Megan entró en un pabellón enorme y poco iluminado.
-Buenas noches- Saludó tímidamente.
Poco a poco se fueron encendiendo los focos, mostrando una réplica de una calle cualquiera de una ciudad. Dos edificios de ladrillo se alzaban frente a ella, dejando un estrecho callejón poco iluminado en el medio. Varios contenedores de metal, escaleras de incendios en las fachadas, tuberías y bajantes para el agua y demás mobiliario urbano adornaban la escena.
En lo alto de uno de los edificios había una bandera. Ese era su objetivo. Se quedó quieta mirándola fijamente por un instante para luego salir lanzada a toda velocidad.
El camino hasta las dos edificaciones estaba salpicado de obstáculos, los cuales esquivo y saltó fácilmente. Salto tres pequeños muros de diferentes alturas, primero el mas bajo, al que llego sin problemas de un salto. De lo alto de este al siguiente y de este otro al último, adoptando posturas casi felinas. Al bajar, rodó por el suelo y siguió corriendo
Al llegar a la pared de uno de los edificios se lanzó de frente, impulsándose hacia arriba y logrando agarrarse a la escalera de incendios. La escalera retumbó cuando se agarró, lanzando un sonido metálico que denotaba el precario estado de esta. Megan subió lo mas rápido que pudo pero al llegar casi al último piso, la estructura se vino abajo, pero la muchacha dio un salto hacia el vacío, logrando agarrarse a una tubería de metal.
Sin pararse a recuperar el aliento, trepó velozmente por la tubería mientras las estructura de la escalera de incendios quedaba hecha un amasijo de hierros retorcidos en el suelo.
Al llegar al tejado del primer edificio, recupero brevemente las fuerzas. Calculó la distancia que le separaba del tejado del edificio contiguo y una mueca de negación se reflejó en su rostro. Se lanzó rauda hacia el borde del tejado y saltó con todas sus fuerzas, pero aun así no logró llegar del todo.
Se quedó colgada de la cornisa y quieta. Jadeaba del cansancio pero eso no iba a ser impedimento para lograr su meta. Se concentró y de un ágil salto logro subir. una vez allí cogió la bandera y se acercó al borde del edificio, la alzó y la tiró abajo.
-Queda bajar- Se dijo.
Se dejo caer de nuevo hasta una ventana cercana y de ahí a otra y a otra mas, hasta que estuvo cerca del suelo y fue cuando cayo encima de un contenedor metálico y con una grácil voltereta llegó al suelo, recogió la bandera y respiró profundamente.
-Buenas noches- Se despidió, mientras se dirigía a la salida con su premio.
Las 23 sandías estaban colgadas de las cuerdas y se movían en patrones alrededor del muchacho. A la altura de su cabeza. Con las fotos de sus compañeros de juegos pegadas en ellas.
-¡Ahora veréis como las reviento todas! ¡Como lo que ocurrirá en la arena!. Los lerdos de mis entrenadores no querían ésto pero... ahora verán. ¡Una gran demostración!
Peter cerró los ojos, era su momento, los abrió y empezó a golpear a derecha e izquierda con la maza que se había traído para la ocasión, ¡plas!¡plas! una tras otra las fue reventando en pedazos, golpeando a diestro y a siniestro, ¡ja! un golpe, una sandía, ninguna podía escapar, el líquido rojo caía por encima de él como si fuera la sangre... y sabía dulce...
-¡Felices Juegos del Hambre, carasandías!- gritaba mientras reía como un subnormal...
No se dio cuenta de si era una foto o un charco demasiado grande. En realidad daba igual, en el fondo, resbaló en su propio ego.
La galleta contra el suelo fue tan bestial que los examinadores se levantaron de sus asientos al sentir que retumbaba el edificio, y como si fuera el colofón la última sandía se soltó de la cuerda y cayó sobre la cabeza del chaval... dejándolo inconsciente.
Motivo: Prueba!
Dificultad: 20
Habilidad: 9+4
Tirada: 2 5 9
Total: 5 +9 +4 = 18 Fracaso
Sí, muy triste XD
Demonios, la tensión se respira en el ambiente y prácticamente se podría cortar con un cuchillo. Casi puedo imaginarme lo que ven los patrocinadores, con suerte despedazándome como una recién cobrada pieza animal para ver qué se puede aprovechar mejor. Tengo el estómago tan apretado que, si bien ellos tienen por ahí comida para alimentar a todos los niños del distrito, se me haría imposible tomar bocado. Tal vez por éso tartamudeo un poco más de lo necesario al presentarme.
