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Los misterios de la Gran esfinge de Guiza: el tesoro II +18

1. Inicio

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14/07/2018, 17:55
Nathan Faraday
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Nathan ingreso en la habitación, empezando a evaluar cual sería su próximo paso. Ella le había dado los nombres de los contactos a realizar en el Cairo, y al parecer el nivel de peligro era alto, por lo que eso implicaba algún arma mejor que unos cuchillos y un revólver. Sería complicado hacer las cosas, pero incluso sin Istar, el terminaría su labor. Era uno de sus defectos, y una de sus virtudes. El terminaba sus trabajos. Inspiro profundamente, observándose frente al espejo. Esto iba a ser complicado sin Istar. Y lo que más le había molestado, es que ella, no escuchara nada de lo que le dijo, que no confiara en el, y se fuera. Había sido imposible hablar con ella hace tres años, cuando le dijo que se iría, y era imposible ahora. Ese era para él, el verdadero conflicto de la …¿relación? Cuando ella se cerraba tanto en su coraza que se convertía en inaccesible para el. Y silenciosa como un gato, ingreso en la misma habitación que el. Ni siquiera había planteado quedarse ahí, solo quería saber, cinco minutos antes, un mundo antes, que pasaba, donde estaba parado y si Istar, su istar seguía siendo la misma. También observo, a través del espejo, como se quitaba la ropa y se metía en la cama. El asintió. Temeroso, lo cual no era habitual en Faraday, temeroso de hacer un movimiento inapropiado cuando ella estaba tan vulnerable. “Lo siento.” Las palabras flotaron en el aire, y el asintió, aunque no estuviera seguro de que la hubiera visto, no queriendo romper la tregua que habían establecido entre ambos. El llanto de ella fue una puñalada en el. Directa o indirectamente, el lo había causado, y pesaba en el. Empezó a dirigirse a la puerta, para darle su espacio o privacidad… aunque no la volvería a dejar, lo más probable es que durmiera en la puerta, cuidando que nada le ocurra. No en su guardia, no mientras el estuviera allí. Cuando casi, casi inaudible, el “Te necesito” floto hacia el, y el la escucho. En vez de salir, apago la luz, y silenciosamente, se desvisto hasta quedar solo en ropa interior, quitándose los borcegos, la camiseta y los pantalones, detrás de ella, y luego se acostó, por encima de las sabanas con las que ella se había arropado. Abrazándola y rodeándola para brindarle su calor corporal, y consuelo. Luego de unos segundos, la beso donde años de relación le sabían decir que ella necesitaba, detrás del oído, y en el cuello, besos lentos, en la única parte de ella que estaba desprotegida por las sabanas. Podía sentir su propio cuerpo actuar automáticamente, como si el tiempo que hubiera pasado separados entre ellos se hubiera reducido a cenizas, y acariciando sus cabellos, la giro hasta observarla unos segundos, besarla en los pómulos, besar sus lagrimas y luego, besarla en los labios, haciendo que sintiera su barba de dos días, que por supuesto, no se había afeitado, aunque hubiera usado dicha acción como excusa. La mano de Nathan se cernió sobre la cintura de Isa, acercándolo de nuevo a el, cuando los cuerpos se habían separado al enfrentarse y mientras la besaba con más ganas en los labios, se deslizo debajo de las sabanas, haciendo que ambos cuerpos tuvieran contacto real ahora. - Te extrañe.- fue lo que le dijo, apoyando su nariz con la suya. La mano de él, se deslizo bajo la suave piel de ella, recorriendo su hombro, delicado y terso, y luego bajando por la cintura, toco todo su costado sus costillas, y subió por la cadera, encontrando la ropa interior de ella, la cual corrió un poco, solo para jugar con ella, dejándola dispar, como sabia que le molestaba, pero para darle preámbulo a lo que vendría después, darle tiempo a frenar todo, sin ofrecérselo verbalmente Si ella no quería que pasara nada, el estaba dispuesto a dárselo, ella solo tenía que darle la espalda, y dormirían acurrucados hasta el próximo día, y el la cuidaría toda la noche, pero si se quedaba mirándolo, era una invitación a dejarlo hacer y el se ocuparía de erradicar esa sensación haciendo de Istar suya, y el de ella, de nuevo.

