Lo sé.... porque yo asesiné a Miyagi Raijin.
Sí, he sido yo.
Raijin era una plaga en esta gran ciudad.
El tenía que ser eliminado por el bien mayor.
(¡¿KENTARO, DONDE ESTÁS?! ¡¡VUELVE AQUÍ!!)
Un veredicto de no culpabilidad, Señor Abogado.
Consigue eso y no será necesario que nos encontremos de nuevo.
Sin decir ni una sola palabra, el Vigilante de Medianoche saltó por la ventana, y en vez de caer directamente contra el suelo y espachurrarse, parecía que surcaba el cielo a unos cuantos metros bajo ellos, con cierta gracilidad.
Pues sí que sube rápido ese Luminol... -Comentó Tsumowo asomada a la ventana abierta- Lo estoy viendo volar y todo...