- Persei Jardine, Distrito 7.
Pierdo los nervios rápidamente al quitar la vista de los patrocinadores, la idea de ésta audiencia es caer en gracia a alguien para que te ayude y sacar una buena puntuación... soy realista, tengo el pelo rosa. Me esforzaré por no cagarla, así al menos sobrevivir dependerá un poco más de mí misma. Evitando cualquier tipo de distracción, me dirijo hacia el centro de la sala dónde ya estaba esperando el hacha que usaría para la demostración. Su peso no es mucho superior al que estoy acostumbrada, por lo que al menos no haré un ridículo espantoso por no poder levantarla.
Trago saliva, a la espera de que comiencen a aparecer a mi alrededor y de forma aleatoria e intermitente los maniquís con las señales solicitadas. Nada más aparecer el objetivo, debía ser rápida en encararlo y buscar la maldita marca que me indicaría dónde debía golpear, ya que únicamente 5 segundos después el objetivo cambiaría y sería un golpe inválido. Por suerte, ver una marca en un maniquí es infinitamente más sencillo que encontrar los desperfectos de la madera que proveemos al Capitolio y, con fuerza, golpeo diestramente con el hacha en el lugar indicado.
Con los nervios a flor de piel, una vez he terminado, vuelvo a dirigirme a los patrocinadores en una muda inclinación de cabeza, para acto seguido escapar de allí.
Motivo: Notar señal
Dificultad: 20
Habilidad: 15
Tirada: 5 6 10
Total: 6 +15 = 21 Éxito
Motivo: Atacar maniqui
Dificultad: 20
Habilidad: 14
Tirada: 7 8 10
Total: 8 +14 = 22 Éxito
Por cierto, que lo vi en el offtopic, Persei tiene 18 años no 17.
Hellen entró en la sala. Su rostro no transmitía ningún tipo de sentimiento, ni siquiera asco hacia aquellos que estaban en la sala. Ninguno le prestó atención, puede que únicamente un hombre de edad avanzada, con una sonrisa fluorescente, que contenía en su mirada ingentes cantidades de lascivia.
Ni corta ni perezosa, le guiña un ojo.
Frente a ella, había una amplia piscina, con distintos obstáculos que la harían perder velocidad, tiempo, e incluso puede que salir herida. Eso no importaba. La prueba no era muy complicada. Al menos no la primera fase.
Después de la piscina, había una plataforma móvil, y a su vez, otras plataformas, marcando un recorrido donde había unas dianas, en movimiento.
Desde la plataforma móvil, hay un estrecho listón de madera que conduce hasta el final de la prueba. La madera está a medio resquebrajar, por lo que hay que pasar rápido por encima. En la plataforma móvil donde no había dianas, había una cervatana, con el mismo número de dardos que dianas.
Hellen, observó sonriente lo que había ideado no para sorprender a aquellas gentes, sino para probarse realmente en situaciones difíciles. Pues, ya no había marcha atrás.
Se deshace de la ropa que lleva, quedándose en un estilizado traje de baño. Con una especie de escamas recorriendo su cuerpo. Se recoge el pelo cuidadosamente en un moño bastante comprimido. Hay un pequeño botón verde, en una especie de atril, conectado a una pantalla de la sala. La joven se acerca al atril, que está al borde de la piscina/tanque. Pulsa el botón y se zambulle en el agua.
Al pulsar el botón, un cornómetro se activa, y las palataformas, obstáculos y pruebas, comienzan a activarse. Es bastante rápida dentro del agua, apenas se le percibe con el traje que lleva, si no fuera por el tono ligeramente oscurecido de su piel por los años a sal y agua.
El circuito estaba claro. Sólo tenía que hacerlo bien...
Hasta la parte de los dardos, todo había salido bien. Sin embargo, cuando tuvo que cruzar sobre aquel trozo de madera... Sus reflejos le jugaron una mala pasada.
El público, estalló en carcajadas. Hellen, sonrió, sin penas ni victimismos. Veremos qué sucede ahí fuera...
Y con la cabeza bien erguida, salió de la sala.
Motivo: Sesión privada
Dificultad: 25
Habilidad: 0+15
Tirada: 1 2 2
Total: 2 +15 = 17 Fracaso
Y no lo hizo tan bien... xD.