Notas de juego

Nada de Telon negro entonces...

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14/07/2018, 18:27
Nathan Faraday

Faraday dejo su pesado bolso de viaje arrojándolo sobre una cama. Asintio a las palabras de Koko y estableció ese lugar como el de ella y Emma.
Saco de su espalda el mapa, y se lo paso a Byel. – Te dejo esto para que lo memorices. Por favor, no le saques fotos. Tratemos de mantenernos analógicos. Tengo un asunto que arreglar, no te preocupes si no vuelvo en la noche. En todo caso, este es mi número de teléfono. Pueden llamarme si me necesitan. Que descansen. Partimos bien temprano.-

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14/07/2018, 18:33
Istar Serrano Lora

Istar observaba como Nath estaba dispuesto a irse. Después de todo, ella, no había reparado en sus formulaciones sinceras. El miedo le había invadido y solo quería salvarse, dispuesta así salvar a todo el viaje. La querían  a ella... Bueno, a ella y a la maldita pieza por la que se desvivía hasta llevarla... a la muerte.

Y lo sabía. Sabía que al salir de allí estaba expuesta y que, al parecer, el único sistema de proteger era ... huyendo. Y ... ¡joder! Siempre huía. Era aquel método de encerrarse en sí para no dañar a los demás lo que años atrás le había supuesto una ruptura. Por proteger a los demás, o eso creía, acababa destruyendo todo lo que hallase a su paso.

Sin embargo, Nath retrocedió al pronunciar un ''Te necesito'' , porque era verdad. Lo había anhelado bajo esa apariencia de chica dura y aventurera con complejo de Lara Croft. Y fue, en ese preciso momento,tras apagar la luz, cuando él se semidesnudó, quedándose expuesto a sus ojos marrones que centelleaban como la primera vez que lo vio, aunque, sonrojada, se giró mirando hacia la pared.

Y se echó a su lado, abrazándola y, por supuesto, ella se dejó abrazar, sintiendo como acariciaba su cabello fino, apartándolo lentamente, para luego, besarle en aquel punto suyo que la volvía débil. La giró y ella lo observó, mordiéndose el labio inferior nerviosa. Sentía como el corazón le latía a mil por horas. Ya conocía aquel cuerpo, aquella sensación. Para ella era conocido y ... le encantaba.

Te extrañé.

Le acarició el rostro. Sabía que él no iba a dar ningún paso sin que ella se lo pidiera... pero en aquellos momentos, ella lo deseaba. Como la primera y la última vez. Lo atrajo hacia sí y le besó, sintiendo como las manos de Nath se deslizaban por su cuerpo.

Lo besó con pasión, como si fuera a desaparecer en aquel momento, como si fuera, y lo era, la última vez que se vieran. Jugueteó con su lengua, mientras deslizaba su fina mano por su torso desnudo, recorriendo lo que antaño había recorrido con otros zapatos.

Se impulsó y acabó sentada en su cintura, encima, su cuerpo lacio caía sobre sus hombros. Llevó sus manos hacia la parte de atrás de su espalda y se desabrochó el sujetador. Igualdad de condiciones decían. Se inclinó sobre él y fue besándolo lentamente: sus labios que se abrían para dejarle paso a los suyos, su torso, el cual se hinchaba de aire que soltaría, luego, lentamente...

