Partida Rol por web

Director:
Reglamento:
Sistema:	Rol por web
Jugadores:	6
Nivel requerido:	Medio: jugadores con un mínimo de experiencia
Ritmo de juego:	Alto: un mensaje diario al menos
Fecha de comienzo:	29/12/2008
Estado:	Finalizada

Introducción

Los artefactos de Salomón están esparcidos por el mundo, cuyo centro es Abisinia.

Sinopsis

Verano, puerto de Mitsiwa.

-¿No me crees, Karo del demonio? –rugió el mercader.

-No te creo, no conozco a esa diosa que mencionas –repuso el guerrero, sin amilanarse ni un poco. Había emprendido un largo viaje desde el valle del Omo y, aunque los dibujos de tiza habían desaparecido de su cuerpo, las cicatrices ceremoniales que recorrían sus pectorales seguían distinguiéndolo como un gran guerrero.

-¡Es Astarté, por todos los rufianes del inframundo; sólo un zoquete no habría oído nombrarla!

El hombre de ébano frunció el ceño y se giró para comentar algo en su lengua con sus compañeros. Tras deliberar, el cabecilla proclamó:

-Tendré que probar esas flechas.

-¿Probarlas? ¡Cada una de estas flechas vale un tesoro, eso es imposible! Te lo he dicho, sus puntas fueron cubiertas por el esputo de la diosa, y su desprecio obró un portento en ellas: por más que huya tu enemigo en el horizonte, arrójala y atravesará su corazón.

De nuevo el guerrero se disponía a consultar, cuando un tropel de árabes irrumpió en el zoco, llamando a viva voz:

-¡Fenicio, perro! ¡Nos engañaste con ese navío volador! Casi perecemos en el Canal, ¿dónde estás?

Los karos observaron con curiosidad el naufragado aspecto de los árabes, hasta que concluyeron que aquel asunto no les incumbía, y cuando se volvieron para aceptar el trato, descubrieron que el mercader había puesto pies en polvorosa.

Notas sobre la partida

La ambientación está inspirada en datos reales. Sentíos libres de coger un mapa y crear variaciones de nombres y lugares.
Me he propuesto que la partida sea vibrante y no dé ni un respiro.
Quiero mensajes vivaces, energéticos.
Tengo buen ojo para las personas, sé que esto que diré ahora es innecesario, pero siempre pongo cuidado en decirlo cuando emprendo una tarea colectiva: Es indispensable un trato respetuoso.

(No apuntaros, por favor, que las plazas están adjudicadas. Gracias.)