Un chico no demasiado alto, de dieciséis años recién cumplidos se encontraba en medio de la zona de pruebas, tumbado en el suelo con los brazos abiertos y mirando el techo. Su recientemente teñido pelo azul cubría el la zona cercana a su cabeza dejando su faz al descubierto y mostrando unos pequeños ojos verdes que perdidos en el infinito parecían no observar nada de lo que había a su alrededor.
Pero no era así.
Sus oídos, sus ojos aunque quietos y fijos en un punto del techo le permitían ver en la periferia todo lo que quería. Levemente, y a intervalos regulares esos pequeños inquisidores buscaban lo que le llamaba la atención en el entorno. Quizá un hombre con un traje extravagante o quizá una mujer con un peinado realmente rompedor. No sabía que es lo que quería ver, sólo acumulaba datos de lo que veía. Quizá le fuera útil en un futuro cercano.
Pues no veía en su vida posibilidades de un futuro lejano.
-Cyan. Cyan Índigo, del distrito 3.
Dijo con la voz más potente que pudo emitir.
Estaba nervioso, ¿Quién no lo estaría? Estaba allí para ganarse el favor de los patrocinadores, hacer que aquellos que se divertían viendo esa carnicería le tuvieran en cuenta y le enviaran ayuda en un momento de necesidad, le proporcionaran el mejor equipo, o... quizá una ayuda para la supervivencia.
Era indiferente. Tenía que demostrar sus habilidades y tenía que hacerlo bien.
Cyan permanecía tumbado en un círculo de metal, de no más de dos metros de diámetro. Todo su cuerpo, con los brazos extendidos estaba dentro inscribiéndole casi perféctamente, cual hombre de Vitruvio. Justo en el pie del diámetro que formaba su columna vertebral un terminal informático se levantaba apenas un metro del suelo. Constantemente luces de color verde atravesaban la pantalla de dicho ordenador como si estuviera esperando el momento de ser decodificado. A unos dos metros del círculo, ya sobre un suelo cubierto de tierra y siguiendo las trayectorias que cada uno de sus brazos formaba, sendos Katares permanecían en el suelo, a la espera de ser alcanzados por el pequeño, para lo que fuera que tuviera que hacer en esa prueba.
Y a más de 20 metros del círculo fuera ya del círculo de tierra una jaula circular dividida en otras tres, como si fuera un dónut partido en tres sectores contenía a un trío de perros de presa. Cada uno de los animales estaba dentro de una de estas particiones, dispuestos a atacar al chico que aún permanecía tumbado en el suelo. Los ojos de los cánidos destilaban ira y se podría decir que estaban inyectados en el carmesí más vivo, salvo los de uno que si realmente podías detectar esos pequeños detalles, podrías ver que estaban blancos como la leche. Al parecer ese perro era ciego. Otro de los animales renqueaba de la pata derecha, aunque la furia que destilaba su postura y gruñido no hacía que fuera menos terrorífico. Pero eso Cyan no lo sabía, o al menos... no en un principio.
Sin embargo, el joven peli-azul continuaba en el suelo, "mirando al techo" observando todo a su alrededor. Deduciendo cada detalle de la prueba que tendría lugar a continuación. Respiró hondo y de pronto una voz ronca seguida de un contador amarillo surgió en una pantalla gigante.
..3...
Cerró los ojos e inspiró hondo, dejando que sus pulmones se llenaran con el aire denso de aquella habitación.
...2...
No sabía si nadie estaba prestando atención, ni siquiera si ese tipo de prueba es lo que se esperaban los patrocinadores. Pero le daba igual, ya estaba todo decidido.
...1...
Abrió los ojos, tensó los músculos y contuvo la respiración. Todo iba a comenzar.
¡¡0!!
Tiempo de actuar.
De un salto se puso vertical, comprobando el estado del entorno de nuevo mientras se apoyaba sobre el ordenador. Las puertas de las jaulas empezaban a descender. A judgar por la velocidad tendría alrededor de veinte segundos para acceder al terminal y piratear el sistema, sabía que podía hacer algo, era parte del juego. A la vez que sus manos se movían como el rayo pulsando teclas y eliminando protecciones sus ojos y oídos estaban fijos en los animales que no dejaban de aullar y jadear.
Si los expectadores estaban mirando, charlando, o conteniendo la respiración... no lo sabía. Sólo estaba concentrado en lo que era ahora mismo necesario y eso era la amenaza y la forma de evitarla.