 

Notas de juego

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14/07/2018, 20:11
Nathan Faraday
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Faraday había tenido muchas mujeres en su vida, pero siempre había una que era especial. Una por la que hacían idioteces, una por la que viajas dos días solo para verla, una a la que te ablandas cuando te necesita y una a la que cedes el control en la cama, porque te encanta estar con ella. Una por la que pones tu vida en riesgo y vas a buscar reliquias perdidas al tiempo que eres perseguido por organizaciones secretas y siniestras.
Mas nada de ello importaba ahora, cuando observaba a esa chica especial responderle con fuego, sintiendo como irradiaba calor al contacto con el, y como lo montaba al tiempo que las bocas de ambos se unían para dejar paso al deseo.
Apoyo las manos en sus caderas, mientras el deseo de el luchaba por liberarse de su prisión de tela, acariciándola, y luego subiendo ambas por la espalda, tocando con los dedos la morena piel, al tiempo que ella se liberaba del sostén, el buscaba con sus manos las de ella, y juntos, presionaban contra los senos de ella, apretándolos con deseo, buscando encenderla al máximo. Ella se inclino y lo beso con pasión, y el no pudo, ni quiso, aguantar más. Supo enseguida lo que estaba pasando, y decidió disfrutar. Después de todo, esto ya había pasado en el pasado.
Se recostó en un codo y luego de besarla en los labios, luego de jugar con su lengua, paso a la base de su cuello, al tiempo que su otra mano buscaba quitarse lo que quedaba de ropa, y hacer lo mismo con la de ella. Cuando lo hubo logrado, la busco y agarrándola de la nuca, sin ejercer demasiada fuerza, la beso de nuevo con pasión, al tiempo que unia sus cuerpos por medio de los labios, busco ingresar en ella, y unirse también de ese modo. Luego, comenzó a moverse, lenta, tranquilamente, para darle el tiempo a ella para acostumbrarse a el, y llevar las cosas al ritmo que ella quisiera.

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14/07/2018, 20:20
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Notas de juego

Espiar a una pobre pareja tiene sus consecuencias Jajajaja

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15/07/2018, 01:52
Istar Serrano Lora

Y se movía con el vaivén de sus caderas. Ella era quien controlaba el ritmo y aquello le hacía sentir poderosa. La situación era suya. Se había olvidado por completo de lo que hacía allí y para qué había venido. Aquello ya no estaba en su mente tan ni siquiera, el pequeño roce de antes.

Se estremeció al sentir como él se adentraba más y más en ella. Su respiración y algunos gemidos que se le escapan eran los acordes acompasados, la música, de la habitación. Sus labios se desplegaron , lentamente, para soltar un suspiro. Su cuerpo se arqueó, echó la cabeza hacia atrás y le arañó, sin querer, el vientre; no con mucha fuerza, aunque sí con la pasión suficiente como para dejarle leves marcas.

Abrió los ojos y lo contempló. Sus mejillas se entornaban de un color carmesí. Pequeñas gotas de sudor le resbalaban por la frente. Sonrió al sentir como Nath empezaba ,a la paz de ella, alcanzar el clímax. Aumentó el ritmo pícara y satisfecha. Experimentó una leve descarga en lo más profundo de sus entrañas, allí donde su montes de Venus se despedía, recorriéndole toda la columna vertebral.

Finalmente, tras un tiempo dándose placer mutuamente. Los cuerpo descansaban en el colchón, entrelazados. Al percibir los primeros rayos de sol, . Istar abrió los ojos, contemplando con dulzura el cuerpo desnudo de la persona que la había acompañado la noche anterior. Le acarició el torso desnudo suavemente y sintió como él se despertaba.

-Buenos días -le comunicó en un susurro, pues aún el joven no se había despertado del todo, lo hacía poco a poco-. 

Alzó la mirada, buscando la suya, cuando la encontró sus labios encajaron a la perfección un: es la hora.

 

Notas de juego

No contestes, cambio de capítulo ;)

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15/07/2018, 02:24

Notas de juego

No comentéis en esta escena, nos mudamos ^^