maldición, Croquembouche —le dijo a su ratón—. Esa pipirijaina se ha creído que puede hacer lo que quiera con nosotros. Pues ya les enseñaremos tú y yo lo que vale un peine. ¡Ya lo creo! ¿Sabes qué haremos? Exacto: ¡llegaremos al fondo de este asunto! —concluyó, golpeándose la palma de una mano con el puño cerrado de la otra.

Cuando se hubo asegurado de que ya no quedaban guardias a la vista, bajó del árbol de un par de saltos. El muchacho no había perdido de vista a Rodrigo durante todo su viaje por las alturas, así que cuando bajó, miró en la dirección en que sabía que estaba y, ocultándose aún tras el tronco, llamó:

¡Pst, Rodrigo, pst! Esos granujas se han llevado a Ana y Nuru, pero no te preocupes, seguro que encontramos la manera de entrar secretamente tú y yo para sacarlas de allí.

Se sacudió sus ropas de pirata Roberts y se ajustó la chaqueta con aire de dignidad. Carraspeó y cruzó los brazos, simulando una pose muy de héroe de leyenda.

Pascalet tiene un plan —zanjó tratando de simular un cliffhanger como los que había visto en el teatro, sólo que en Montaigne los llamaban suspens.

(Entra música heroica y dramática).

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08/12/2022, 17:47
Ana de Mendoza y de la Vega

El contacto de la gran mano en su hombro hizo que Ana elevase la mirada hacia su amiga, el rostro serio se fue suavizando con sus palabras y sus ojos viajaron en un par de ocasiones hacia el guardia antes de volver a ella, parecía que se estaba convenciendo y al final asintió, pero no movió la mano de su sitio.

Después de las palmadas recibidas, que hicieron que sus heridas en proceso de curación se resintieran todas a la vez por la vibración, apretó los dientes y avanzó con andar rígido hacia el castillo.

—Mas les vale... —comentó a la última frase de la mujer.

Y siguió a los guardias como si de verdad fueran una escolta y no una cuadrilla de detención. La castellana tenía muy claro que no iba a dejar a Nuru sola allí dentro, ya pensarían cómo no perder su sombra, además confiaba en los dos hombres de su grupo para que encontrasen la forma de reunirse con ellas y solventar la aberración que parecía que se cometía en aquella isla.

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09/12/2022, 21:53
Rodrigo de Alcázar y Segura

Al ver que más guardias se unían para escoltar a Nuru y a Ana, Rodrigo maldijo en silencio y miró alrededor. Más guardias allí significaba menos en otros sitios. Quizá eso les deba alguna opción a él y a Pascalet. Miró de nuevo el lugar, y luego miró a Pasca... ¿Dónde estaba Pascalet? La última vez que lo había visto estaba encima del árbol.

Al oír cómo le llamaba, Rodrigo llevó sus ojos hacia el muchacho. Asintió a lo que dijo, convencido de que tenía razón en que encontrarían cómo sacarlas de allí. Solo esperaba que lo hicieran a tiempo. Lo que no esperaba, desde luego, era oír que el muchacho tenía un plan. Rodrigo enderezó su postura entonces para dedicarle un gesto de aprobación. Estaba orgullo de él. Y mucho. Ahora solo cabía esperar que aquello fuera más un pan... que un pan. Con Pascalet nunca se sabía.

Rodrigo esperó unos instantes, pendiente del momento en que los guardias no le verían para poder reunirse con el muchacho. Al final, se mirase como se mirase, eran los dos más sensatos.