Diez segundos y parecía que el sistema se resistía. Por suerte sus sentidos ya fueron capaces de detectar un movimiento extraño en la cabeza de uno de los perros, que delataba un ojo más lechoso de lo normal. Bien, ese no veía, se guiaba por su olfato así que tendría que intentar distraerlo. Otro de ellos movía demasiado los cuartos traseros, tratando de buscar la posición más cómoda de su cuerpo, además trataba de apoyar lo menos posible la pata derecha de atrás.
Perfecto.
Tres segundos para que las verjas tocaran el suelo y el perro en plenas facultades saltó la protección. Justo en ese momento el sistema que protegía lo que había bajo la zona de tierra fue reventado y Cyan pudo activar las sorpresas que podrían facilitarle la tarea.
Tres laberintos, uno para cada perro, y el podría elegir la dificultad de cada uno de ellos, entre 1 y 3, y todas distintas.
No lo pensó dos veces, dificultad 1 para el perro que acababa de saltar, así llegaría pronto y podría enfrentarse contra él en plenas facultades dejando a los otros más tiempo para encontrarse. Difitultad 2 para el perro cojo, tardaría más que el sano además de ser más difícil su laberinto, por lo que podría llegar cuando Cyan hubiera acabado ya con su primera amenaza. Y dejando el más complicado para el perro ciego, Cyan tendría tiempo suficiente para empaparse de la sangre de los dos animales muertos y cubrir su olor con ello, haciendo que los cuerpos de los otros dos perros despistaran al último, compensando su debilidad con el cansancio acumulado que el peli-azul llevaría encima.
Los laberintos se levantaron y Cyan corrió hacia los Katares que permanecían en el suelo, ahora a unos cuatro metros de él. Sólo le dio tiempo a colocarse el primero cuando el primer can apareció por la puerta del primer laberinto. Cyan luchaba en un espacio de unos 50 metros cuadrados, y cubría todo el espacio con sus fintas, maniobras y estocadas. La lucha con Katar era muy cercana, pero nunca tienes que olvidar que evitar que te den es mucho más impotante que herir. Al fin y al cabo, el objetivo de todo combate a muerte es la supervivencia, no matar al contrario. Una muerte doble es tan derrota como ser vencido pues no podrás contarlo.
Al cabo de unos treinta segundos de vaivenes, el primer perro mordía el polvo mientras las gotas de sudor del peliazul comenzaban a brillar en su frente. No desaprovechó la ocasión, buscó el otro Katar y comenzó a rodar sobe la sangre. Unos diez segundos tuvo hasta que el segundo animal hizo su entrada en el círculo. Cyan estaba cansado, pero este perro poseía una carencia con lo que el combate volvía a estar igualado y de nuevo en apenas treinta segundos con la ayuda de un salto y un corte en cruz sobre el lomo de su contrincante consiguió resultar vencedor. Ya solo quedaba uno y estaría perdido por su laberinto, y sólo el olor a sangre y sudor podría atraerle.
Volvió a rodar por la zona ensangrentada cubriendo su cuerpo con la vitae de ambos animales y separando sus cuerpos muertos, así el ciego tendría dificultades para seguir su olor, todo olería a perro muerto.
Y así fue, aunque este combate duró un poco más pues seguía teniendo el oído fino y evitaba acercarse a las estocadas de Cyan, más por instinto que por verdadera precaución. El chico estaba agotado y ya casi no sentía ni brazos ni piernas, y eso que sólo llevaba dos combates... su fuerza y resistencia no eran nada del otro mundo, y en la arena tendría que dar mucho más de sí. No eran tres enemigos, sino 21.
Por fín, un corte asesino rebanó el cuello del animal que cayó al suelo ahogando un aullido.
Justo después de él, Cyan también se desplomó de rodillas, justo en el centro de la sala, en el círculo de metal. Cayó, y después se quedó tumbado boca abajo, exáctamente en la misma posición que al comienzo de la prueba...
pero invertido.
Motivo: Prueba
Dificultad: 15
Habilidad: 0+13
Tirada: 3 5 7
Total: 5 +13 = 18 Éxito
Motivo: Mecánica (Prueba)
Dificultad: 15
Habilidad: 5+10
Tirada: 1 4 7
Total: 4 +5 +10 = 19 Éxito
Motivo: Katar (Prueba)
Dificultad: 20
Habilidad: 5+10
Tirada: 3 5 9
Total: 5 +5 +10 = 20 Éxito
El primero es Adv ^^ es la primera vez que tiro con los dados de RyF
No sé que tal está, si he hecho cosas que no se pueden hacer o me lo he flipado mucho... pero ahí está el post ^^